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11 mar 2025

CENTUM - REALIDADES ARTIFICIALES - ANÁLISIS

 

Uno de los viajes del año, no para todo el mundo, pero sí para aquellos que busquen algo que invite a la reflexión.


Unas escaleras muy oscuras llevan al fondo, donde hay una salida iluminada. A los lados, muebles abandonados.


Tenemos review del juego en vídeo también, por si eso os ayuda a tener una impresión más cercana a lo que vais a encontrar en el juego:



Centum se ha mantenido con un halo de misterio importante desde su anuncio. Incluso con una demo por medio, nadie acabó por tener claro de qué iba la cosa, e incluso mientras escribo estas líneas, escasas horas después de haber terminado el juego, todavía no sé describiros por qué Centum es uno de los mejores juegos que he jugado en lo poco que llevamos de año.




Su desarrolladora, Hack the Publisher, con la siempre fiable gente de Serenity Forge como editora, lleva una trayectoria como mínimo ecléctica: desde un juego de construcción de bases y gestión de recursos como fue Dwarven skykeep, allá por 2022, hasta un más reciente beat 'em up en dos dimensiones llamado Vengeance of Mr. Peppermint, lanzado en 2023. Ahora toca el turno a una suerte de visual novel entremezclada con point and click, de ritmo buscadamente lento y tono oprimido, que abraza una especie de realismo mágico oscuro donde terror, wabi-sabi, pinceladas distópicas cyberpunk e incluso, por qué no, el expresionismo alemán de Fritz Lang encuentran un punto tangencial. Lo mágico de todo esto es que preguntáis a sus creadores, raro será que mencionen nada de esto entre las influencias finales, pero Centum se caracteriza por conseguir tener un sentido distinto para, diría, cada jugador.


Centum va dirigido a un público muy concreto, ese al que se le eriza el vello rara vez cuando llegan los títulos de crédito sin la necesidad de ningún golpe de efecto.


Aunque hay detrás un pequeño equipo de desarrolladores, Centum se siente como una obra de Aaron McDowell, escritor principal que ha sido capaz de ofrecer, narrativamente hablando, una de las obras más interesantes de los últimos años. Según entiendo tras lo visto en los títulos de crédito, parte del mérito recae también sobre Nik Nilak, cuyos relatos cortos parecen haber inspirado lo que encontramos finalmente en Centum.




Every why has a wherefore


Los primeros compases del juego, pertenecientes al capítulo 1 -el contenido que se mostró en la demo-, ofrecen una experiencia un tanto engañosa. Quizá más de uno piense que Centum es una especie de Slay the Princess (Black Tabby Games, 2023), donde se nos abren multitud de posibilidades para encontrar numerosos hilos conductores que potencien una rejugabilidad que forma parte de un todo. No es así, ya que desde el capítulo 2 tenemos un juego mucho más lineal, más cerca de una visual novel con salpicados interludios lúdicos que se alinean perfectamente con los motivos del juego.




Una vez terminado el juego -unas cinco horas de duración-, el haber echado un vistazo a los logros arroja más pistas sobre las intenciones de Centum, o al menos, sobre la de sus desarrolladores. La mayoría de logros ofrece muchas posibilidades, pero casi todas están relacionadas con el primer capítulo. Desconozco si la intención era hacer un producto más flexible, trasladando esas sensaciones iniciales al resto de un juego que se siente plenamente diferente conforme se avanza, o si hay una voluntariedad en ofrecer esa escape room inicial para luego llevarte tan de la mano. Sea como fuere, ni las variantes del principio, ni las distintas contestaciones que se nos ponen a disposición para perfilar algunas variaciones en el final, me importaron lo más mínimo, porque Centum no va de nada de eso.


The gods are merciful


Como tampoco va de lo que su sinopsis o contexto deja ver, o mejor dicho, prejuzgar. Centum transcurre en una simulación de realidad producida por una inteligencia artificial, la cual ha sido entrenada por un pre-adolescente llamado Tim. Esta inteligencia artificial, que fue ideada simplemente para cuidar de niños y crear para ellos mundos felices, basa su comportamiento y modificaciones en lo que aprende del propio Tim.




Todo esto da como para esperar un torrente de topicazos al respecto, desde inteligencias artificiales que toman consciencia haciendo que sus creadores pierdan el control, hasta giros argumentales que muestran la sorpresa de sus personajes cuando descubren que son un puñado de píxeles, pero no es así. Tanto es esto, que ni siquiera considero que lo que he contado no se puede considerar spoiler, sino algo contextual sin lo cual es imposible hablar de Centum y lo que simboliza. Sí, la inteligencia artificial se escapa del control de los desarrolladores, pero en lugar de pintarse como un accidente que condena a la humanidad, se pinta más bien como un proceso consciente relativamente controlado, para ver hasta qué punto la inteligencia artificial es capaz de desarrollarse. Tampoco hay reacciones a esta dualidad entre realidad y ficción, no hay momentos cliffhanger ni nada que llene de fuegos artificiales una idea que ya de por sí es aterradora y que abre debates morales por doquier. En Centum se acepta este nuevo contexto, y son los propios protagonistas los que lo dejan claro, desde aquellos que se muestran decepcionados por no haber vivido una especie de apocalipsis peliculero hasta ese pescador que nos espera en el epílogo para darnos unas respuestas que, en el fondo, ya sabíamos, pero que nos ahorrará alguna que otra búsqueda por internet para intentar encajar las piezas del rompecabezas.


Un pescador mirando al suelo con la mirada algo perdida, mientras fuma en pipa


No conviene alargarme más. Si has leído hasta aquí, lo más normal es que sepas si estás ante un juego para ti o no. Centum es obtuso, sus aristas a veces son demasiado afiladas, pero los dioses son misericordiosos. A poco que prestes atención, y te dejes embelesar por su ritmo intencionadamente plomizo en ocasiones, encontrarás en él una historia muy bien narrada que profundiza en cuestiones existencialistas obvias que pretenden ser respondidas con debates morales sobre la realidad y la ficción. Un excelente apartado artístico que busca continuos paralelismos entre sus escenas, junto con una música de sobresaliente que suma tanto en tono como en dinámica al acabado final, redondean una experiencia que siento diferente a todas luces y que, a la misma vez, va dirigida a un público muy concreto, ese al que se le eriza el vello rara vez cuando llegan los títulos de crédito sin la necesidad de ningún golpe de efecto.


Puntuación de Centum: 7


Copia de prensa proporcionada por Serenity Forge.

2 comentarios :

  1. voy a darle un intento se ve interesante, muchas gracias

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    1. ¡Muchas gracias a ti! Es muy interesante. Si te ha llamado la atención y sabes a lo que vas creo que puede llegar a gustarte. Es difícil de recomendar si no conoces a la persona que hay al otro lado, pero si te van estas cosas, es recomendación bastante segura ^^.

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