SLIDER

20 feb 2025

LUST FROM BEYOND: M EDITION (PROLOGUE + SCARLET) - EROTISMO Y TERROR MAL JUNTADOS - ANÁLISIS


Podéis pasar, sin máscara ni nada.




Hoy tenemos un análisis un poco especial, que más allá de centrarse en un único juego abarca una experiencia que recorre hasta tres títulos distintos alrededor de su universo. Lust from Beyond fue lanzado en 2021, pero dejó durante su desarrollo pequeñas píldoras gratuitas que servían como precuelas mientras el juego principal llegaba.


Erotismo y terror se dan la mano nuevamente, tal y como ya hiciera Movie Games Lunarium en aquel Lust for Darkness que servía como pistoletazo de salida para este peculiar universo. Aquel juego no me dejó indiferente, y me quedé con ganas de más, pero lamentablemente, esta vez no le he podido perdonar sus defectos con la excusa de ser algo diferente.


No corramos demasiado, ya que hay muchos matices que mencionar antes de llegar al veredicto final, y metámonos poco a poco en el universo de Lust from Beyond, tomando como referencia su orden cronológico. Pasaremos muy por encima de las dos entregas gratuitas que funcionan como pseudo-demos antes de llegar al juego final.


Lust from Beyond: Prologue


La primera señal de vida que dio el proyecto fue este Prologue, allá por 2019, en lo que podemos catalogar como una casi demo. Si bien los desarrolladores se encargaron de dejar claro que estas entregas eran independientes, lo cierto es que en el juego final se repiten una y otra vez todas las situaciones vistas tanto en Prologue como en Scarlet. Sea como fuere, este Prologue sirve para refrescar un poco la memoria y volver a conocer el contexto de este universo -al cual nos remitiremos más adelante, por no repetirnos mucho en el análisis-.


Preparatoria de un ritual, con varias personas enmascaradas mirando al centro, donde se encuentra el encargado de hacerlo


Tenéis que quedaros con una cosa de este Prologue: es la mejor experiencia de las tres que hay. Creo que es la más sincera, y aunque encontraréis escenas explícitas no lo sentí todo tan forzado como lo que vendría después. Quizá Prologue se parece más a Lust for Darkness, mientras que Scarlet se parece más a Lust from Beyond. En cualquier caso, podéis jugar el juego activando la censura, por si queréis disfrutar de él sin tener que enfrentaros a cosas muy explícitas. Desgraciadamente, esta pseudo sutileza en lo erótico no se traslada al terror, ya que es el único juego de los tres donde se utilizaba el recurso del jumpscare sin mucho acierto. También es el más flojo técnicamente, sobre todo por iluminación, cosa que se debe también a que fue el que antes se lanzó.


Lust from Beyond: Scarlet


Scarlet llegaría en 2020 y, desconozco si esto es público o no, me da la impresión de que el juego se retrasó y sacaron este pequeño extracto para aguantar. Nuevamente, lo que vivimos aquí es una historia independiente, pero cuyas situaciones y escenarios vemos repetidos en el Lust from Beyond final que saldría al año siguiente. Repetimos prácticamente todo, con una misma interfaz, pero esta vez incluyendo el idioma español entre las opciones. Seguimos con el modo censura opcional -esto es importante para después- y empezamos a ver algunos QTE, que también aparecerían en el producto final.


En esta ocasión, nos toca encarnar a Alan, un adicto al porno y a los encuentros casuales. Desgraciadamente, uno de esos sale mal en el momento en el que somos invitados a encontrar a nuestra cita en un teatro abandonado -un gran lugar para pillar una ETS-. Lejos de salir por patas ante la yincana que nos ha preparado nuestra cita, seguimos con el cerebro en la entrepierna cumpliendo todos y cada uno de los objetivos aleatorios que van saliendo. En una de esas, la chica hasta decide masturbarse por la megafonía del teatro, pero nuestro intrépido Alan no es capaz de llamarla para ver si seguía en pie lo del encuentro casual.


La entrada de un teatro, con estandartes a los lados


En Scarlet me sentí por primera vez absurdo y, sobre todo, por primera vez dentro de un juego que parecía buscar la escena porno por delante de integrarla en su contexto. Los QTE para mantener relaciones se promocionaron como algo novedosamente interactivo. Se vuelve vulgar de más y se pierde ese toque místico.


Lust from Beyond: M Edition 


El último párrafo que acabáis de leer para Scarlet es extrapolable a Lust from Beyond. No se trata de ver más o menos porno en pantalla, se trata de cómo integrarlo en la narrativa. Prologue tiene escenas mucho más explícitas que Scarlet, y sin embargo, sentí que había un poco de mejor gusto a la hora de plasmarlo en pantalla. Scarlet, y también este Lust from Beyond: M Edition, parece que va marcando casillas para contentar las expectativas más superficiales de su público.


Pero vamos, ahora ya sí, a hablar íntegramente de Lust from Beyond sin tener en mente las experiencias anteriores. Para empezar, una pequeña aclaración, y es que esta M Edition es una versión diferente del juego que salió en 2021. Esta M Edition vio la luz en 2022, y se trata de una revisión del original con vistas a conseguir la calificación de Mature. Lo primero que quizá penséis es que esta es una versión más explícita del original, pero no, es justo lo contrario, ya que el original recibió la calificación de Adult Only. El objetivo de esto es, por un lado, conseguir llegar a consolas con una calificación inferior, por otro, llegar al mercado alemán, que es bastante restrictivo con algunos temas y, por último, convertirse en un juego que pudiera ser pasto de streamers, los cuales, como comprenderéis, subían el juego directamente a páginas porno como único mecanismo de publicación.


