El horror erotica se da un paseo por universos lovecraftianos para darnos una experiencia distinta en un género manido.
Jonathan Moon recibe una carta de su desaparecida esposa dándole unas instrucciones muy claras sobre su localización. Allí, infiltrado en una mansión, descubre un culto donde enmascarados inician una orgía ceremonial para abrir las puertas a la dimensión de Lusst'ghaa, un mundo terrorífico donde la lujuria sirve de alimento para las peores pesadillas. "Ya hemos estado allí. Hemos contemplado el vientre cósmico de los Dioses de la Lujuria. Debemos Regresar. Nada podrá detenernos, ni siquiera el espacio, ni el tiempo".
Bajo esta premisa fluye Lust for Darkness, un juego que llamó mi atención desde su propio Kickstarter, y que fue desarrollado por Movie Games Lunarium. El proyecto vio la luz en 2017, y ya cuenta con una secuela llamada Lust from Beyond que, fuera máscaras, tardaré poco en jugar.
Vamos a ser pragmáticos para empezar, y vamos a dejar claro lo que encontraremos en Lust for Darkness. Un terror de abrir puertas y girar objetos que vamos cogiendo por el escenario, que todos conocemos por desgracia, y que sabemos que no aporta absolutamente nada en lo jugable. Un terror de mirar escenas perturbadoras y que se ponga la pantalla borrosa entre respiraciones agitadas y tambaleos del protagonista. Un terror de abrir cajones uno por uno en busca del enésimo memento que aporte un poco de profundidad a la historia. Sí, el juego de Movie Games Lunarium es todo esto, y desgraciadamente no vais a encontrar nada más en él en estos términos, pero existe esta vez una capa extra de terror erótico con escenas de sexo explícitas y el retorcimiento de la psique para coger estos elementos y mezclarlos con el terror cósmico de Lovecraft que nos ayudó a visualizar tantas veces H. R. Giger. Todos estos elementos forman unas sinergias que no he visto tantas veces en el género, y las pocas que lo he hecho, no han salido precisamente bien -véase Agony (Madmind Studio, 2018)-.
Este culto erótico en una mansión repleta de gente enmascarada y aparatos diseñados para el placer nos traslada a los universos thriller-eróticos de Kubrick en su Eyes Wide Shut de 1999. No, Movie Games Lunarium no tiene tanto gusto y sutileza a la hora de la insinuación, como demuestran la cantidad de consoladores que solemos encontrar por los cajones de la mansión como única recompensa morbosa de la exploración, pero lo cierto es que considero que esta mezcla de ideas junto con la inclusión del sexo explícito está tan en pañales en esto del videojuego, que no soy capaz de ponerme sibilino de más con una obra que me aportó algo diferente, más todavía cuando toda la idea de este análisis gira en torno a esa sensación de haber encontrado por fin algo que se salga un poco del molde del género.
Más allá de abrir cajones y puertas -un mal que apareció por culpa de la influencia de la época dorada de los controles por movimiento y que por alguna razón no somos capaces de quitarnos de encima en el género-, en Lust for Darkness atravesarás pequeños puzles que rozan lo no mencionable, un uso de una máscara que revela caminos secretos, y unas escenas de jugar al "pillao" que sin duda ridiculizan un poco el producto final. Si a esto le unimos una traducción algo deficiente, un actor de voz principal fuera de lugar, una resolución de adolescente palomitero, una OST repetitiva y serios problemas con los efectos de sonido, la sensación es la de que no vamos a encontrar nada más allá del reclamo que suponen sus ingredientes base.
Tengo que ser consciente de mi situación y reconocer que, como habréis notado, es un juego que me pareció interesante, pero debido a que ha sido mi primera experiencia con un juego tan sexualmente explícito dentro de un género que me apasiona tanto como es el terror, y donde cada vez me cuesta más encontrar títulos que me aporten algo. Soy consciente también de que su presentación es algo básica, y que podría hacer mucho más a la hora de jugar con sus elementos antes de lanzarte orgías en pantalla sin demasiado interés por lo estético y formaciones falo-alienígenas que impresionan pero acaban perdiendo chispa. Es por esto que, como digo, me genera especial curiosidad su secuela.
El terror cósmico y el erotismo se dan la mano en un juego encorsetado por los problemas de un género que no evoluciona, y cuyas mecánicas se sienten cada vez más de una década pasada.
Alguien dijo erótico? 🤔
ResponderEliminar*sonrisa de Vegeta
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