Mis peores presagios con la secuela de Coffee Talk no tardaron en materializarse.
Desde Indonesia, Toge Productions nos trae la secuela del título que más éxito ha cosechado en su haber. Una entrega tremendamente continuista en forma y modo, y a la que no le puedo permitir la repetición de errores por una segunda vez. De hecho, ya que nos vamos a quejar precisamente de lo repetitivo del asunto, no voy a caer en el mismo error y voy a invitaros a leer el análisis de la primera entrega de Coffee Talk, el cual puede valer, prácticamente 1:1, con el análisis de este segundo episodio.
Quizá conscientes de las pocas novedades, o mejor dicho, del continuismo de la entrega, Toge Productions ha optado por un "Episode 2" en su título en lugar de un Coffee Talk 2 más directo y contundente. Una pequeña ambigüedad donde el estudio parece escudarse, y desde cuya base se inicia un juego que claramente mira a aquellos que disfrutaron del primero. No hay nada de malo en ello, porque sí que creo que, aunque con menos pasión, sus seguidores quedarán contentos o como mínimo conformes, pero a esta segunda entrega le falta ambición, le faltan ganas de atraer nuevo público con su propuesta no solo continuista, sino también umbilical.
El primer Coffee Talk ponía sobre la mesa la discriminación como eje central de la obra, presentada a través de distintas razas personalizadas en criaturas mitológicas que buscan integración en la sociedad. No había que ser un detective para rascar un poco del mensaje que sanamente veíamos en el título de Togue Productions, un mensaje de integración y, sobre todo, de como la sociedad es capaz de automutilarse para poner barreras sea cual sea el contexto. Las buenas intenciones calaban a mitad de juego, pero quedaban diluidas por un exceso de repetición. Todas y cada una de las tramas que veíamos en el primer Coffee Talk acababan con el mismo mensaje, la misma moraleja, y desgraciadamente la repetición de esas ideas y esas conclusiones restaban la fuerza necesaria ante temas tan serios.
Coffee Talk: Episode 2 consigue mejorar un poco el reparto de mensajes, por decirlo de alguna manera, pero vuelve a caer en la repetición final de los mismos. En esta ocasión, cuestiones menos globales y más socialmente puntuales hacen acto de presencia, tocando otros tipos de discriminación además de la básica que sigue siendo la columna vertebral del juego. El acoso en redes o la capacidad de superación harán acto de presencia esta vez, convirtiendo a Coffe Talk: Episode 2 en una fotografía más puntual y estática de nuestro contexto real actual, y de alguna manera vuelven a hacernos sentir que hay una falta de sinceridad a la hora de abrazar según qué conceptos, casi como si tuvieran una lista en la que quisieran marcar todas las casillas del bienquedismo y no se preocuparan de, realmente, lanzar un mensaje contundente con su juego.
Unido con lo que he comentado sobre contentar al público base y no buscar nuevos horizontes, Coffee Talk 2 añade muy pocos personajes nuevos, aunque bien es cierto que las tramas principales de esta secuela les eligen a ellos como protagonistas. Por lo demás, viejos conocidos que se seguirán pasando por el café y prolongarán, de alguna manera, las historias de la primera entrega. Historias que, por otra parte, gozaban de finales felices en el anterior título y que ahora arrastran, dejando los problemas que van surgiendo en pequeñas nimiedades en comparación con lo profundo del anterior Coffee Talk. Esta apuesta por prolongar la presencia de los personajes convierten a Coffee Talk: Episode 2, en un juego demasiado restringido a aquellos que pasaron previamente por el primero.
Jugablemente, muy pocas novedades, pero estando ante una visual novel tampoco es algo que sea capital a la hora de valorarlo. La principal novedad es la presencia de dos nuevos tés, y con ellos, una nueva lista de recetas a desbloquear. Desgraciadamente, Coffee Talk: Episode 2 no ha aprendido de los errores del anterior en este aspecto, y servir las bebidas que te van pidiendo sigue siendo más un quebradero de cabeza que esa experiencia relajante unida al lo-fi que se nos promete, casi siempre por una falta de concreción e incluso de feedback con el jugador que pagaremos caro a menos que nos aseguremos de guardar partida entre cada uno de los pedidos. El resto de novedades pasa por entrega de objetos a personajes junto a sus bebidas -que llevarán a diferentes finales-, y un nuevo apartado en nuestro móvil que emula una red social donde los personajes van interactuando entre sí, muchas veces entre conversaciones, otorgándole cierta vida adicional al contexto.
A esta segunda entrega le falta ambición, le faltan ganas de atraer nuevo público con su propuesta no solo continuista, sino también umbilical.
Coffee Talk: Episode 2 es más de lo mismo, pero precisamente por eso se siente como una experiencia agotada, sin demasiado que aportar, y cuyos mensajes han quedado demasiado minimizados por un exceso en la repetición, cosa que ya arrastrábamos en el primero. Contentará, como mucho, a los que disfrutaron del primero, pero no tiene prácticamente ninguna razón para existir por sí mismo o atraer, siquiera, a algún tipo de público nuevo.
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