El remake que nadie pidió de uno de los grandes juegos de la historia.
Tengo conflictos con respecto a este Resident Evil 4 Remake, un poco como también tengo conflictos con la saga Resident Evil. Lo cierto es que el juego original, de 2005, es un juego que en su momento elevé a la cúspide de lo jugable y disfrutable, y que tuvo el honor de ser de los juegos que más veces rejugué en su momento, en una época donde precisamente rejugar era lo último que hacía -un poco como ahora-. Me quedé con aquel recuerdo positivo para siempre, pero lo cierto es que, visto con perspectiva, ha envejecido un poco regular. No porque el juego haya perdido fuelle, sino porque la salida de la quinta y sexta entrega de la franquicia, que se apoyaban en esta base que viene de la cuarta, condenaron a que Resident Evil perdiera el norte. El cambio de aires entró muy bien en Resident Evil 4, pero se acabó desvirtuando, y hoy en día en vez de tener ese recuerdo puro del juego que tanto me encantó, ahora lo tengo enturbiado por ser el juego que inició la debacle en la saga.
La demo llamada Chainsaw Demo me dejó con ganas de más, pero lo cierto es que he acabado algo empachado al final.
Este remake de aquel juego se me hace a todas luces innecesario. Se me hizo innecesario cuando se anunció, y ahora que lo he jugado, sigo pensando lo mismo. Incluso habiéndolo disfrutado, sin duda, siento que no hemos ganado nada con este juego en nuestras manos. No es un caso como el magnífico Resident Evil 2 Remake, el cual estuvimos deseando durante largos años. Entre reediciones, versiones HD y demás de Resident Evil 4, no nos han dado tiempo a echarle de menos, y creo que eso se nota bastante. Resident Evil 4 es, al fin y al cabo, un juego que se seguía sintiendo vigente, y el salto que se dio del Resident Evil 2 al remake en comparación a lo que tenemos aquí, es una diferencia demasiado grande.
Aunque, como digo, jugué a Resident Evil 4 bastante en su momento, no lo volví a tocar desde 2005. Por ello, me perdonaréis si no tengo tan fresco el recuerdo como para deciros las novedades que trae este remake con respecto al original. En lo jugable, destaca sin duda la inclusión de sigilo como alternativa, aunque sea para quitarnos un par de enemigos -no da la cosa como para limpiar un campamento-. También ha aparecido un sistema de parry, bastante funcional para lo que suele dejar Resident Evil en lo jugable, pero todavía lejos de ser un reclamo como tal. En cuanto a la pólvora, y el menú de creación rápido, diría casi seguro que es también una novedad que se agradece. Por lo demás, el maletín sigue siendo una parte divertidísima del juego, a pesar de que se ha incluido un botón de auto-ordenado que os invito a no usar, ya que os perderéis una inesperadamente estimulante parte de relajación entre tanta intensidad.
Y es que sí, Resident Evil 4 sigue siendo un survival horror a pesar de incitar a matar a todo lo que aparece. Consigue entablar un equilibrio preciso en la gestión de munición a pesar de empujar a la acción más directa. Una acción más suave que contrasta con cierta incomodidad, con un Leon que se sigue moviendo lento, y que pretende darle un sentido a sus orígenes de survival horror con las mecánicas, dinámicas y sensaciones, conceptos básicos del diseño de videojuegos a los que aquí se mira con rotundidad.
La historia sigue siendo una mamarrachada encantadora, un poco lo que pasaba con el original. No ha envejecido en ese campo. Sigue siendo ese juego con una capa de cutrez donde matar cuervos te da pesetas o donde se sigue guardando en la arcaica máquina de escribir a pesar de poner checkpoints en mitad de partida. Se conserva el ya icónico momento del inicio en la plaza, y las batallas contra enemigos grandes, las cuales ahora tienen más sentido jugable gracias a las novedades en algunas mecánicas.
El RE Engine sigue sintiéndose muy potente, pero de alguna manera lo veo inferior al Remake del 2. Probablemente tendría que rejugarlo para ser contundente en esta afirmación, pero siento que los modelados no están tan currados. No recuerdo repeticiones de un solo zombie en aquella primera entrega de esta tanda de remakes, y aquí veo muchos modelos que se repiten una y otra vez a lo largo de la aventura, no dándole esa sensación de enorme finura. Tampoco quedé muy contento con el modelo de Leon, que me pareció menos refinado que el del 2.
Por lo demás, Resident Evil Remake 4 es un juego divertidísimo, tanto como innecesario. No puedo sentir cierta pena por haber agotado esta bala y no haber esperado un poco más para generar esa necesidad o deseo para un juego que es bueno porque el original sigue siéndolo.
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