Es la hora de un roguelike.
Todos sabéis de mi adicción a The Binding of Isaac, pero me recuperé y he salido de esa droga. Lo he conseguido desinstalar y enterrar hasta dentro de un tiempo (nótese como soy consciente de que volveré).¿Cómo lo he conseguido? Bueno... no vais a estar muy orgullosos de mí cuando os diga que lo he hecho metiéndome otra clase de droga.
Alix Stolzer y Calvin Goble |
Así es, Legend of Dungeon es otra de esas drogas, aunque bastante más suavitas que la terrible The Binding of Isaac. Es un roguelike desarrollado por un matrimonio muy adorable que bajo el nombre Robot Loves Kitty ha publicado su primer juego. Sí, dos personas, esto es indie de verdad y además con el pixel art por bandera. No os voy a decir que es una maravilla visual, pero tiene cierto encanto sobre todo potenciado por unos efectos de luz soberbios. Llama la atención que con lo mucho que me interesa y atrae el concepto del roguelike haya jugado a tan poca cosa. Es por ello que no me atrevo a comparar mucho Legend of Dungeon y tampoco me aventuro a decir una sentencia firme sobre él, pero a mí me ha parecido una auténtica joyita, de esas que te gusta decir cuando quieres hablar de un juego que nadie conoce e ir así de entendido.
¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que pasa cuando en un juego rescatas a la princesa, salvas a la humanidad o encuentras la cámara del tesoro? Has pasado por muchos niveles llenos de peligros y has llegado al final, pero... ¿y el camino de vuelta? Pues Legend of dungeon se preocupa de eso, y vaya si se preocupa. Empezaremos en una taberna donde oiremos el rumor de que en el subsuelo se esconden veintiséis niveles, ocultando el último de ellos un suculento tesoro. Tu objetivo es bajar hasta el nivel veintiséis, recuperar el tesoro y... ¡volver!. La cosa estará en ese sentido un poco como la dejaste, pero en el juego se van generando constantemente enemigos, así que no esperes que el camino de vuelta sea un camino de rosas. Es más, cuando vuelves te das cuenta de tus errores. De que has planeado sólo el camino de ida pero no te paraste a pensar en que tendrías que volver o de que has destruido todas esas esferas luminosas cargadas de monedas y pociones que ahora te hubieran venido genial para poder ver en esas oscuras mazmorras.
Encontrar el tesoro no es el final |
Legend of Dungeon hace bien dos de los pilares básicos de los roguelike. Primeramente, todo es muy aleatorio. Encontrarás numerosa cantidad de equipo y armas que cambiarán tus parámetros, pero también encontrarás una suculenta variedad de pociones de efectos indeterminados. Lo único que sabes de ellas es su color pero nada más. Así, en cada partida cada poción tiene un efecto. Si das con una buena, todas las que cojas de esa clase lo serán. Sin embargo, en tu siguiente partida, esa misma poción puede tener efectos negativos. De todas formas siempre cuentas con manzanas que puedes comer con toda seguridad, aunque tengas que comerte cincuenta para rellenar tus puntos de vida.
En cuanto a esta aleatoriedad, todos los niveles son aleatorios y se generan de diferente manera en cada partida. Tienen un componente de laberinto y esconden interruptores y entradas secretas. Es importante llevar un buen nivel y eliminar cuantos más enemigos mejor para no sufrir en los niveles inferiores. La aleatoriedad también afecta a los enemigos que por allí pululan y las armas que puedes coger. Así, es posible coger un arma de proporciones inigualables nada más empezar, aunque esto no te asegurará que llegues al final con vida, de la misma manera que puedes encontrarte con enemigos de dificultad desorbitada que requieren de técnicas especiales para ser vencidos. En cualquier caso, en Legend of Dungeon se contempla la posibilidad de salir corriendo, y creed que es algo que haréis muchas veces.
