Esta es una historia sobre esperanza. Esta es una historia sobre sueños. Esta es una historia sobre secretos. Esta es una historia sobre amor. Esta es una historia sobre miedos. Esta es una historia sobre pérdida. Esta es una historia sobre arrepentimiento. Esta es una historia sobre fantasmas. Esta es una historia sobre mentiras. Esta es una historia sobre el infierno. Esta es una historia sobre la muerte. Esta es una historia sobre puzles mal diseñados.
Contamos con análisis también en vídeo:
Hay muchas cosas que celebrar hoy con la excusa de la salida de Luto. Primeramente, la existencia de Broken Bird Games, una desarrolladora ubicada en las Islas Canarias que recalca que Luto es su primer juego. Hacen bien en decirlo en activa y por pasiva, porque incluso sabiéndolo de primera mano, a mí me cuesta creer que semejantes valores de producción y de ejecución provengan de la opera prima de un estudio. No siento que me pase si digo que Luto está entre los más destacados en cuanto a impacto visual del año, tanto en temas más brutos como abstractos.
Luto me interesó desde el primer día. Recuerdo añadir el juego a la wishlist en 2022, a pesar de mostrar solo un trailer que dejaba poco que ver. Mi instinto saltó porque, al fin y al cabo, llevo toda la vida jugando a juegos de terror de todo tipo de presupuestos y uno acaba diferenciando casi al momento lo que merece la pena de lo que no. Prácticamente en ese momento me aislé de Luto, porque quería llegar sin ningún tipo de idea al producto final, pero con lo poco que veía sentía que era imposible que se alcanzaran las sensaciones que veíamos en los trailers y que esto iba a ser, en el fondo, otro clon de P.T. más de los que tanto hemos sufrido. Por fortuna me equivoqué, Luto no es Visage -que ejemplifica todo lo que no quiero en un juego de terror-, y aunque la sombra de P.T. también cae en cada uno de los rincones de Luto, puedo decir que quedo enormemente satisfecho con la propuesta.
Y aquí es donde tenemos un gran motivo de celebración: el terror está en buena forma. Por supuesto, sigue existiendo una piscina llena de títulos a la que no has de tirarte, hecho con motores sencillos que buscan que el streamer de turno se lo instale una noche aleatoria y le pueda propiciar los suficientes jumpscares como para que la cosa llegue al clip viral, pero juegos como Luto me hacen creer en el género de nuevo. La lectura está clara: hay que aferrarse a algún pilar cada año, como pudieron ser Silent Hill 2 (Bloober Team, 2024) o Alan Wake 2 (Remedy Entertainment, 2023), pero hay que bucear para encontrar producciones menores para, digamos, tomar el pulso del género que completen la visión completa de su estado. Juegos como este Luto, Karma: The Dark World (Pollard Studio LLC) -al que ninguno parece capaz de toserle- o Still Wakes the Deep (The Chinese Room, 2024) son ejemplos de buen hacer en este género, alejándose de manidos jumpscares que dejaron de tener gracia para contar historias que van mucho más allá, superando ya la mal-llevada etiqueta del walking simulator para apostar por narrativa y profundidad sin complejos. No es casualidad que en muchos de los análisis de juegos de terror que últimamente dejo por aquí aparezcan referencias a What Remains of Edith Finch (Giant Sparrow, 2017). Creo que es importante toda esta lluvia de nombres para entender lo que, creo, buscamos en los juegos de terror. Luto en concreto es un juego al que creo poder sacarle una última inspiración, aunque esta vez sacada del séptimo arte: Babadook (Jennifer Kent, 2014). Hay muchos temas tangenciales con aquella película en los que no quiero meterme porque rozaríamos la etiqueta del spoiler, pero que creo son muy útiles para haceros ver qué hay detrás de Luto sin tener que ser muy explícito.
Lamento deciros que Luto no es un juego de terror al uso, y celebro deciros que eso es una buena noticia en mi caso. Es un juego bastante inteligente, capaz de tirar de numerosos clichés pero llevarlos al beneficio propio. No es ya construir una tensión para saber desenredarla en el momento oportuno, que es algo que también hace, es más bien tener la capacidad de saber por adelantado lo que va a pasar y que, con todo y con eso, te lo pienses dos veces antes de pasar corriendo por ese pasillo. No es que me haya dado miedo en algún momento, porque yo estoy muy vacunado frente a estas cosas, pero sé diferenciar cuándo estamos ante un terror trabajado y cuándo no, y sin duda Luto lo está, incluso cuando quizá pueda parecer escaso. Broken Bird Games ha trabajado más la sutileza del segundo plano, incluso sabedora de que muchos de sus puntos fuertes pueden pasar desapercibidos porque, simplemente, el jugador ni siquiera estaba mirando.
