Desde Shangai, Lost Soul Aside es otra prueba más de que tenemos que creernos ya estos juegos.
Lost Soul Aside es el primer proyecto de la iniciativa China Hero Project, donde PlayStation destina sus recursos para apoyar a nuevos estudios talentosos que salen del país asiático. Este ha sido el caso de Ultizero Games, que con un equipo mediano ha conseguido sacar su primer juego, el cual ha causado, como suele pasar con estos títulos, una curiosidad genuina al tratarse de un título que, por su procedencia, lo seguimos percibiendo como exótico.
Interrumpo así mi intensa partida para, antes de venir con el análisis final dentro de unos días, celebrar que mis primeras impresiones son bastante positivas y, de nuevo, he quedado sorprendido por lo que tengo delante. Esperaba un juego decente, sin más, pero mucho más vacío y plano, y lo que me he encontrado ha sido una experiencia bastante más centrada y cuidada, sobre todo en su mundo y ambientación. Su prólogo me ilusionó bastante al presentar una ciudad con un contraste imperialista-suburbial que, junto con una música y diseño muy concretos, recordaba -quizá en exceso- a Final Fantasy VII. Sea una inspiración más o menos intensa, la forma en la que todo esto encajaba, junto con la propia historia y presentación del mundo, acabó por ganarme y hacerme sentir que estaba ante algo mucho mayor de lo que mis prejuicios me decían.
Esta primera parte, al menos de momento, es más bien anecdótica. Cuando el juego empieza a carburar, tenemos delante un puro hack and slash con muy leves toques de RPG. Mucho mejor en combates uno contra uno que contra grupos, como demuestra el propio juego, en sus primeros compases, ofreciendo algo similar a un boss rush. Desconozco si la tendencia va a ser así, pero de serlo quedaría contento, porque los combates me están pareciendo lo suficientemente acertados contra bosses y no tanto contra los masillas de turno. La cámara es, quizá, el único principal problema de la jugabilidad, dejando demasiados ataques muy fuera de pantalla como para tener un control tan preciso.
También sorprendido con esas partes plataformeras, que bueno, no son lo más fino del mundo pero las estoy recibiendo bien por otorgar variedad. Los escenarios son bastante imponentes de momento, siendo este el principal atractivo gráfico, especialmente si lo comparamos con unas animaciones faciales un tanto flojas de más. Tanto es así, que durante bastante rato estuve jugando en modo calidad, el cual se siente lo suficientemente mejor como para considerarlo por encima del modo rendimiento, incluso cuando estamos ante un juego de estas características. He acabado cambiándolo, curiosamente, no por arañar más FPS en combates sino por mejorar las partes plataformeras, que siento que requieren de una precisión por tener detrás una inercia de salto un poco incontrolable.
Mis impresiones llegan, y tranquilos que no hay ningún spoiler en estas líneas, cuando he recuperado el primer fragmento y he vuelto a la ciudad principal. Me queda, intuyo, mucho recorrido, y hay tiempo tanto para empeorar como para mejorar, pero de momento ha pasado de ser una mera curiosidad a convertirse en una confirmación. Si mantiene el nivel y no se pierde demasiado, puede ser uno de los tapados del año. Tendremos que esperar al análisis completo para averiguarlo.
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