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10 dic 2023

LIKE A DRAGON GAIDEN: THE MAN WHO ERASED HIS NAME - ANÁLISIS


Kazuma Kiryu recibe su homenaje. Temprano o no, ya lo veremos.




La saga Yakuza, o Like a Dragon si lo preferís, asaltó El BloJ hace un tiempo y ahora raro es el mes que no tenemos algún contenido de la saga. Como no quiero repetirme más, os insto a que echés un vistazo por todo el contenido de Yakuza que tenéis en El BloJ.


Dado por hecho que ya contáis con mi contexto, podemos empezar a hablar de este Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name, que abreviaremos como Gaiden por aquello de no teclear de más. Estamos ante el último lanzamiento de la saga y, por tanto, el primer Yakuza que he jugado de salida, y donde me he podido quedar en él hasta completar absolutamente todo lo que tiene que ofrecer. A pesar de ser un juego menor, he acabado echando en él cerca del medio centenar de horas para completar no solo los logros, sino toda la red de Akame -el nuevo sistema de recopilación de contenido secundario-.




Decimos juego menor porque la propia Ryu Ga Gotoku así lo dijo, confirmando que se trataba en realidad de un DLC para Like a Dragon que se les acabo haciendo lo suficientemente grande como para salir de manera independiente. Creado con un pequeño grupo de trabajadores de la compañía dedicado al proyecto, Gaiden es una vuelta a los orígenes con un Kazuma Kiryu estelar, en lo que ya huele al ocaso de sus apariciones en la saga. Lo que tenemos delante es la trama que sucede entre los acontecimientos de Yakuza 6 y Like a Dragon (Yakuza 7), y hasta que no veamos los hechos que ocurren en Infinite Wealth (Yakuza 8) no podremos determinar hasta qué punto lo que tenemos delante es una oda a Kazuma Kiryu.


Cinco capítulos de corta extensión nos aportarán la intensidad suficiente y todo el saber narrativo de Ryu Ga Gotoku a la hora de crear un nuevo Yakuza. Sí, Gaiden se siente inferior como producto, pero guarda la misma epicidad que sus hermanos mayores y desemboca en un nuevo final donde la intensidad no es menor que en el resto de los finales que ultimamente hemos venido teniendo -desde Yakuza 5, diría-.




Quizá Gaiden sea un Yakuza trampa para aquellos que aprovecharon el aire de reboot que tiene Like a Dragon (Yakuza 7). Por un lado, venir del combate por turnos para encontrarnos con beat 'em up algo difícil de asimilar para los recién llegados, y por otro, una sucesión de peleas difíciles nada más empezar, en lo que es uno de los aterrizajes más duros que le recuerdo a un Yakuza. Quizá la propia Ryu Ga Gotoku hizo esto conscientemente, para ser claro con los fans de la saga, y alejar aquellos que intenten meterse en un juego cuyo éxito depende, seamos sinceros, de que se trabaje la conexión con Kazuma Kiryu desde varios títulos antes.


Para los que estamos en ese barco, Gaiden no solo es un buen Yakuza, sino también uno que bien puede estar en el top de los últimos lanzamientos. Tras el flojo Ishin, Gaiden ofrece una jugabilidad refinada capitaneada por dos modos de combate, con sorpresas inesperadas que hacen que Gaiden tenga algunas pinceladas de la saga Arkham de Rocksteady, acercando a ratos a Kiryu a un superhéroe repleto de accesorios como si de un Bruce Wayne se tratara.




Gaide es exactamente lo que puedes esperar de él, un producto para el gozo y disfrute de un Kazuma Kiryu en su mejor momento. Veremos si, tal y como pasa en la saga desde el 5, la fotografía estática del análisis de cuando salió el juego se corresponde con lo que va ocurriendo en las sucesivas secuelas.




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