El juego con menos complejos que he jugado en mucho tiempo.
Estoy en una etapa extraña de mi vida, volviendo un poco a mis orígenes alejándome de los juegos populares de turno. Este BloJ se ha caracterizado por hacer análisis de juegos poco conocidos, porque tengo una vena exploratoria que en algún momento perdí un poco, más por falta de tiempo y por las exigencias de la actualidad videojueguil que por otra cosa. Podéis ver muchas de estas rarezas en el listado de análisis completo, pero pocas se me ocurren del nivel de este Weapon of Choice.
El juego más feo que he visto en mi vida. De verdad que os lo digo. Las imágenes no hacen justicia para el despropósito visual que tenéis esperando en Weapon of Choice, pero a la misma vez, es tan extrema la cosa que se da la vuelta entera y acaba entrando por la escuadra. ¿La mente detrás de esto? Mommy's Best Games, de quienes me he tomado el placer de investigar un largo rato para comprobar una extraña pasión por sacar juegos bastante únicos basando su diseño en tres grandes pilares: "Crazy, Fun, Now". Pude sentir, desde luego, una apuesta por lo arcade, por la satisfacción inmediata, mientras presenciaba ojiplático lo que tenía en pantalla.
Estamos ante el placer culpable definitivo, y no tiene mayor reconocimiento por mi parte porque el contenido es alarmantemente escueto. Weapon of Choice es, dicho pronto y mal, un Contra donde tendremos que disparar a todo lo que se mueve. Las exigencias del juego son bastante más asequibles, y solo se complicará la cosa si pasáis por los niveles de dificultad superior. Apostando por el normal, lo que encontraréis será una acción caótica en mapas de una apertura curiosa, que pueden recordar a Sonic en su diseño por la presencia de varias rutas posibles. Pronto, empezaremos a descubrir las bondades del juego, capitaneadas por distintos personajes con distintas habilidades y armas. Por el camino, encontraremos agentes M.I.A. que rescataremos, y que se sumarán a nuestro escuadrón actuando en forma de vidas. Si nos da cualquiera de los peligros presente en cada nivel, perderemos ese soldado, pero podremos cargar con él con otro para llevarlo al final del nivel y rescatarlo. Eso sí, encontrarse a otro soldado entre medias supondrá que tengamos que elegir entre uno u otro.
Como digo, es su escasez de contenido lo que hace de Weapon of Choice algo más anecdótico de lo que me hubiera gustado. Estamos hablando de que cada partida ofrecerá distintas rutas para el personaje, lo que se traducirá en distintos finales. El problema es que cada una de estas partidas puede durar en torno a quince minutos, y descubrir todo lo que trae el juego no nos llevará más de una horilla. Esta sensación de poco contenido acaba haciendo daño a un juego que me ha llegado a sorprender más que prácticamente cualquier cosa que he jugado en todo este año.
Me he pasado buenos ratos matando enemigos que no sé lo que eran, diseños infames llenos de color donde nada encaja con nada, donde encontré una inexplicable belleza en todo ello. No, esto no es wabi-sabi, ni nada que tenga un poquito de profundidad. Esto es simplemente ver algo tan excéntrico que te produce una risa tierna. Algo así como ver un dibujo de un niño pequeño que ha salido bastante mal, pero que es inevitable adorar hasta la saciedad. La música, que parece sacada de una noche de zapping en la que acabas en un canal que está emitiendo una competición de monster trucks, es la guinda definitiva para un producto único, genuino, al que no parece importarle nada. A mí, desde luego, me ha dado lo suficiente como para que tenga en mi radar todos los juegos de Mommy's Best Games.
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