Tenía que llegar el día en el que un juego de la saga Like A Dragon no me calentara el corazón.
No vamos a hacernos los misteriosos porque no me va a mí eso demasiado y ya os adelanto que Ishin no es mal juego. La puntuación, aunque floja, creo que se ajusta a mi experiencia, y teniendo en cuenta la cantidad de impresiones y análisis que tenéis ya en El BloJ de la saga Yakuza, pues podéis haceros una idea de lo que está pasando aquí.
Tuve muchísimas ganas de jugar a Ishin desde que se anunciara por razones obvias, y es que, no en vano estoy sumido en una maratón de la saga desde que esta llegara a PC. Desgraciadamente, no he podido jugarlo hasta ahora, cuando Game Pass lo ha incluido en su catálogo y, también desgraciadamente, no ha sido hasta ahora cuando he descubierto que Ishin está más cercano a un remaster que a un remake como tal. El remozado gráfico parece estar centrado en las secuencias de vídeo y en las animaciones faciales del repertorio de personajes de toda la saga Yakuza, pero los escenarios y en definitiva gameplay crudo, no dista tanto del original.
El aspecto gráfico no me supone un problema, pero sí lo hace su jugabilidad, que no parece haberse actualizado a las exigencias de los tiempos actuales. Es muy llamativa la ausencia de controles y las pocas opciones en batalla a pesar de contar con cuatro estilos diferentes de lucha. Se echan de menos los movimientos de furor, mucho más importantes en cualquier Yakuza, y aquí muy reducidos en presencia. También es llamativo lo ineficaz de la cámara, que por desgracia se enfatiza en combates en habitaciones cerradas donde no se permite el control libre de la misma al atorarse contra paredes y similares, y no tener ni siquiera la capacidad de enfocar al enemigo que estás fijando con el botón correspondiente. Si unimos todo eso a un inesperado sistema de mejora de armas basado en el grindeo, podemos decir con cierta seguridad que Like A Dragon Ishin es el juego de la saga más incómodo que hemos visto desde los tiempos de PS2.
Seríamos injustos a la hora de decir que estamos ante el peor Yakuza sin establecer una serie de matices, siendo el más importante de ellos que estamos ante un spin off y no una entrega de la saga principal como tal. Dicho honor, el del peor Yakuza, lo sigue teniendo en mi caso Yakuza 4, pero si tomamos la saga como un todo este Ishin queda por debajo del mismo, tan solo siendo interesante por el girito feudal que tiene. Esta localización que parece casi abrazar el multiverso presentando los mismos personajes y situaciones, tiene un gran efecto de primeras, pero se evapora cuando nos queda una ciudad un poco insulsa alejada de las vivas calles luminosas de Kamurocho e incluso otras localizaciones de la saga. Tampoco ayuda el hecho de gozar de un aspecto gráfico muy simple arrastrado del original en esta revisión.
Ishin es una pequeña rareza que agradecemos haya salido por fin en occidente, pero eso no quita para habernos topado con un juego menor dentro de la estructura de la saga. Se queda más en curiosidad que otra cosa, pero no es el Yakuza donde quieres quedarte a vivir. Además, en mi particular caso, ha llegado en un mal momento, ya que se nos ha concedido en Game Pass un par de semanas antes de la llegada del Gaiden. Sentí, en todo momento, que estaba perjudicando la salida del mismo por apagar las ganas con un juego de la saga que no me estaba precisamente encantando.
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