PRM 2018: GANADORES DE PREMIOS ESPECÍFICOS

Podéis consultar la lista de nominados aquí.

Esta entrada, la más larga de todos los premios, recoge los premios específicos de categorías tanto en términos positivos como negativos. A diferencia de otros años tan sólo se refleja el ganador, ya que estos premios son "menores" y así acorto un poco la entrada, pero si tenéis curiosidad siempre podéis preguntar en los comentarios. También señalar que en Twitter estaré comentando activamente algunos de los premios que se han dado aquí, extendiéndome un poco más en la explicación y ofreciendo más detalles bajo el hashtag #PRM2018

En los próximos días se publicarán las dos últimas entradas, que recogen los premios gordos con lo mejor y lo peor del año. ¡Empezamos!

Aunque había fuertes rivales, Cuphead es demasiado irresistible para dudar. Si además tienes ya una edad en esto de los videojuegos Cuphead apela a un sentimiento casi olvidado de grandes glorias como Contra. Además, su enorme variedad de armas y lo bien que están implementada todas -siendo útiles absolutamente todas ante diferentes situaciones- consiguen que el juego sea mucho más que apretar el gatillo y dejArse llevar.

A veces los videojuegos nos dan buenas palizas. Es el caso de Arson & Plunder, un hack and slash/beat 'em up con el Castle Crashers como principal referencia. Diversión truncada por unos controles que responden como el ojete, una cantidad de enemigos en pantalla de la denunciable y un apartado técnico difícilmente salvable.

Pocos juegos son capaces de atender tan bien al concepto de "aventura". Ghost of a Tale es esa "La Historia Interminable", esa "Cristal Oscuro" capaz de inundarte de buenas sensaciones. No sabes qué es lo que hace que funcione tan bien, pero sientes magia en cada paso que das. Puede que Ghost of a Tale parezca un juego de escondites más, pero eso es sólo su capa más superficial.

Un despropósito de juego. The Infectious Madness of Doctor Dekker es un juego directamente roto, que pretende hacer un Her Story pero con una base imperfecta. Injugable, a menos que lo que te guste sea buscar por internet una guía con cómo avanzar en el juego.

Mothergunship es un juego donde vas comprando piezas de armas como si fueran piezas de Lego y las vas uniendo para formar armas a tu gusto. Desde lanzallamas encima de escopetas con dos gatlings como base hasta todo lo que pueda dar tu imaginación. La sinopsis ya merece el premio, pero es que encima es tan bueno como suena. No ha tenido rival como FPS.

Que Dead Cells haya juntado un metroidvania con un rogue-like es como cuando a veces sueño que mis personajes favoritos aparecen seleccionables en otros juegos. Si a todo esto le añadimos un concepto de rogue-like basado en esa irresistible jugabilidad que te hace sentirte un dios lo que tenemos es, sin duda, el mejor rogue-like que he jugado en 2018.

Final Fantasy XV no ha conquistado a demasiada gente, pero cuando conquista, la hace de verdad. Si empatizas con esa boyband que te acompañará durante decenas de horas tendrás un juego exquisito, valiente y lleno de buenos momentos. No me importa su difusa historia, ni que esto sea más hack and slash que otra cosa a estas alturas. Lo que me importó fue el viaje, no el destino.

Víctima del hype, Ni No Kuni II tiene tantos problemas que no me caben en un párrafo. Si vais al análisis encontraréis un montón de razones por las que Ni No Kuni II me parece el peor RPG que he jugado en 2018. Puede que no todas las razones sean de peso, pero cuando se juntan tantos inconvenientes no hay salvación posible.

Porque en esta categoría que se centra sobre todo en cuestiones más técnicas le doy especial importancia también a la optimización, y Final Fantasy XV es un juego que se ve increíble en todo tipo de ordenadores. Además, un juego donde vas a pasar decenas de horas tiene que conseguir que, por lo menos, no sea dañino a la vista. El primer Final Fantasy en un mundo más realista, pero con escenarios y criaturas impresionantes.

