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29 sept 2024

LOONEY TUNES: WACKY WORLD OF SPORTS - ANÁLISIS


¿Qué hay de nuevo, viejo?




Looney Tunes: Wacky World of Sports captó mi atención cuando se anunció, o mejor dicho, captó la atención de mi niño interior que jugó en Mega Drive al ACME: All Stars (Konami, 1994). Dicho juego presentaba diversos minijuegos basados en deportes, desde los clásicos fútbol y baloncesto hasta caza del topo o bolos. Ahora, Bamtang Games, con ayuda del Unreal Engine, lanza este Wacky World of Sports que recupera aquel espíritu, apostando por cuatro deportes muy marcados: fútbol, baloncesto, golf y tenis, que podremos jugar en los -ya os anuncio, escasos- diversos modos de juego.




El vistazo al menú principal ya nos da las primeras sospechas de ello, al dejarnos elegir entre una llamada copa definitiva -cuatro, seis u ocho partidos determinados por una ruleta que escoge el deporte al azar-, modo deportes -partidos amistosos personalizables- y modo desafíos -pequeñas pruebas con objetivos concretos-.


Vaya por delante que Wacky World of Sports es un juego que se siente mejor como un juego multijugador local, de echar la merienda con los amigos. Por desgracia, cumplo muchos requisitos mínimos de las exigencias del gaming actual, menos la de tener amigos, así que lo que estáis viendo es la experiencia del juego desde el punto de vista del single player, ante una IA que es resultona pero que a veces petardea -cuatro niveles distintos de dificultad-. Quizá por este motivo, el modo desafío es el que más he disfrutado, por ofrecer una experiencia single player donde se nos ponen pequeñas pruebas como llegar al hoyo en el golf usando un único palo, o hacer tres mates en un minuto en el modo baloncesto.


Los cuatro reyes


Tanto baloncesto como fútbol comparten mapa de controles, si bien el fútbol es el deporte que se siente menos trabajado de los cuatro disponibles. Mientras que en el baloncesto vemos unas cuantas capas jugables como poderes, habilidades especiales, power-ups y hasta alley-oops en las partidas de 2vs2, el futbol se siente mucho más plano, con una IA enemiga y aliada que se queda parada muchas veces y no acompaña las jugadas. La base del juego mira claramente a la saga de Mario Strikers, con tiros cargados y combinaciones especiales, pero se echa de menos el uso de un pase al hueco que dinamice los partidos. En cualquier caso, eran estos dos modos los que más me motivaban pero al final han supuesto un pequeño bajón, especialmente si los comparo con aquel juego de 1994 donde estaban más trabajados.




Algo más de chicha tienen los otros dos modos. Por su parte, el de tenis se inspira esta vez en un Mario Tennis apostando por diversos tipos de golpe que se muestran con distintos colores en sus estelas para contrarrestarlos e ir cargando la barra del tiro especial. Además, se permiten partidos a dobles. Por otra parte, el golf se siente por encima de todos los demás modos, presentando una estructura básica pero que requiere de mayor atención y precisión que el resto de modos. Tiene sus problemas, como las dificultades para ver el green o esas veces en las que el juego detecta que te has salido cuando no es cierto, pero son problemas menores para un modo que está realmente bien, sintiéndose demasiado por encima del resto.




Así pues, si me pedís que me moje más, el resumen es que vine por el fútbol y me quedé por el golf. La clasificación final, con la que creo que coincidirán el resto de reviews, ya que hay grandes diferencias entre los cuatro deportes, quedaría por el siguiente orden: golf-tenis-baloncesto-fútbol. Estas sensaciones son probablemente distintas si evalúas el juego como una experiencia multijugador, pero desde mi soledad, y basada mucho en los comportamientos de la IA, es lo que he sentido durante mis horas de partida.


La piedra en el camino


Más allá de eso, no podemos dejar de volver a mencionar que al juego le faltan modos y se siente demasiado escaso. La copa no otorga diversión más allá de media hora, y no permite, por ejemplo, realizar torneos personalizados o donde se pueda elegir un único deporte. Creo que no hubiera costado tanto meter determinadas opciones que hubieran extendido mucho más la experiencia. También me resulta llamativa la velocidad de los menús, con demasiadas pantallas de carga que duran un par de segundos más de lo que una consola tan potente en eso como PlayStation 5 admite.




En cualquier caso, Wacky World of Sports me ha hecho querer tener amigos, aunque si ya cuesta encontrar a uno no quiero imaginar cuatro -lo máximo que permite el juego-. Imagino una hipotética merienda alrededor de este juego, y la verdad es que se me ocurren pocos juegos mejores para ello. Muchos de sus problemas, derivados de una siempre difícil IA que programar, quedan minimizados. Por mi parte, considero que es un buen juego que ejecutar cuando tienes esos minutos libres que no te dan para arrancar tu juego mastodóntico de turno, y no me cabe duda de que es un buen comodín que tener en tu biblioteca para cuando se tercia una jornada más casual, ya sea con visitas o, simplemente, por buscar una diversión más inmediata.




Edición física de Meridiem Games


Aunque está disponible para más plataformas, Meridiem Games trae el juego en físico para PlayStation 5 y Nintendo Switch, que siempre es de agradecer. Podéis echar un ojo en la página oficial de Looney Tunes: Wacky World of Sports en Meridiem Games.




Copia de prensa proporcionada por Meridiem Games.

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