La oveja negra de Kazutaka Kodaka.
Too Kyo Games vuelve a la carga por El BloJ. Kazutaka Kodaka, Masafumi Takada y Rui Komatsuzaki (Danganronpa), junto con Kotaro Uchikoshi (Zero Escape) son el núcleo visible de esta escisión de Spike Chunsoft que unía bajo un mismo sello algunas de las mentes más privilegiadas de los últimos años en el arte de la visual novel japonesa. Su primer lanzamiento como Too Kyo Games, Death Come True, fue un poco decepcionante por su formato de película interactiva. Llegaría entonces el World's End Club que nos ocupa hoy, antes de meternos en el recién lanzado Master Detective Archives: Rain Code, del que ya adelanto tendréis un análisis a no mucho tardar.
World's End Club ve la luz en 2020 como un juego para dispositivos móviles antes de lanzarse durante 2021 en Nintendo Switch y PC. Desgraciadamente, sirvió más para poner en duda el nivel de Too Kyo Games que para ilusionarse con su potencial, ya que World's End Club es un juego partido en dos, siguiendo el clásico "cada uno hace su parte del trabajo y luego el último día lo pegamos". Así, Too Kyo Games se encargó de la premisa y el diseño de personajes y escenarios, dejando toda la parte de programación, diseño gráfico y mecánicas jugables a Grounding (Crimson Dragon, The Good Life) la compañía de Yukio Futatsugi que parece servir de apoyo para co-desarrollos como es el caso del juego del que estamos hablando.
Como algunos sabréis, algunos de los juegos y sobre todo nombres que he mencionado en todo ese contexto tienen un rincón especial en mi corazón. La propia Too Kyo Games lo tiene, y cada lanzamiento despierta mi interés por razones obvias. Sin embargo, no puedo marear más con World's End Club, y he de dejar claro desde el primer momento que estamos ante un juego malo. No tiene sentido maquillar o resaltar sus virtudes cuando estamos ante un mal producto en prácticamente todos sus aspectos. Incluso la parte narrativa, donde World's End Club tiene los nombres detrás que tiene, no pasa de un estándar bastante básico que perdonaríamos de no ser por la pobre ejecución.
No solo eso, World's End Club tiene un punto engañoso que todavía no he acabado de entender o asimilar. Su primera hora esconde una especie de guiño a todas las obras maestras de los responsables, ofreciendo uno de esos juegos mortales de thriller amnésicos que prácticamente definieron el subgénero. Resuelto a toda prisa para que la broma no llegue demasiado lejos, y tras salir a la superficie, lo que tenemos por delante son unas 10-15 horas de visual novel entremezclada con niveles de plataformas con una cantidad de carencias inverosímil para 2020 e incluso para un juego de móviles. Es, sin duda, toda esta parte jugable, la que entierra un juego falto de animaciones, situaciones, puzles y sentido jugable en general. Un despropósito vacío que relega todo a su historia, con la cual un punto de conexión fortuita es lo único capaz de hacer que sobrelleves todo lo demás. A partir de ahí, elementos clásicos de visual novel traducidos en numerosas rutas para profundizar en los personajes y encontrar situaciones alternativas, una música decente a pesar de no contar con Masafumi Takada -corre a cargo de Jun Fukada- y un puñado de coleccionables para fomentar cierta exploración en los ya de por sí lineales niveles de presentación horizontal.
Lo cierto es que Too Kyo Games, por ilusionante que sea, tuvo un inicio algo turbulento. La apuesta por Death Come True, que no deja de ser una película interactiva, junto a este deficiente World's End Club, dista mucho del inicio soñado. Parece que se trata de un problema más de planificación que de otra cosa, ya que de los cuatro proyectos de los que se habló tras la creación de Too Kyo Games, el único donde parece que se han volcado los esfuerzos ha sido en Rain Code. Quizá también influye que en ese título exista un co-desarrollo con Spike Chunsoft. En cualquier caso, habrá que ver cómo se desarrolla la evolución de la compañía, y si la agrupación de talentos sigue funcionando a chispazos o se estabiliza encontrando su lugar.
Para Kodaka y compañía esta historia les hubiera funcionado mas como un anime que el juego que finalmente fue, que tiene sus momentos, pero el tedio de explorar sus escenarios sin nada que hacer hacen de la experiencia algo ni tan memorable mas allá del ultimo tramo. Aunque para lo poco inspirado que es en un inicio, el simple jefe final me resulto sorpresivamente intenso para lo que fue todo el resto.
ResponderEliminarYo no conseguí salvar ningún tramo, la verdad!
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