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6 ene 2021

PRM 2020: GANADORES A LO MEJOR DE 2020

La borrachera de los PRM 2020 toca a su fin. Tras la publicación de los ganadores a los premios específicos, toca entregar los dos grandes premios. Sin más dilación, aquí tenéis el ganador del premio GOTY 2020 (mejor juego lanzado en 2020) y el ganador del premio EL BLOJ (mejor juego que he jugado en todo 2020, haya salido en ese año o no).


Siempre he creído que una de las cosas que más mérito tiene en un videojuego es venir con una idea y reflejarla con éxito. Siempre he valorado la originalidad, aquellos juegos que arriesgan por entregar géneros nuevos o retorcer mecánicas para destacar entre una cada vez más sobrepoblada industria del videojuego. Doom Eternal hace probablemente todo lo contrario, y lo que estamos jugando es un refinamiento de la fórmula que vimos en el primer Doom de la nueva era, pero de una manera tan salvaje que hace que aquel juego parezca a día de hoy un shooter mediocre. Doom Eternal no tiene problemas a la hora de escalar sobre el cadáver de todos los FPS del género, incluyendo su propio antecesor. Entre venir con una idea nueva y presentarla en un territorio inexplorado, o venir con un juego de un género tan rígido y clásico donde hay centenares de títulos y retorcerlo hasta el punto de sentir que nunca has jugado nada así, tengo claro quién tiene más mérito. El juego con corazón más arcade a la vista pero que oculta un sistema de gestión de recursos que ya lo quisieran para sí algunos de los mejores juegos de estrategia. El mejor juego lanzado en 2020.


El segundo lugar no es para un juego, es para una sensación. La calma de Microsoft Flight Simulator va ligada directamente a la capacidad que tengas para aguantarte. Para mí, fue como quedar conmigo mismo. Por otra parte, ha sido uno de los juegos del año en el sentido más literal de la palabra. El llevar la next gen a su verdadero significado, sin ni siquiera unir ese concepto a la pura potencia gráfica. Hades por su parte, en tercer lugar, es claramente el juego indie del año, y si esto fuera un premio que tuviera relación con las horas jugadas no hubiera tenido rival. Cierra un Dragon Quest XI S, que tampoco va manco en eso último, pero cuyo clasicismo no le permite brillar con tanta intensidad como lo hace el resto.


¿Pero qué pensabais? Estamos hablando del maldito Doom Eternal. No quería mostrarme tan contundente en el anterior discurso porque no quería estropear su doble victoria, pero tened claro que Doom Eternal está muy por encima en ambas categorías del resto de nominados, y tened claro que me parece, directamente, uno de los mejores juegos de la historia, así que lo de ser el mejor juego que he jugado en 2020 hasta se le puede quedar corto. De hecho, y como curiosidad, es la segunda vez en la historia de El BloJ que el GOTY de su año coincide con el premio especial de EL BLOJ (el anterior caso fue el de GTA V). A Doom Eternal es que ni siquiera le importa haber subido varios peldaños el estándar del género, a Doom Eternal lo que le importa es ser Doom Eternal, y destrozar cuanto se ponga por delante, ya sean demonios o juegos que pretenden quitarle el trono en un año donde no ha tenido rival. Todas las batallas parecen sacadas de un E3, toda la contundencia del Slayer es una proyección de ti mismo, y todo su frenetismo se traduce en ese tembleque de mano que se te queda después de jugar a un juego que descarga tu adrenalina como ningún otro, y que acaba siendo hasta terapéutico. Doom Eternal es pagar una habitación donde se te permite estampar una vajilla entera de platos.


Si el ganador queda en el olimpo, Microsoft Flight Simulator queda en los cielos. Su segundo puesto incluso podría haber dado más si no tuviera esa sensación de juego por pulir en tema de contenido. Es un grandioso juego, pero uno es perfectamente consciente de que de aquí a unos años tendremos la verdadera versión final de este juego que más bien parece un acontecimiento. Tercer lugar para un Danganronpa V3 que viene a confirmar que su saga es una de las más valoradas y galardonadas de todo El BLoJ. Cerrando el año, un Hades que ha capitaneado todo mi último trimestre del año sin ningún tipo de problema. Un juego capaz de hacerte jugar a lo mismo un millar de veces sin despeinarse.

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