Entre todas las menciones de influencias y comparaciones varias, supongo que todo huele a que Luto es un juego magnífico a la altura de los más grandes, pero... temo decir que no es así. Esto es muy hiriente porque tenía todos los ingredientes para ser uno de los juegos más representativos del género en mucho tiempo, pero decide ponerse zancadillas constantemente en detrimento de la experiencia del propio jugador.
Hablamos de los puzles. Luto es un walking simulator con puzles que de vez en cuando hacen acto de presencia. Los justos como para que no deje de ser un walking simulator de terror, pero los necesarios como para no decir aquello de "esto no es ni un juego". El problema es que, por una parte estos puzles no aportan nada, y por otra parte, su diseño creo que está directamente mal enfocado. Puzles obtusos en muchas ocasiones, que no son capaces de delimitar su marco ni dejar claro al jugador no solo qué tiene que hacer, sino dónde tiene que buscarlo. Adoro ir andando por la casa a mi ritmo usando la sensibilidad del stick para darle mayor realismo al asunto, pero no tiene nada de divertido perderse en un laberinto de habitaciones porque no sabes cómo resolver un puzle, cuando ni siquiera sabes qué estás buscando y, lo peor, no sabes ni siquiera si tienes que buscar algo. Los marcos del puzle no están claros, los pasos a dar no están claros, las resoluciones no están claras y no puedo decir que disfrutara del juego cuando, de su ya de por sí corta duración, eché a la basura dos horas dando vueltas recorriendo los mismos pasillos una y otra vez, hasta el punto de haber tenido que pedir ayuda al desarrollador para la resolución de alguno de ellos y, sinceramente, sentir que dicha resolución está lejos de ser la adecuada para un buen puzle.
Al igual que llevo años hablando por aquí de juegos de terror, también llevo lo suficiente a las espaldas sobre juegos de puzles como para detectar este tipo de problemas. Quizá sea un tema de ser un estudio nuevo y han pecado de intentar hacer puzles que de verdad requieran de una mayor atención u originalidad, con un toque de pensar fuera de la caja, pero cuando ni siquiera sabes qué es la caja, se hace muy difícil. No es un tema de dificultad, es un tema de diseño, y en eso, creo que Luto deja mucho que desear. Otra prueba de la falta de ingenio llega en el resto de puzles más obvios, donde se nos insta continuamente a buscar objetos por el escenario sin mayor inspiración, en una propuesta un tanto manida y aburrida. Sin embargo, la buena noticia es que no estamos ante un juego de puzles. Ese par de puzles que, intuyo, dejarán a mucha gente fuera de juego -especialmente cuando el primero de todos es el más complicado, suponiendo ya de por sí un antecedente peligroso- estropean el concepto general del juego, pero no acaban perjudicándolo tanto como para no recomendar jugarlo. Luto sigue siendo un buen juego de terror, y su atmósfera es atrapante incluso cuando los puzles se han dedicado a matarte toda esa ambientación y tensión conseguida durante demasiadas veces. Luto va remontándose sobre sus propios errores.
Poco más puedo deciros de Luto en cuanto a lo negativo. Puedo ir más a lo subjetivo y contaros que el narrador no me ha gustado, por su mero tono interpretativo. Creo que es otro elemento que me sacó del contexto cada vez que aparecía. Es un poco irregular porque hay partes donde, sin entrar en detalles, sí que es necesario, pero creo sinceramente que Luto sería un poquito mejor sin su presencia y, sobre todo, sin esa primera fase tan descriptiva que me hacía sentir que estaba en una especie de The Stanley Parable de terror. En cualquier caso, a diferencia de lo de los puzles, esto sí que creo que es más una cuestión de preferencia personal que de un problema en sí mismo.
Lo que tengo claro es que Luto es una muy grata sorpresa, y es un juego que puedo recomendar con todo el gusto del mundo. De lejos, muy por encima de la media del género, y un juego que puedes citar como ejemplo de cómo crear un buen juego de terror que es mucho más que un mero cascarón. Sus problemas son especialmente dañinos, y lo son porque restan demasiado a un título que, si llega a preocuparse un poco más de cuidar al jugador, podría habérseme colado entre los más destacados del año. Sorprendido por ver que han cumplido las altas expectativas, pero a la vez algo triste por ver pasar una oportunidad perdida.
Jugado en PC (Steam) con una clave de prensa proporcionada por Broken Bird Games.
Edición física de Selecta Play
Selecta Play traerá una edición física especial de Luto en PS5 en septiembre, por lo que os invito también a que le echéis un vistazo a través de su página oficial.
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