SLIDER

27 sept 2025

SHUTEN ORDER - ANÁLISIS


Pague uno, llévese cinco.




Como el señor Kazutaka Kodaka no tenia bastante con hacer una visual novel de 100 finales y con un complicado sistema de estrategia por turnos con chorrocientos personajes jugables con distintos parámetros y habilidades especiales de por medio, pues hoy tenemos otro juego suyo que debió preparar mientras dormía o algo similar. Shuten Order es una muy entretenida visual novel que solo ha tenido la mala suerte de coincidir con The Hundred Line: Last Defense Academy.

El principio es atrapante como pocos: tienes amnesia y no sabes cómo has llegado a la habitación. Vale, quizá suena a lo de siempre, porque Kodaka casi que hace autoparodia de sus juegos con estos comienzos, pero siempre funciona. En este caso, pronto descubrirás que has sido asesinado y que lo que estas viviendo es una prórroga para encontrar al culpable, justo antes de que tu cuerpo deje de existir definitivamente, para conseguir así completar un ritual que te devuelva a la vida. La buena noticia es que tienes cinco sospechosos claros, los cuales ostentan el título de ministro en cada uno de los ministerios que conforman la Shuten Order. Así, oculta bajo la premisa del detective y con el conocimiento de que tu asesino es uno de ellos, te tocará elegir con quién vas a pasar tus últimos momentos para averiguar tanto las razones y motivos de tu propio asesinato como los secretos que guarda un mundo del que no recuerdas absolutamente nada.




La gracia de Shuten Order radica en que cada una de estas historias se hace desde el enfoque y mecánicas de una visual novel distinta. Cinco aventuras que representan cinco nichos diferentes, resumiendo un poco las tendencias de las visual novels contemporáneas. Así, el ministerio de justicia de Inugami esconde una historia de detectives a lo Danganronpa, el ministerio de sanidad a cargo de Ushitora nos llevará a una escape room, el ministerio de ciencia de Teko Ion a un relato de historias cruzadas, el ministerio de educación con Kokushikan a la cabeza nos invitará a vivir un romance y el ministerio de seguridad de Fushicho una aventurilla con tintes de terror. La visual novel es el nexo común de todas estas historias, pero cada una de ellas vira hacia el nicho que la representa.




El orden en el que juguemos estas cinco aventuras queda a nuestra elección, sabiendo que nos tocará pasar por todas y cada una de ellas para llegar a la resolución final. Esto es arma de doble filo, porque por un lado queda un juego tremendamente dinámico, pero a la misma vez uno que necesita que cada jugador se conozca lo suficiente como para elegir un orden adecuado, cuando cada uno de nosotros tenemos unas preferencias distintas. Diría que todos los episodios están suficientemente equilibrados como para que la elección sea adecuada, salvo el episodio del ministerio de la ciencia, llevado por Teko Ion, que me pareció muy por debajo del resto en todo. Especialmente destacar una presentación plana y aburrida, que se aleja del excelente diseño que presentan el resto de líneas narrativas. Además, este episodio concreto acaba siendo el más demandante de todos, por lo que tenéis que tener claro que buena parte de culpa del descenso en su puntuación final ha sido derivado de la mala experiencia de este episodio que, repito, más allá de que te guste más o menos lo considero una mala elección para empezar.


Si tenéis curiosidad, mi primera elección fue la del ministerio de seguridad, que acaba siendo la más dinámica por su idea más "jugable", para luego saltar al Danganronpa-like que tenemos en el ministerio de justicia con un caso aceptable pero que adolece de lo de siempre: historias atrapantes pero procesos deductivos mejorables. Para el intermedio utilicé el romance del ministerio de educación, que peca de ser tonto de más pero a la misma vez funciona bien como una pequeña parodia del género. Sufrí el mencionado episodio del ministerio de ciencia dando las gracias de no haber caído ahí para empezar, porque me hubiera hecho probablemente abandonar el juego, para acabar en el ministerio de salud, con una historia un poco tonta pero a la misma vez atrapante que, de nuevo, saca pecho con sus giros de guion marca de la casa.




Los capítulos se me han antojado algo largos de más -alrededor de siete horas cada uno- y la estructura creo que ha perjudicado su propio ritmo. Si bien célebre el dinamismo de estar saltando no solo de una historia a otra completamente diferente, sino también saltando entre los distintos tipos de visual novel, la verdad es que acabé un poco mareado con tantas subidas y bajadas de ritmo. Alcanzar los finales de estas aventuras suponen clímax interesantes en su argumento, que acaban por dejar cliffhangers a los que no acudiremos hasta mucho más tarde, ya que tocará empezar de cero con otra aventura.


Una vez has pasado por los cinco ministerios, todavía te queda más de una decena de horas para dar conclusión a una historia que se acaba arrastrando demasiado con flashbacks que entorpecen el avance. Lo que parece una conclusión acaba siendo una mera introducción de un pasaje que, a todas luces, acaba perjudicando demasiado, hasta el punto de que llegué a sentir que el viaje no había merecido la pena. Y es que decidme, si no, qué pensáis cuando un juego os invita a grabar porque "a partir de este momento no podrás volver a grabar de manera manual". Para mí, es claro mensaje que viene a avisarte de que te relajes porque viene el tramo final, y que te asegures un tiempo libre para poder afrontar el desenlace. Pues en Shuten Order este tiempo libre a asegurar supera las diez horas. Sí, en ese tiempo el juego va haciendo guardados automáticos, tranquilos, pero a la misma vez, dice mucho de hasta qué punto se extiende una parte final que solo guarda interés durante su primer par de horas.


He mencionado el diseño visual un poco de pasada cuando es una de las cosas que más me han gustado. La elección de colores y recursos me han amenizado la mayoría de relatos, y de verdad que he sentido una subida en calidad visual al compararlo con otras obras de Too Kyo Games y sus responsables. Lamentablemente, estas sensaciones iniciales tan buenas se disipan con presentaciones más planas una vez entramos de lleno en cada una de las historias que se nos cuentan.




Shuten Order se siente como una estupenda visual novel para iniciarse en el mundillo, que sería mucho mejor si cada caso y, sobre todo la parte final, se hubiera recortado en varias horas. Acaba funcionando como una especie de triaje de visual novels, que te permite coquetear con las bases de todas las que últimamente pueblan el género, para que decidas cuál será tu próxima obsesión. Voy a decir el tópico de que la suma de sus partes da algo más, ya que esta sinergia es obvia cuando siento que me ha gustado el juego pero, a la misma vez, resoplo en cada una de sus individualidades demasiadas veces. Siento que me va a gustar más cuando quede en el recuerdo que mientras escribo estas líneas.




Jugado en PC (Steam).

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