SLIDER

14 oct 2017

Primal Carnage: Extinction

"Señor Hammond, después de pensarlo bien, he decidido no avalar el parque."


Vamos a poner las cosas en su sitio antes de empezar el análisis que luego os echáis encima mía como velocirraptores en celo. No me gusta jugar online. No me gusta después de haberlo intentado incontables veces. Ni siquiera me gusta interactuar con la panadera para comprar una barra de pan. A mí plantadme gente conocida y a veces ni eso. Es por ello que mis andanzas en los juegos online sólo han tenido éxito en productos PvE como Left 4 Dead o Payday, y raro es el juego PvP que me ha llegado a encantar -a la cabeza se me viene Rust pero esto es un poco tramposo-. Teniendo todo esto en cuenta, no, Primal Rage: Extinction no me ha gustado, pero puede que a vosotros sí, por lo que este análisis será una mezcla de objetividad y subjetividad extraña que es imposible que salga bien.

Pegas una patada a una piedra y te salen cien juegos como estos. Unos cuantos mapas, unos pocos modos de juego y unas cuantas clases de humanos y dinosaurios componen este juego. Todo da igual, porque luego ya sabéis que la gente solo se coge el mismo mapa y modo. Las clases sí que están más equilibradas y se ve cierta diversidad tanto en dinosaurios como humanos. El control del humano en primera persona es muy estándar, mientras que el de los dinosaurios en tercera persona es más único. En cualquier caso, en todas las partidas que he jugado de Primal Rage los humanos siempre acabaron perdiendo. El juego está demasiado pensado para el poderío de los dinos y, viendo además cómo se comporta la gente a la hora de coger sitio en un equipo u otro, queda muy patente que ser dinosaurio te garantiza un fuerte porcentaje de éxito en la partida.


No hay mucho más que añadir. Humanos intentando matar dinosaurios y dinosaurios intentando coger al más crujiente de ellos para el almuerzo. Bajo esta premisa sería un juego aceptable, pero desgraciadamente le pasa como a tantos otros juegos multijugador: encontrar una partida es un suplicio, y no hablemos ya de crear una partida privada para jugar con los amigos. Directamente no se puede. Es vergonzoso que a día de hoy en pleno 2017 no puedas jugar a un juego que te has comprado con tus amigos y tengas que depender de programas externos para poder jugar en privado en lugar de tener que usar los servidores, con jugadores que entran y salen -y reza para que no vayan con sus hacks- y que en definitiva no te dejan jugar con comodidad cuando otros juegos sí que lo hacen.

Hay que decir cosas buenas de él, porque las tiene. Para empezar visualmente está bastante bien, sobre todo en temas de la animación de los dinosaurios. También es muy llamativo que el juego saliera en 2015 y todavía a día de hoy cuente con suficiente masa de jugadores como para poder entrar en diversos servidores a jugar y que se garantice una partida de calidad sin excesivo lag. Se agradece también la posibilidad de jugar alguna partida en solitario contra bots, aunque solo sea en aburridas partidas de supervivencia a lo Killing Floor con dinero de por medio entre oleada y oleada.

Mucha pasión

En definitiva, a mí no me ha gustado pero por mi handicap de nacimiento, pero si os gustan los juegos online de este tampoco es que os vaya a defraudar El problema está en que tampoco os va a sorprender.


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