Haunting Starring Polterguy

Si hay un juego que pasó desapercibido y que merece mucha más atención de la que tiene es Haunting Starring Polterguy (a partir de ahora Haunting, que me siento un poco estúpido). Uno de los muchos tapados del catálogo de Mega Drive que llevo jugando casi desde que salió y del que nunca me he cansado, cosa que sólo me pasa con los juegos de combates y los beat 'em up. Su aparición en 1993 tampoco supuso una revolución, a pesar de que a mí me encantó. Me lo llegué a alquilar varias veces y todo, y eso era muy raro en mí.

Encarnamos a un fantasma (Polterguy) que tiene cierto rencor hacia una familia de ricachones con un grado de repelencia considerable. Hay por supuesto algún tipo de conexión entre nuestro fantasma y la familia Sardini, que en ningún momento se desvela pero que todos intuimos. Así, nuestra labor será vengarnos desde el más allá asustando a cada uno de los miembros de la familia mediante diversos trucos fantasmagóricos. La familia se irá mudando de casa en casa para intentar evitar estos fenómenos paranormales, llegando a pasar por cuatro mansiones diferentes. El juego es un poco inconcluso por varias razones, y es que en ningún momento sabemos la razón de todo ello y termina casi de una con un mensaje que viene a decir "ya me he aburrido de asustar a esta gentuza".

Imaginad que os aparece Matías Prats por encima del televisor

Tiene una estructura muy bien marcada. Los Sardini no pueden vernos en ningún momento, somos invisibles para ellos. Podemos interactuar con la inmensa mayoría de los objetos de la casa de tres distintas maneras.  Hay objetos marcados con un brillo azul de manera que cuando nos "metemos dentro" del objeto éste empezará a temblar y hará que el Sardini en cuestión se acerque a ver qué pasa. Mientras que se acerca podemos buscar otros objetos con los que interactuar, de manera que se van sucediendo en cadena. Los hay de brillo amarillo, que nos permiten realizar la acción en cuanto pulsemos el botón, independientemente de dónde se encuentre nuestro "enemigo", y los hay de color verde, que nos permiten controlar la criatura u objeto que hemos poseído durante un breve periodo de tiempo. Es importante conocer estas tres diferencias porque cuando los Sardini están verdaderamente asustados no se acercarán a los objetos que tiemblen así como así y se dedicarán a huir a otras habitaciones. Nuestro objetivo final es expulsarles de la casa aterrorizados.

Si molara como vosotros pondría aquí un "ola ke ase"

Nuestro principal enemigo es el tiempo. Contamos con un contador de ectoplasma que se va vaciando con el paso del tiempo y también cada vez que el perro de los Sardini entre en una habitación y se nos ponga a ladrar. Cada vez que conseguimos expulsar a un Sardini de una habitación recogeremos nuestro ectoplasma (casi haciendo literal lo de "cagarse de miedo") en función de los sustos que hayamos conseguido perpetrar. Es en este momento cuando a veces aparecerán unas criaturas del más allá que nos atacarán y querrán robarnos el ectoplasma. Vencerlas será bastante difícil por culpa de su velocidad, de la ineficacia de nuestras patadas y de la vista isométrica en general.

El mapa nos ayudará a encontrar a los Sardini en cada una de sus mansiones

Entre cada mansión viajamos al inframundo para conseguir nuevo ectoplasma para continuar. Son niveles mucho más arcade y bastante más aburridos. También viajaremos a estos niveles cuando nos quedemos sin ectoplasma, siendo el único lugar donde podemos morir definitivamente atacados por los peligros que allí acechan y que sólo podremos esquivar. Este inframundo es especialmente pesado y te saca completamente del contexto, aunque tampoco es excesivamente difícil. Al final del juego tendremos que viajar muchas veces allí porque el boss final está directamente mal hecho y nos hará reintentarlo un montón de veces.

Con lo perfecto que era el juego y meten el inframundo este raro...

Contamos con varios poderes especiales que nos permiten realizar trucos especiales como poseer a un miembro de la familia o lanzar un cebo para el pesado del perro, pero estos poderes son casi igual de eficaces que dedicarse simplemente a asustar a la familia. Los efectos son verdaderamente buenos, pero destaca más por su inmensa variedad. Los hay más sangrientos, más escatológicos y alguno que otro más ridículo que otra cosa, pero a día de hoy siguen luciendo muy vistosos y perturbadores. No es un juego de miedo como tal, o mejor dicho, no pretende serlo. Es más cómico de lo que parece, con una pizca de humor negro. Sí que hay objetos que se repiten de una casa a otra (al fin y al cabo es una mudanza), pero en todas las casas las habitaciones son nuevas y los efectos por tanto también nuevos. Incluso algunos objetos repetidos tienen distintos efectos en posteriores casas. Además de dormitorios y cuartos de baño pasaremos también por despachos y salas recreativas.

Aquí iba jodido de ectoplasma, pero la captura no tiene precio

Su originalidad es su mejor arma. No conozco un juego del catálogo de Mega Drive y casi ningún otro en general que haga algo tan distinto como lo hace Haunting y a la misma vez que sea tan sumamente divertido. Tan sólo falla en esos niveles del inframundo bastante cansinos y en el hecho de que sea tan corto (cuatro mansiones y un boss final lamentable). Digamos que falla en todo lo que no es la mecánica del juego principal, pero ésa es tan buena que se hace irresistible. Si alguien se siente atraído que no lo dude que a día de hoy sigue siendo igual de bueno.

PUNTUACIÓN

8.5