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13 nov 2024

LOS PITUFOS - DREAMS - HAY ESPERANZA EN LOS PLATAFORMAS - ANÁLISIS


Cuidado con esta gente de Ocellus Studio, que está llamada a hacer grandes cosas.




A algunos no les pillará por sorpresa, porque ya dieron muestras de su hacer en Marsupilami - Hoobadventure, pero para unos cuantos este Los Pitufos - Dreams es la primera aproximación a Ocellus Studio, una pequeña desarrolladora que está empezando a mostrar señales muy positivas en todo lo que va haciendo. Supongo que, con su siguiente título, nuevos adeptos llegarán a sus filas, y al final, si la industria lo permite, podrán pegar un pelotazo en algún momento, porque no me quedo corto si digo que, ahora mismo, no conozco a ningún estudio de este tamaño que sepa hacer un juego de plataformas tan bien diseñado como este Los Pitufos - Dreams.




El estudio vuelve a recoger una franquicia infantil, lo cual suele suponer un arma de doble filo: por un lado, el tener una base de fans que, ya sea desde el verdadero interés o únicamente desde la nostalgia, sentirán la llamada de Los Pitufos. Por otro, toda una parte de población videojueguera que directamente descartará el juego por ser de Los Pitufos. Ya os puedo adelantar que, sin ser yo precisamente fan de Los Pitufos -completa indiferencia y desconocimiento-, vi en él una finura en el trailer que fue lo que me hizo interesarme por el título. Mi sentido arácnido-pitufal no me falló, y aquellos que descarten este juego por ser únicamente de algo que les es tan ajeno como quizá pueden ser Los Pitufos, estarán dándole la espalda a uno de los mejores juegos de plataformas del año, aunque siempre por debajo de Astro Bot (Team Asobi, 2024), que son palabras mayores.


Es ese juego que podría ser una buena primera opción para quien empieza a jugar videojuegos, pero a la vez, consigue un equilibrio capaz de no aburrir a alguien que tenga cientos de juegos a sus espaldas.


Es curiosa la conexión que existe, precisamente, con el título de Team Asobi, porque el juego se divide en pequeñas constelaciones que dan lugar a los distintos niveles que conforman el juego. De no ser por la proximidad en el lanzamiento con Astro Bot, diría que hay más que una casualidad. En cualquier caso, cada una de estas constelaciones simboliza los sueños de cada uno de los Pitufos secuestrados por un Gargamel que ha conseguido sumir a toda la aldea en un sueño eterno, llevando a todos los Pitufos al mundo onírico. Así, el juego se distribuye en una estructura un tanto extraña, donde mezclaremos minimundos de un par de minutos con mundos más extensos de varios capítulos, con jefes finales de por medio. Diría que, en general, los capítulos son un poco largos de más, sobre todo porque no puedes abandonar a mitad. También tengo la sensación, probablemente por lo anterior, de que hay pocos niveles en general, por lo que, si de mí hubiera dependido, hubiera mantenido lo mismo pero algo más partido. Eso sí, quedé contento con la variedad a lo largo de las cinco/seis horas que ofrece el juego, según ya tu nivel de habilidad y las ganas de recoger los coleccionables -estás obligado a repetir el nivel entero aunque vuelvas para conseguir tan solo uno-, y todavía más extensible si le das una segunda vuelta para disfrutar de su cooperativo de sofá.




Siempre saludaba


¿Qué haremos por esos mundos? Pues principalmente saltar, pero hay bastantes giros en las mecánicas para mantener el interés. Estamos ante un salto generoso, con un par de triquiñuelas que van más allá del doble salto para ofrecer mayor rango de alternativas al jugador. Para luchar, un clásico como es el de dejar caer nuestro cuerpo sobre los enemigos, con algunas partes de acción donde cogeremos armas y similares, pero que normalmente están unidas a nuevas mecánicas plataformeras. Nos tocará recoger todo lo que veamos, no ya solo por seguir el caminito que el desarrollador marca para nosotros, sino también para desbloquear distintos trajes disponibles en el juego. Para esto ayudará también saludar a los Pitufos que se nos van cruzando, ya que nos darán pequeñas recompensas, en uno de esos juegos donde acabas un poco saturado de tanto "hey" por el camino.




No es cosa de niños


Más bien tendría que decir que "no es solo cosa de niños", pero queda más contundente de la otra manera. Al principio, las sensaciones que tenía eran las de estar ante un juego muy para un público infantil, pero que respetaba a la misma vez su inteligencia. Es ese juego que podría ser una buena primera opción para quien empieza a jugar videojuegos, pero a la vez, gracias al diseño de niveles y a su finura tanto en control como animaciones, y sobre todo a su notable variedad -a destacar la constelación del Pitufo vanidoso-, consigue un equilibrio capaz de no aburrir a alguien que tenga cientos de juegos a sus espaldas. Además, lo que al principio parecía un paseo, acabó por ofrecer buenos retos que me llevaron a la muerte más veces de las que sin duda esperaba en mis primeros pasos.




Pero no os llevéis una idea confusa de todo esto, porque Los Pitufos - Dreams se siente como un juego idóneo también para los niños, público que, a priori, debería verse más atraído ante este título. Por un lado, existe una ayuda visual que marca claramente la posición en el aire de nuestro Pitufo, de manera que las confusiones sobre perspectivas son minimizadas. También en este campo, la cámara es fija, no se controla, y suele apostar por una posición lejana donde la mayoría de veces tendremos un tiro isométrico de la situación. Puede sonar como una limitación, pero en el fondo es algo que se aprovecha para dotar al juego de más variedad, ofreciendo situaciones de cámaras cenitales, isométricas y horizontales sin tener que abandonar en ningún momentos las sensaciones de un juego en tres dimensiones.




Hay juegos que se huelen, por alguna razón. Juegos que con verlos se sienten en las manos, y Los Pitufos Dreams es uno de ellos. Si bien no he podido disfrutar de su apuesta cooperativa por no tener a nadie alrededor, la experiencia que tuve desde el modo para un jugador fue tremendamente positiva. No es tanto una sorpresa en sí por encontrar un juego tan bien hecho en precisión y variedad, sino la sensación de estar disfrutando de uno de los primeros títulos de un estudio que, si la industria lo permite, tiene tintes de poder llegar muy lejos.




Copia de prensa proporcionada por Meridiem Games.


Edición física de Meridiem Games


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