Y... ¡aleatoriedad en la música! Esto es algo muy llamativo que no acabas de entender, pero sabes que es así (y no sólo porque lo hayas leído en la descripción del juego). Notas como la música va cambiando y creando una sintonía que en ningún momento se interrumpe y que va evolucionando hacia algo que no acabas de comprender. Es algo digno de ser escuchado mientras se juega. No hablamos de una música adaptativa como podíamos ver en Remember Me, hablamos de algo que va como por libre pero que se encuentra tremendamente bien implementado en la partida.
Mirad las fiestas que te puedes montar |
El otro pilar de roguelike que el juego cumple soberanamente bien es crear esa difícil sensación eterna de "ésta es la buena". Llegará un punto en el que te ves con posibilidades de por fin conseguirte el juego de verdad, de que vas realmente bien y que nada puede salir mal, pero acabas cayendo y probablemente sólo conseguirás volver a la taberna una de cada veinte veces. No es un juego que puedas considerar difícil, pero te da esa falsa sensación de poder que tan difícil me parece conseguir. Legend of Dungeon te engaña lo suficientemente bien como para que nada más morir estés pensando en empezar de nuevo. Además, es un juego pensado para partidas de inicio y final. Es más, no fue hasta unas cuantas actualizaciones que se incluyó la opción de grabar la partida para dejarla a medio y continuar en otro momento. Por supuesto una vez muerto no hay marcha atrás y tendrás que empezar desde el principio.
Una de las pocas veces que llegué con el tesoro |
Es un juego muy adictivo, muy jugable y muy divertido, pero también tiene sus cosas malas. Para empezar, y no siendo algo extremadamente malo, está el hecho de que hay multijugador local pero no online, y un juego así con la opción de multijugador es demasiado jugosa como para haberlo pasado por alto. En declaraciones para El BloJ por parte de los desarrolladores no hay planes de que vayan a incluir multijugador local. Bueno, declaraciones no, que les pregunté por el foro y contestaron eso, pero me gusta dármelas de importante.
Pero lo que sí necesita de una profunda revisión es el inventario. Un inventario absolutamente inmanejable e incómodo como no podéis imaginar. En las primeras partidas vas cogiendo todo, pero luego te das cuenta que la mejor opción es ir soltando todo lo que no vas a usar porque acabas teniendo un inventario lleno de cosas a las que no puedes acceder. No hablemos de cuando tienes cierta urgencia porque estás en medio de una pelea.
Otra cosa donde falla mucho es en el feedback. No hay feedback como tal de lo que estás haciendo ni de lo que te estás equipando. Oirás ruidos y cosas que te dan a entender que algo es bueno o malo, pero no hay nada que te diga, por ejemplo, que has subido tus parámetros de ataque o defensa al tomarte una poción a menos que mires su valor previo o actualizado. Además, hay determinados objetos que te dan características especiales que pueden pasar desapercibidas por la ausencia de algo que te lo indique. En definitiva, es un juego que no se preocupa por el jugador en ese aspecto. A muchos les atraerá algo así, y también va un poco unido a eso del roguelike, pero a mí no me gustó.
Fui el 35 mejor jugador de Legend of Dungeon del mundo durante un tiempo |
Muy buena entrada, me han entrado ganas de jugar un roguelike pero nunca he jugado a uno, ¿Me recomendarías alguno para empezar?
ResponderEliminarMuchas gracias y saludos fremen
Me encantaría ayudarte pero como digo en el texto a pesar de ser un género que me encanta he jugado a poquísimas cosas. De hecho, no creas que tengo muy claro lo que es un rogue-like puro. Yo desde luego adoro The Binding of Isaac, pero seguro que alguien te dirá que eso tiene de rogue-like lo que el FIFA de juego de rol. De todas formas si no has jugado a ninguno yo te diría que tiraras por ése, ya que los rogue-like puros por lo que tengo entendidos son juegos bastante densos y "complejos". TBOI me parece lo suficientemente accesible, y si no me equivoco yo empecé por ahí xD.
EliminarSiento no poder ayudarte más!