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16 nov 2023

THE INVINCIBLE - ANÁLISIS


Starward Industries nos hace llegar, por medio de 11 Bit Studios, una de las experiencias narrativas del año sobre la agridulce capa, para muchos, del walking simulator.




Análisis completo en vídeo por aquí:




The Invincible es una adaptación de la novela polaca de mismo nombre, escrita por Stanisław Lem en 1964, que supuso una de las obras pioneras en cuanto a la exploración de términos tan avanzados como nanorobótica e inteligencia artificial colectiva bajo la premisa del término "necroevolución". Sin entrar en demasiados detalles de la trama, en The Invincible encontraremos un walking simulator con presencia de toma de decisiones encarnando a Yasna, una bióloga que, tras un episodio amnésico, despierta en la superficie de Regis III sin contacto con su equipo. Muy pronto estableceremos contacto con la Libélula, una pequeña nave de la que somos parte de su tripulación de seis tripulantes, que viaja por remotas regiones en forma de unidad de investigación. Con la ayuda del comandante de la nave, con quien estaremos en contacto radiofónico continuamente, intentaremos descubrir cuál fue el destino de cada uno de los tripulantes en Regis III además de todos los misterios que guarda el planeta.




El juego de Starward Industries se resume bien fácil, y no por ello menos acertadamente, como un Firewatch (Campo Santo, 2016) en el espacio. La continua comunicación por radio con la Libélula y la contínua elección de qué vamos diciendo, en un menú desplegable que calca sensaciones con el mencionado juego, nos transportan a todo lo que ofrecía en su día bajo una capa adicional de tensión y descubrimiento bajo una falsa sensación de exploración. Si bien The Invincible ofrece páramos por descubrir y presencia de mapas que estudiar, su desarrollo es profundamente lineal, relegando la exploración a algunos coleccionables de turno sin demasiado atractivo.


Esta exploración limitada queda patente desde el primer minuto, en el que somos conscientes de que no podemos saltar ni agacharnos, agravando la sensación con numerosos muros invisibles que acotarán todavía más nuestro camino, hasta el punto de obligarte a ir por rocas muy concretas donde se ejecutan las animaciones de escalada, cuando al lado tenemos rocas iguales perfectamente escalables que el juego no contempla como opción. Además, la interfaz, que va marcando en todo momento puntos de interacción y piedras monumentales de referencia, ensucia un poco la ambientación e inmersión.




La historia va intercalando flashbacks para unir todas las piezas del puzle, y dar una explicación y un sentido a todo de manera muy eficiente. Esto es lo que verdaderamente hace que The Invincible merezca la pena, al tratarse de un walking simulator sin mayor pretensión. Tenemos una historia interesante, con personajes bien cuidados e interpretados, con una inesperada apuesta por una toma de decisiones que se siente importante y trascendental. Un poco de psicosis setentera junto con megacorporaciones y el descubrimiento de tecnología antigua se acaban dando la mano en una historia que merece la pena ser contada y disfrutada en todo momento, y a la que solo le puedo pedir que hubiera metido un poquito de tijera al llevarnos a las seis horas aproximadamente de viaje, lo cual es demasiado para una experiencia de un carácter casi cinematográfico.


Gráficamente irregular, artísticamente notable. The Invincible se mueve en el atompunk sesentero-setentero como herencia de la fecha en la que se escribió el libro, para ofrecer en Regis III un paraíso utópico alienígena de wallpaper de PC repleto de ruinas y cavernas. No llegaría a decir que es un juego variado en lo visual, pero sí lo suficientemente dispar como para no aburrir a los ojos a lo largo de toda su duración. Incluye un modo foto algo parco, pero suficiente como para sacar algún "estuve en Regis III y me acordé de ti".




Starward Industries centra todos sus esfuerzos en hacer una historia que merezca la pena contar, y realmente todos sus pequeños problemas son más achacables a la base del género que a la parte de responsabilidad que pueda tener The Invincible en todo ello. No va a cambiarte la vida, pero si te enganchas tan rápido como a mí me pasó, vas a encontrar una de las experiencias basadas en narrativa más intensas del año, y desde luego un walking simulator muy por encima de la media que solemos recibir en el género.



Copia de prensa proporcionada por 11-bit Studios. En ningún momento este hecho ha repercutido en la opinión manifestada en este análisis.

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