Soul Bubbles

Soul Bubbles es uno de esos videojuegos muy mal vendidos. El juego de Mekensleep publicado por Eidos para Nintendo DS en 2008 es un completo desconocido, y de haberse promocionado de una manera bien distinta, como mínimo muchos lo tendrían entre sus preferencias en el catálogo de la DS.

Juegos como Soul Bubbles son los que le pegan a la DS. Estamos ante una mezcla de puzle y aventura que hemos visto tantas veces en la portátil de Nintendo. De alguna manera habría que ir acuñando un nuevo término para esta clase de juegos, ya que hay suficiente catálogo como para ello (igual ya lo hay, yo lo desconozco). Se trata del clásico juego en el que manejamos a una entidad, digamos superiora, encargada de custodiar y poner a salvo a otros seres que dependen de nuestra habilidad y rapidez. En este caso defendemos a unos espíritus metiéndolos en burbujas que nosotros mismos creamos, y que hacemos avanzar mediante soplidos. El juego consiste en llevar dichos espíritus desde el punto de partida hasta el final, sin más complicación a priori.

Los niveles introductorios dan paso a ocho diferentes mundos con cinco subniveles, cada uno llenos de trampas y de varias novedades con respecto a los anteriores. Es el típico juego donde en cada mundo pasa algo distinto, incorporándose más variantes a un puzle que nunca pareció que pudiera dar tanto de sí. La dificultad es progresiva, pero no es en absoluto un juego difícil. Ni siquiera conseguir el 100% lo es, ya que para ello tendremos que coger todas las estrellitas que nos van marcando el camino y además tres calabazas escondidas por cada nivel (algunas más rebuscadas que otras).

En el juego se usa el lápiz táctil y la cruceta. Con el lápiz táctil vamos moviendo la burbuja y con la cruceta elegimos entre distintos poderes. Contamos con tres: crear burbujas, reducir su tamaño y cortarlas. Estos poderes se aplican también al entorno, teniendo que cortar lianas y demás cosas pegajosas que entorpecen nuestro camino o atacando directamente a los enemigos que intentan quitarnos nuestros espíritus. Podemos cortar nuestra burbuja separando los espíritus en burbujas más pequeñas, que nos permitirán entrar en lugares donde nuestra burbuja madre, por decirlo de alguna manera, no cabe.

Los tres distintos poderes

Aunque es facilón el juego es bastante entretenido. Da gusto jugarlo sin ningún tipo de presión y buscando desde el principio todos los extras (que nos desbloquean niveles adicionales y una galería de imágenes). Contamos con un tiempo para ver cuánto tardamos en hacer el nivel, pero no influirá en nuestra puntuación final, la cual siempre será la máxima si encontramos las mencionadas estrellas y las calabazas.

Gráficamente es superior a la media. Cuenta con escenarios detallados y muy coloridos en función del mundo donde nos encontremos. Es uno de esos juegos bonitos, sin más, con un apartado artístico superior a la propia tecnología. Cada nivel tiene su propia personalidad, su propio encanto y, por supuesto, sus propios peligros. En los niveles nos encontraremos con rompecabezas de un ingenio bastante brillante, aunque no hay ninguno que nos deje boquiabiertos.

Aunque es un buen juego, Soul Bubbles cuenta con ciertas carencias. La peor de todas es el control de nuestro guía, que hace que movernos por el mapa sea muchas veces frustrante. Esto es más grave cuando nuestros espíritus están necesitando nuestra ayuda inmediata y tardamos en reaccionar para desplazarnos hasta la burbuja porque los controles son muy poco intuitivos. Hemos de darle abajo en la cruceta para que se nos ponga el mapa en la pantalla táctil y luego pulsar donde queremos dirigirnos. Es mucho más incómodo de lo que suena.

Manejar al monje moderno es a veces un ardor

Otra cosa que no está bien es que un juego como Soul Bubbles no usa el micrófono para nada. Esto puede parecer una tontería, pero un juego donde nuestro protagonista se dedica a soplar una burbuja para que avance y no use el micro es un poco extraño. Claro, el micro no detecta la dirección en la que soplamos, pero el fallo lo achaco más a la mala planificación del juego. Lo de que nuestro monigote se ponga a soplar es algo secundario, y podían haberle dado cualquier instrumento que hiciera moverse a la burbuja en lugar del soplido, de manera que no nos acordaríamos de que la DS puede cumplir esa función.

Son fallos menores para un juego mayor, que fue maltratado por una mala estrategia comercial. Para empezar, la carátula bien podría ser la de cualquier juego moñas que reina en la DS. Vamos, yo veo la carátula y lo último que pienso es que el juego merezca la pena. La propia tipografía ya tira para atrás. Claro, el juego es bonito y va un poco en sintonía con esa percepción, pero a la vista está que no fue la mejor decisión posible, porque su repercusión ha sido muy escasa para lo que realmente merece.

Imagina ser burbuja

PUNTUACIÓN

7