Una estatua de cuerpo femenino con todas las partes sensibles tapadas con hojas


Jugar esta M Edition no ha sido mi elección, y hubiera preferido jugar a la original. Sin embargo, este juego estaba ya en mi biblioteca de Steam, probablemente como resto de algún bundle, y no me apetecía pagar dos veces por el mismo contenido. Lo que tenemos aquí son animaciones cambiadas, personas en ropa interior en lugar de netamente desnudas y recortes de las escenas más explícitas. La mansión y otros escenarios, previamente rellenas de estatuas con genitales al aire y cajones llenos de consoladores, han sido rediseñadas para presentar los mismos objetos pero con una especie de hojitas que tapan "las vergüenzas". Esto, tiene un pase en algunas de estas esculturas, pero cuando se usa el mismo recurso en todas y, sobre todo, cuando se usan esas mismas hojitas en las criaturas que pueblan el mundo del éxtasis y el placer, la cosa se torna en una broma visual sin sentido. Y lo que uno se pregunta es... ¿por qué tanto Prologue como Scarlet tuvieron un modo censurado en el menú de opciones pero este Lust from Beyond -que ya es de pago- no lo tiene? Pues uno no quiere ser acusador, pero la sensación es que parecen querer vender el mismo juego dos veces, más todavía cuando la versión que se ha incluido en bundles es la censurada.


Amanda mira una foto suya con Jonathan, con cara de pena, con su máscara al lado


Alejémonos de las conspiraciones para adentrarnos en el juego. Este universo, como en la anterior entrega, gira alrededor de Lusst'ghaa, una dimensión paralela que supone una suerte de Tierra Prometida del éxtasis, el placer y el dolor. Algunas personas, propensas a la adición al sexo, son capaces de ver en sueños este lugar a través de los orgasmos y la entrega total a la lujuria y el placer. Estos llamados Videntes, son buscados por distintas facciones que representan diversos cultos que pretenden alcanzar esta Tierra Prometida, creándose así rituales basados en orgías -que incluyen torturas en algunos casos- con el único fin de obtener los misterios de la quintaesencia humana. Todo esto se maquilla con una profunda capa visual de Giger, los horrores cósmicos de Lovecraft, las orgías enmascaradas de Kubrick en Eyes Wide Shut y, por qué no, cualquier edición de la Isla de las Tentaciones.


La historia transcurre en torno a Victor Holloway, el dueño de una tienda de antigüedades cuyas visiones le atormentan en sueños noche tras noche. En busca de ayuda, acaba en una pequeña localidad que, da la casualidad, se encuentra en mitad de una especie de carnaval oscuro erótico-festivo donde es capturado por una de las facciones que buscan conocer los secretos de Lusst'ghaa. A partir de aquí, todo el tema de facciones y la búsqueda de la tierra del éxtasis está muy bien, pero toda la capa sexual acaba teniendo la sutileza de unos macarrones con tomate a las cuatro de la mañana tras regresar de una borrachera. Con todo y con eso, e incluso contradiciendo lo que acabo de decir, sentí que lo que pasaba en el mundo real es mucho más interesante que lo que pasa en esa otra dimensión, la cual revisitaremos unas cuantas veces por los mismos pasillos, como si en lugar de un universo alternativo estuvieras únicamente yendo a un planeta del tamaño de una manzana de tu pueblo.


Una figura femenina anda por un mundo viscoso y muy orgánico, con poca luz


Pero no estamos solo ante repeticiones dentro de Lust from Beyond sino que, como he dicho anteriormente, en el juego vais a encontrar la inmensa mayoría de situaciones que ya habíais vivido en Prologue y en Scarlet. De haber sabido todo esto, lo cierto es que hubiera jugado al producto final sin más, ya que llegué considerablemente agotado a la traca final para comprobar que, encima, aproximadamente un tercio del juego no es más que una repetición de lo ya jugado, ya sea en situaciones o directamente en escenarios.


Si todavía no os habéis hecho una idea de lo que tenéis delante, como juego, solo tenéis que pensar en un walking simulator de abrir cajoncitos con gestos en busca de vendas o pastillas que intenten reducir el medidor de cordura. Este último es especialmente molesto, ya que mirar cualquier mínima cosa os restará cordura, lo que implicará una mayor oscilación del movimiento de la cabeza en primera persona -la oscilación se puede quitar-. También es de esos donde coges todo sin mucho contexto, para usar luego en puzles que todavía no habías ni visto o incluso para guardar como coleccionables para marcar la casilla. Generoso en el sigilo, con unos enemigos bastante ciegos -puede que de masturbarse-. De acción, poca, pero la hay. Poco agradable cuando la cosa va de acuchillar -se echa de menos una eliminación por la espalda en las partes de sigilo- pero algo mejor cuando nos dan una pistola -muy poco tiempo en el juego-. 


Una mala interpretación de voz acaba por cerrar un producto un tanto irregular, que brilla a veces por intentar algo distinto pero que acaba cayendo en lo más obvio. Sus giros de guion tampoco consiguen el efecto deseado. Por lo menos, eso sí, no es un juego incómodo de jugar y no parece querer perderte demasiado, como le pasaba por ejemplo a Agony (Madmind Studio, 2018), de obligada mención por motivos obvios.




La fórmula de Lust from Beyond no acaba de funcionar, por motivos obvios. Su universo era lo suficientemente rico como para no haber caído en lo obvio, y esta M Edition es una pequeña auto-zancadilla que deja todavía más el juego en evidencia, quedándonos con una conclusión todavía más patente: Lust from Beyond apostó por el morbo y no se preocupó de trabajar todo lo demás.


Puntuación para Lust from Beyond: M Edition - 4


No hay comentarios :

Publicar un comentario