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19 ago 2024

WHITE DAY 2: THE FLOWER THAT TELLS LIES ES UN PASO ATRÁS - ANÁLISIS

 

El K-horror en su peor expresión.




De cuantos proyectos surgieron tras el boom -ya lejano- de la saga Project Zero, diría que White Day ha sido de los que más recorrido han tenido junto con la saga DreadOut. Sonnori Corp nos traían, desde Corea del Sur, un White Day: A Labyrinth Named School que conseguía aceptación tanto de crítica como de público. Años después, en 2023, tendríamos su secuela con cambio de manos en el desarrollo, recayendo en Rootnstudio, en un White Day 2: The Flower That Tells Lies que nos ocupa hoy, y del que traemos el análisis con la excusa de su lanzamiento reciente en consolas. Si bien estamos acostumbrados a secuelas continuistas que aportan poco, esta vez nos quedamos, por desgracia, en una continuación que empeora a todas luces la experiencia del original.


Ya sabéis que por aquí han ido desfilando numerosos juegos de terror, en lo que es mi claro fetiche y del que no puedo escapar por mucho que me encuentre una irregularidad tan grande y constante. White Day 2 me cayó bien de primeras: un terror de adolescentes, con fantasmas que pululan por una escuela, en una ambientación donde soy especialmente débil y fácil. Sabía que no iba a encontrar una gran tensión, y que estaba condenado a los jumpscares, los cuales, he de reconocer, consiguieron su propósito un par de veces incluso desde su obviedad. Decidí rebajar mis exigencias y ser carne de lo que proponía, un terror de cine de verano, que no te importa ver en una pantalla de proyector de calidad ajustada mientras el sonido se entremezcla con esas bolsas de patatas que se van abriendo a tu alrededor a cada momento.


Pasillos de una escuela ténuemente iluminada


Hubiera quedado encantado con ese primer concepto que sentí. Vale, quizá encantado es una palabra muy grande, pero ya me entendéis. La verdad es que cuando empecé a pasear por el primero de los capítulos que ofrece el juego -estamos ante varias historias con el colegio como principal nexo de unión- y noté esa alarmante falta de banda sonora que aumentara las dosis de tensión, supe que no le podía pedir mucho al asunto, pero, ya digo, White Day 2 de alguna manera saltó la barrera de lo cutre para quedarse en lo entrañable en algunos momentos. Más levantamiento de ceja tuve cuando empecé a ver los paseos mareantes que el juego me quería hacer dar, en zonas que al principio eran reducidas pero que luego liberaban la escuela en su práctica totalidad con varios pisos por delante, sin siquiera indicativos de qué habitaciones había registrado ya y que no, en un mapa que pide a gritos más información para el jugador.




Por desgracia, lo que acaba marcando la experiencia son los peligros que acechan por los pasillos, abrazando un formato de escondite ya clásico de los walking simulator de terror. Y digo escondite, por decir algo, por ser generoso con el juego, porque buena suerte escondiéndote de unos enemigos que te ven a todas luces, atravesando cualquier tipo de mueble donde te hayas escondido. Estos enemigos, que parecen tener visión de rayos X, no dejarán de perseguirte hasta que te maten, devolviéndote a un checkpoint que te hará repetir cualquier progreso, en un bucle inaceptable. Nada peor que agacharte detrás de un mueble para escuchar el aviso de que has sido detectado, aumentando tu medidor de frustración a cada segundo. Tu único mecanismo de defensa son las cámaras de fotos desechables, es decir, de un solo uso, que te permitirán unos pocos segundos de escape para, normalmente, salir por patas y cambiar de piso mientras rezas para que haya tenido éxito tu estratagema. No suele ser así, porque White Day 2 parece querer tener una exigencia máxima, que nadie le pide, convirtiéndolo en una experiencia difícil de más y destruyendo cualquier tipo de tensión a la tercera vez que te toca cargar el checkpoint.

Yooji Min, asustada mirando al frente tras, al parecer, haber descubierto algo

Reconozco que hay cierto interés en la historia, más todavía si vienes de jugar al primero, pero creo que es insuficiente y, sobre todo, creo que está por debajo de lo que fue el original, emborronando ese punto de culto que sintió su comunidad. El reciclado de assets, las pocas situaciones donde los controles responden como deben, las eternas persecuciones y, sobre todo, la sensación de estar perdiendo el tiempo en mapas grandes donde muchas veces cuesta saber dónde ir, terminaron por enterrar cualquier buena intención que tuviera con el juego.


Puntuación para White Day 2: 3 sobre 10


Copia de prensa proporcionada por Meridiem Games.


Edición física de White Day 2: The Flower That Tells Lies para PS5, por Meridiem Games


Meridiem Games tiene el detalle de traer la versión física de White Day 2: The Flower That Tells Lies. Ya habéis visto que el juego no me ha parecido precisamente la mejor experiencia de mi vida, pero aquellos que quedaran prendados del uno tendrán el plus de profundizar en un universo que a mí, desde luego, no me compensó.




En cualquier caso, la edición física sale para PlayStation 5 en su versión de Complete Edition. Tendréis todos los capítulos que fueron lanzados para el juego, además de todos sus DLC, lo que se traduce en 7 trajes extras para todos los personajes del juego.


Tenéis más información sobre esta edición física, además de los enlaces para su compra, en la página de Meridiem Games: https://meridiem-games.com/game/white-day-2-the-flower-that-tells-lies

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