¿Había alguna duda? Cuphead es con diferencia el juego con el mejor diseño, y sinceramente, en toda la historia de los videojuegos -que yo conozca- no se me ocurre un título capaz de hacerle sombra. Ya con los trailers la cosa pintaba bien, pero el acabado final es inigualable, sin contar con el esfuerzo titánico que supone pintar cada frame a mano.

Prey hace muchas cosas bien, pero la ambientación fue la que me hizo caer rendido a sus pies después de encontrarle muchos defectos. Un juego que te da un poco lo típico: una estación vacía llena de cadáveres, como restos de una civilización perdida que te toca desentramar. Lo bueno es que es capaz de contarte la vida de los tripulantes sólo con un golpe de vista a una habitación. La música, los efectos y todo lo que rodea a Prey le dan ese plus que necesita para permanecer en tu memoria.

Hay pocas cosas que fallen en Cuphead, por no decir ninguna. Cada boss tiene su propio tema, y todos ellos no pueden ser más partícipes y acordes. Grabado en sesiones completas, de manera manual y sin trozos. ¿No tenéis suficiente? Cada vez que sale el tema se ofrece una mezcla diferente del mismo de manera que se aprecian nuevos matices en cada escucha. Una cosa de locos.

Pocos segundos necesitáis de Omnis Lacrima (Final Fantasy XV) para generar argumentos que den razones suficientes para entender por qué le doy el premio. Si bien hay buenos temas entre los nominados, a mí la epicidad me suele ganar con facilidad, y hacía tiempo que Final Fantasy no tenía un tema tan majestuoso en el sentido más literal de la palabra.

Dead Cells es capaz de basar toda su estructura en su jugabilidad. Es un juego tan bien hecho en ese aspecto que hace que, aunque puedas ir poco a poco con máxima seguridad casi rompiendo el juego, decidas ir con todo a cada batalla con el único fin de disfrutarlo al máximo. El beneficio es el mismo, pero su satisfacción se apoya en su propia jugabilidad.

Cómo será de grave la cosa que en Agony ni siquiera andar es cómodo. Vas tropezando con piedrecitas que cualquier otro juego obviaría. La cosa no acaba aquí, porque prepárate para el peor mapeado posible donde perderse es obligatorio. Agony es un juego incómodo, pero no de la manera que debería ser un juego de terror.

En un mundo donde todo se nos da mascado hasta la estupidez, llega Ghost of a Tale y nos planta un juego con un encanto "analógico", donde los mapas son trozos de papel que no aportan demasiado y donde tu memoria es tu mejor aliado. Te acabarás aprendiendo el mapa de memoria, y conocerás cada pasadizo para llegar a todas las grandes zonas. Nunca antes te habías sentido tan ratilla.

Parecía que ya habíamos superado la absurdez de los mundos abiertos, pero ahí estaba Ghost Recon Wildlands para recordarnos que, durante largo tiempo, importaba más el tamaño del mapa que el contenido en sí mismo. Esta vez es más hiriente, porque el juego es bastante reciente y debería haber aprendido una lección que quedo bien clara hace años.

Mi análisis de Life Is Strange: Before the Storm es una carta de amor a Chloe Price, así que no debería sorprender ver este galardón con este ganador. Chloe Price es mucho más que una adolescente rebelde, y Before the Storm tiene el don de prolongar lo mucho que nos gustó a casi todos en el juego original. La mala noticia es que nunca hay suficiente Chloe en este mundo, así que se nos deja siempre con ganas de más.

Creo que nunca ha pasado esto: Henry Green (Assassin's Creed Syndicate) no tan sólo es un personaje horrendo por si mismo, sino que es capaz de arruinar la posible nominación como mejor personaje a Evie Frye, protagonista de Syndicate. Su historia de amor metida con calzador acaba convirtiendo a ambos personajes en un topicazo demasiado plomizo. 90 % de la culpa la tiene él.

Tales of Berseria es un juego tremendamente adulto que sorprende por su historia entre otras muchas cosas, sus personajes llenos de carisma y trabajo y, en definitiva, esa sensación de que, como siempre, Tales of ofrece historias que se alejan de esos clásicos eventos que se dan en cualquier JRPG. Una historia de venganza en un universo complejo y a la vez bien explicado, y que no baja el ritmo en ningún momento.

