Puede que vengáis aquí sin saber muy bien qué es esto de Return to Ash, pero lo cierto es que es un juego que, para mí, tiene un valor especial.
Zhenghua Yang es la persona detrás de Serenity Forge. Vale, son muchas las personas encargadas de que le haya ido tan bien a una de las distribuidoras indie más queridas del mundo de los videojuegos, pero la figura del señor Z ha sido capital, incluso más allá de ser la persona fundadora del estudio. Mi conexión con dicha figura es muy curiosa, y es que me topé, no sé ni cómo, con Loving Life allá por 2013. Dicho juego fue el primer paso de Z en el mundo de los videojuegos y también el primer ladrillo de lo que es Serenity Forge. Aquel juego, que por cierto podéis jugar en su reedición en Steam de manera gratuita, narraba la dura y a la vez fantástica vida de Z, en una de esas visual novels centradas en "los videojuegos salvaron mi vida" donde el protagonista es el propio Z. No vamos a alargar mucho esto porque directamente os invito a que conozcáis la historia por vuestra propia mano, pero sabed que aquel juego me impactó lo suficiente como para humildemente mandar un mensaje al propio Z, con el que tuve el placer de intercambiar palabras y sentimientos prolongando mi conexión con el juego. Serenity Forge nació, creció y sin duda se desarrolló, y de alguna manera siempre me he sentido unido a esa compañía, como quien ve a alguien dar sus primeros pasos para acabar llegando muy lejos.
Por aquí han pasado numerosos títulos de Serenity Forge desde entonces, y la verdad es que todos han tenido reviews positivas. Importantes títulos como Doki Doki Literature Club o, más recientemente, mi querido Centum -del que considero que se ha hablado demasiado poco-, son muestra de lo que podemos encontrar en Serenity Forge como distribuidora. En cualquier caso, algo ha llamado poderosamente mi atención en las últimas semanas: Zhenghua Yang ha vuelto. Vale, nunca se fue, pero últimamente quizá ha estado centrado en la parte más corporativa de Serenity Forge, ejerciendo más como productor que como creador de videojuegos en los lanzamientos más recientes. Su experiencia en diseño, arte y narración pasa por juegos como Where the Water Tastes Like Wine (2019) o The King's Bird (2018), pero hacía mucho tiempo que, salvo que esté yo equivocado, se detuvo en un videojuego de una manera más creativa. Return to Ash es el primer juego en mucho tiempo donde aparece, además de como director ejecutivo, como artista, ya que ha diseñado los fondos que acompañan al juego. También se ha encargado de los efectos de sonido. Estamosm, en realidad, ante una especie de pildorita porque, además de que el propio Z ha comentado que echaba de menos volver al apartado más creativo de los videojuegos, también tenemos confirmada su labor en el futuro Fractured Blooms, una de las apuestas más ambiciosas de Serenity Forge como desarrolladora y cuya fecha de lanzamiento está por confirmarse.
Me estoy centrando en la figura de Zhenghua Yang porque considero que este contexto es importante, pero no quiero ponerlo bajo el foco cuando este Return to Ash es una obra que nace de otra desarrolladora distinta, que se ha ocupado de prácticamente todo. Sophie Gray es la verdadera creativa del proyecto, ocupándose tanto de la narración como de la parte artística, incluida la propia música. Su visual novel, que nació en 2022 bajo el nombre de "Life After Death Afterlife" atrajo la atención de Serenity Forge, completando el proyecto y rebautizándolo como Return to Ash.
Por delante tenemos una visual novel bastante liviana con toma de decisiones por medio, que prácticamente te garantiza acabar en una sentada cada una de sus ramificaciones. Cuatro personajes componen el casting, y la relación con ellos determinará qué final obtenemos. Varias implementaciones de opciones de calidad de vida, incluyendo una tabla con los distintos finales o un skip para llegar justo al momento donde hay novedades, redondean una visual novel que cumple con lo que pide hoy en día un género que siempre necesita de una serie de opciones que hagan cómoda la estancia del jugador.
La muerte social
Ashleigh despierta en el hospital donde lleva ingresada casi un año, solo que esta vez todo es diferente: por primera vez en todo este tiempo no se siente mal, no le duele nada, simplemente se siente normal. La mala noticia es que no tiene a nadie a quien contárselo, porque el hospital está vacío. Ash no tardará en sumar 1+1 y llegar a la conclusión de que ha fallecido. Así se lo confirma Scarlet, la primera persona con la que se cruza por los pasillos. Sin embargo, hay mucho misterio en torno a esta situación, y todos tienen la sensación de que, más que en un cielo o infierno, se encuentran en una especie de limbo desde donde creen que pueden todavía revivir.
No tardaremos en entender el mensaje que Sophie Gray quiere remarcar con su juego. La muerte social aparece como referente en todo momento, de manera implícita y explícita. Una muerte que no es física, pero que se da cuando todo a nuestro alrededor parece obviar nuestra existencia, bien sea por nuestros actos o porque, simplemente, no merece la pena seguir luchando con o por nosotros. Cada personaje del juego se enfrenta a esta muerte social de una manera distinta, al igual que ha llegado a ella por motivos muy diferentes. Return to Ash enseña este limbo inspirado en esos momentos donde algunas personas dejan de existir a pesar de seguir vivas en el plano terrenal.
Todo esto suena muy profundo, lo sé, pero lo cierto es que Return to Ash es una visual novel muy sencilla, que mediante simpáticos toques presenta situaciones no tan simpáticas. Al final, he notado que más que intentar dar una lección o una moraleja sencilla, lo que verdaderamente tenemos es un juego de entender las motivaciones y preocupaciones de cada uno de los personajes. Admito que eché de menos un poco más de punch a la hora de presentar ideas tan profundas que pasan de una manera demasiado anecdótica, pero también agradecí el tono relajado que, al fin y al cabo, tiene más sentido en una visual novel que no busca robarte tu tiempo, sino ser una mera compañía para un par de horas.
Como digo, este juego tiene un valor un poco más especial para mí, pero incluso si consigo aislar todo ello, creo que Return to Ash es una buena visual novel precisamente por plantear cosas que no necesita desarrollar pero que se sienten igualmente importantes, apelando más a la inteligencia del jugador que a la moralina obligada de turno.
Copia de prensa proporcionada por Serenity Forge.
No hay comentarios :
Publicar un comentario