DIARIO DE UN GORDOCHEETOS #29

Algunas novedades en la nueva temporada de El BloJ y un poco de vida videojueguil.

Lo que podemos llamar el curso escolar del BloJ ha comenzado. Otros años he parado algún mes en verano, pero éste ni eso, así que hay un poco de continuismo. La principal novedad la tenemos en los análisis que ahora apuestan por un diseño un poco diferente que espero que os guste. También hemos estrenado en YouTube un nuevo formato de Reviews en 1 Minuto donde podéis ver la opinión del juego de una manera muy diferente. Podéis echar un ojo al análisis del Horizon Zero Dawn que incluye todas estas novedades para haceros una idea de la nueva "línea", aunque todavía no se recogen todas las novedades en ese análisis. Por lo demás, tenemos pendiente algunas reviews de cacharritos -alguno de ellos especialmente sorprendente para un BloJ de videojuegos, pero así están las cosas- y puede que lleguen nuevas secciones al BloJ. El GordoCheetos lo mantenemos, que me gusta mucho hacerlo, no voy a mentiros.

Y un poco en relación a eso, tenemos que celebrar el número redondo de 500 subs en YouTube. ¡Un millón de gracias! No sólo a los que os habéis suscrito, también a todos los que me aguantáis por aquí -está inequívocamente ligado- y en el resto de redes sociales donde tanta lata doy. Intentaré subir más contenido a YouTube porque, no os lo voy a negar, cuesta mucho tiempo hacer los vídeos, pero estoy medianamente orgulloso de lo que voy subiendo. Recordad que también tenéis el canal de Twitch donde podéis seguirme de manera gratuita e incluso suscribiros para dar una pequeña ayuda económica a El BloJ -para vosotros es gratis si tenéis Amazon Prime-. Allí podéis verme jugar en directo muchos juegos que pronto son analizados en El BloJ, y es una manera muy directa de ver un análisis, porque las reflexiones que hago allí son las que luego llegan aquí. En cualquier caso, más allá de pediros un empujoncito en esos canales, os quiero agradecer que dediquéis algo de tiempo de vuestras vidas a cualquier cosa que salga de mí. Siempre es una razón para continuar.

Final Fantasy XIII me ha enseñado a decir no. Largo tiempo en mi wishlist, y la completa lista de Final Fantasy principales en mi haber, me disponía a, gracias a Game Pass, cerrar esa saga completa tan importante en el mundo de los videojuegos, o al menos así lo era, porque aunque su importancia sigue siendo incuestionable, ahora mismo está en una situación muy lejana a aquel status de cabeza de cartel. Dando bandazos desde Final Fantasy X, la saga ha ido probando fórmulas en busca de una actualización para los tiempos que corren, y Final Fantasy XIII fue sin duda el mayor giro al respecto.

El caos es que empecé con mucha ilusión el juego. No era en plan "bueno, me toca ahora por fin el último Final Fantasy para poder decir que he jugado a todos", era un "qué ganas de meterme aquí por fin". El juego me las quitó en la primera hora de partida. Poco más avancé, no voy a engañaros, para acabar planteándome qué estaba haciendo con mi vida. No es que Final Fantasy XIII sea el peor juego que he jugado nunca, capaz de hacer que me haya retirado al poco de empezarlo, ha sido más bien que me he parado a pensar qué estaba haciendo con mi vida jugando a un juego que es una trilogía que me llevaría más de 100 horas y que aspiraba, como mucho, a conseguir un 6. Por esto, pues sí, tuve mi momento de decir: "he jugado a todos, haz un esfuerzo", pero hay algo de bonito en saber decir que no a tiempo. Puede que en el futuro le de una segunda oportunidad, pero ahora sí que no tengo ninguna prisa por ello. De todas formas, sí que puedo decir que he jugado ya a todos los Final Fantasy, el que los haya completado o no, ya es el secreto que estoy compartiendo con vosotros en este párrafo, y por ende la letra pequeña de esa afirmación.

Y vamos a cerrar el diario por hoy con un pequeño análisis de un pequeño juego llamado Dungeon of Zolthan, un juego desarrollado por Robert Alvarez que viene a ser un pseudo metroidvania con un estilo visual cuanto menos mencionable, aunque esta vez sea para mal. Y decimos metroidvania porque sobre el papel tiene todos los elementos que definen el género, pero en la práctica, el juego es tan sumamente corto -no llega a la hora- que parece que cuesta colgarle la etiqueta. La cosa es tan escasa que no tiene ni mapa. No os perdéis nada si no lo jugáis, pero tampoco vais a echar una mala hora si tropezáis con él como yo.