Broken Sword 3: The Sleeping Dragon apuesta definitivamente por una historia surrealista y fantástica de más, con dragones y energías ficticias entrelazadas en un desarrollo infantil, capaz de conseguir que odies a los míticos personajes de la franquicia de Broken Sword.

Pocas veces ocurre que un juego sea capaz de contar cosas en tu propio mando de juego. Brothers ni siquiera necesita de un narrador para contarte algo. Con tan sólo ver el juego es capaz de transmitirte todo lo que necesita, como si de cine mudo se tratara, y es capaz además de transmitir emociones y sentimientos sin mediar una sola palabra. El mando acaba siendo una prolongación del juego y no un requisito.

Leed sin miedo a spoilers. En Life Is Strange: Before the Storm hay varios momentos que podrían entrar aquí, pero el momento en cuestión tiene relación con un coche cuando Chloe acude al desguace en la parte final del primer capítulo. Es un momento muy importante donde Chloe toca fondo, y es el primer gran aviso que el juego te da de que por mucho que ya conozcas la historia -recordemos que estamos ante una precuela- va a ser capaz de removerte cosas por dentro.

Podéis ver toda mi lista de juegos analizados que creo que no encontraréis ningún juego que se parezca a Undertale. Un juego cargado de personalidad, muy bien cuidado e inimitable, del cual entiendo que se hable como obra maestra aunque a mí no me caló tan profundo como al resto.

No esperaba mucho de Ghost of a Tale, y los primeros minutos me lo confirmaban de alguna manera. Cuando el juego empieza a encajar todas las piezas es cuando empieza a brillar con luz propia. No tiene un inicio fácil, pero merece la pena pagar el precio.

Ni No Kuni II supuso una enorme decepción. Al ser usuario de PC me perdí el primer Ni No Kuni, y el de la DS no agotó mi ansia por la saga. Difícilmente se puede llegar con más ganas a Ni No Kuni II, y difícilmente se pueden conceder tantas oportunidades como yo le concedí. Quería que me gustara, hice todo lo posible, y no lo conseguí.

Puede resultar chocante, pero considero Final Fantasy XV un juego infravalorado, que ha recibido muchísimas críticas que, no nos engañemos, tienen gran parte de razón, pero que han minimizado las numerosas virtudes de un gran juego.

Hay juegos en la lista de nominados que están mejor considerados, pero ninguno es capaz de ofrecer lo de Unravel, un juego absolutamente vacío sin nada que destacar y que por su aspecto visual captó la atención de propios y extraños. "La caja tonta" de los videojuegos.

Dead Cells ofrece partidas de alrededor de una hora y sin embargo casi todo el mundo que lo ha jugado de mi lista de Steam no baja de las 25 horas. Un juego al que vuelves, porque todas las armas que ofrecen te permiten que te enfrentes a un juego nuevo cada vez que pruebas. Numerosos niveles de dificultad lo vuelven todavía más difícil de desinstalar.

Darle el premio a Life Is Strange: Before the Storm es lo fácil, pero también es lo justo. Además, Before the Storm tenía la difícil tarea de conseguir emocionarte con una precuela de acontecimientos que ya conoces, de un juego con el que ya estás familiarizado. No esperas que te sorprenda tanto y sin embargo consigue que te impliques.

No le recomendaría a nadie jugar a Creepy Road, pero ahí está como el placer culpable del año. Un juego que parece flash y que es un insulto cuando lo comparas con otros del género, pero no esperaba encontrar tanta calidad dentro de lo mediocre. Con sus limitaciones es un juego que se esfuerza por no ser tan malo.

Si bien algún que otro nominado me ha hecho replantearme el ganador, Cuphead es el juego que aúna mejor lo que quiero de mi canal de YouTube. Más allá de la participación de la gente, el poder ver ahora cómo he evolucionado jugando a Cuphead es bastante satisfactorio.

Esto es muy sencillo: si tuviera una consola lo primero a lo que le echaría el guante es a Red Dead Redemption II. Los usuarios de PC estamos huérfanos de esta saga por razones inexplicables. Esperemos que durante 2019 eso cambie, porque el juego pinta extremadamente bien.