Lo experimental se da cita con un terror que mira a lo analógico para traer una de las ideas más frescas que ha dado el subgénero.
Mi partida a Mothered -permitidme abreviarlo de esta manera- viene condicionada por un contexto muy concreto. Tras terminar el No E3 de 2024, y añadir unas cuantas rarezas a la lista de deseados, me di cuenta de que el cuerpo me estaba pidiendo cosas nuevas. Llevo bastante tiempo en lo que podemos considerar mainstream, soy consciente de ello y es un camino que de alguna manera elegí después de haberme pasado mucho tiempo buceando en los eternos catálogos de juegos en busca de esas joyas ocultas. Nunca he dejado de lado esa parte, pero últimamente dedico mi tiempo a otro tipo de obras, mucho más gigantes y trascendentales, también porque la vida me ha llevado a ello.
En cualquier caso, este No E3 que me dejó el gusanillo de volver a jugar juegos un tanto más desconocidos, junto a una tanda de mensajes intercambiados con Iria -a quien le mando un agradecimiento por su porcentaje de culpa de lo que leéis hoy-, que tuvo la delicadeza de dejarme una buena tanda de juegos de terror que causaron interés inmediato en mí, acabaron arrojándome a los brazos de Mothered, uno de los juegos de culto que más han resonado en los últimos años, como bien demuestra el número de reseñas positivas en su página de Steam.
"It's important for you to be with mother. It is for your own good. We do everything for you"
Con esa estética de la época de PlayStation que tanto se está empezando a estandarizar en el género, Mothered nos ofrece una historia de la que es muy complicado hablar sin entrar en el terreno de los spoilers. Mucho me temo que este va a ser uno de esos análisis parcos, ya que la historia es el principal aliciente, y creedme cuando os digo que cuanto menos sepáis, mejor. De hecho, decir esto ya me hace sentir que puedo estar estropeando un poco el juego a quien se aventure a jugarlo.
Encarnamos a Liana, una joven que acaba de tener una operación médica y que vuelve a casa de su madre para reposar e ir recuperando poco a poco unos recuerdos que ahora le parecen confusos. Tras despertar en el coche que te lleva a casa, tu padre, el cual no puede quedarse por motivos de trabajo, te asegura que volverá a por ti dentro de una semana, y que en ese tiempo no debes despegarte de tu madre. Tras atravesar una torrencial lluvia, el único recibimiento que tienes es el de una nota que te invita a ir a tu cuarto a dormir. Cansada por el viaje y tras una superficial exploración, cierras los ojos para ser despertada horas después por el canto de los pajaritos mañaneros. Bajas a desayunar, y te encuentras a tu madre, solo que no como la recuerdas, sino como una especie de maniquí que te habla.
Obedece a tu madre
Este primer momento es bastante crítico, porque estás en el punto de inflexión donde sientes que vas a tener uno de esos manidos juegos de terror en primera persona, donde tu madre-maniquí te va a perseguir para deleite de cualquier streamer ávido de gritos. Van pasando los días y no acabas de entender muy bien qué es lo que pide el juego de ti. Las esporádicas conversaciones con tu hermano, que se encuentra en una habitación de la que no sale y de donde tan solo ves el reflejo de una pantalla de ordenador -es mi animal espiritual-, te empiezan a empujar hacia una exploración un tanto diferente, saliéndote del raíl que Mothered parece tener preparado para ti.
Es entonces cuando Mothered empieza a brillar, y a ofrecerte una experiencia que casi en ningún momento resulta terrorífica, sino más bien inquietante. No es tan solo ese concepto del uncanny valley que resulta tan obvio de la mera premisa del juego, es más el abrazo al terror desde el suspense, como haría por ejemplo Jack Clayton en The Innocents o incluso Dario Argento en numerosas ocasiones en su filmografía, del cual creo que también bebe a la hora de proyectar colores y luces. Palabras mayores, lo sé, Mothered no da para tanto, pero no pude evitar sentir ese tipo de tensión, ese tipo de terror casi perdido a día de hoy, que funciona desde la incomodidad.
El acabado técnico es muy básico, y no tendremos más que un escenario donde todo va ocurriendo día tras día, en función también de lo que vayamos haciendo en nuestra partida. Sí que me parecieron acertados los juegos de luces, los atardeceres y esas partes donde pareces directamente miope y no eres capaz de ver prácticamente nada. No quedé tan contento con algunas partes del guion, capaz de decir obviedades tan injustificables como ese padre comentándote que si está muy oscuro busques los interruptores de la luz.
Nimiedades para un juego que se apoya en una historia que evoca grandes relatos de un terror, diría, más escrito que visual. Mothered es un pequeño experimento que recomiendo a cualquiera que esté cansado de los clichés del género, o subgénero si lo preferís. Lo que al principio parece una enésima excentricidad que pretende vender copias a través de un gimmick, acaba convirtiéndose en un ejercicio tan serio como único que forma parte de un universo más extenso de lo esperado.
Gran análisis.
ResponderEliminarSobre todo porque, como bien dices, es complicado hablar de este juego sin destripárselo a los potenciales jugadores.
Y gracias por la mención, aunque en realidad tenga yo muchas más cosas que agradecerte a ti, por el mero hecho de escribir este estupendo bloj.
Viva el low poly!
Hablando de Jack Clayton, te recomiendo esta película, por si no la has visto. La novela en que se basa tampoco tiene desperdicio:
ResponderEliminarhttps://m.filmaffinity.com/es/film262507.html
¡Muchas gracias! Recuerdo en algún momento toparme con ella cuando me gustó tanto The Innocents pero no le saqué el tiempo.
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