The Walking Dead

The Walking Dead es uno de esos juegos que destacan más por su historia que por ser juego. Cuando a alguien le preguntes qué tal el The Walking Dead  la grandísima mayoría de la gente te contestará con que es una de las aventuras más emotivas y bien contadas de la presente generación. No andan desencaminados con ello, desde luego, y es que Telltale Games llevan haciendo las cosas bien bastante tiempo. Su recompensa, el GOTY 2012 en los VGA, que nadie esperaba y que si Dios quiere permitirá que mucha más gente acceda a una de las experiencias del año. Podéis leer sin miedo a spoilers.

Aquí tenéis los análisis de The Walking Dead publicados en El BloJ hasta la fecha.

Análisis de The Walking Dead: Season One
Análisis de The Walking Dead: 400 Days
Análisis de The Walking Dead: Season Two
Análisis de The Walking Dead: Michonne
Análisis de The Walking Dead: A New Frontier

Bueno, Telltale lo lleva haciendo bien, o mejor dicho, en la media de sus creaciones arroja un resultado bastante decente. Suya es la resurrección de Sam & Max y otros juegos tan arriesgados como Back to the Future (al que todavía no he jugado) o el mediocre Jurassic Park que ya visteis por aquí del que además saqué una especie de artículo en aquella sección olvidada llamada La Bola de Cristal en el que ya mencionaba algo sobre que estaban trabajando en The Walking Dead y varias impresiones sobre el futuro de la compañía. Debería retomar esa sección... pero bueno aquí tenéis el enlace a esa entrada también.

En The Walking Dead no sólo debéis temer a los zombies

Y tras el refrito que os he plantado en el párrafo anterior, me meto en materia. Fijaos si The Walking Dead destaca por su contenido que, a pesar de que muchos se enfrentan por primera vez a este modelo de aventura gráfica que todavía está en transición, nadie hace muchas referencias al estilo de juego y se centra en alabar la profundidad de los personajes. De hecho, si te paras a pensar en la historia, The Walking Dead no es nada del otro mundo. Un mundo apocalíptico lleno de zombies por los que un grupo de supervivientes tiene que pasar. Pero como siempre dije de The Walking Dead ya sea en cómic o en serie, los zombies son algo contextual, son parte del escenario, son el peligro sin más y no los protagonistas. Esto va de los supervivientes, de las personas, no de los zombies. Referirse a The Walking Dead y decir que "va de zombies" es lo mismo que decir que una película sobre un tsunami va de agua. Lo que de verdad importa son las personas, y en ese sentido nunca antes se había tomado tan en serio un género tan explotado. Dicho sea de paso, el hecho de que los zombies se hayan puesto de moda y lleven tanto tiempo entre nosotros ha hecho que, a estas alturas, salgan cosas como ésta cargadas de profundidad y seriedad para un mundo que veía las películas de zombies como un festival de sangre y gore palomitero. Detrás de cada zombie de The Walking Dead notas algo diferente, notas que hay una historia detrás, que fueron humanos.

No tenía gran fe en el juego. Nuestra experiencia en títulos que se basan en adaptaciones así nos lo avisaba. Para colmo, mi última experiencia con Jurassic Park hizo que se acentuaran esas dudas. Además, sabedor de la profundidad que requería algo como The Walking Dead, no creía que se fuera a conseguir plasmar algo así en un videojuego, ya que son pocos los que podría destacar por una complejidad emocional tan grande. Empezaron entonces a aparecer críticas muy positivas (me refiero a la gente que me rodea, no a los medios) y mi interés se incrementó. Lo iba a jugar igualmente, pero iba escalando puestos en mi lista de prioritarios. Temía que tanto oír hablar de él me tirara muy para atrás y en el fondo odiaba pensar que la gente estaba echando a perder mi experiencia avisándome de lo bueno que era. Gracias a Dios lo jugué, y me llevé justo la impresión que me habían dicho, The Walking Dead es uno de esos juegos únicos en su especie.

El capítulo 3, mi favorito

Abro una especie de paréntesis para contaros un poco el funcionamiento del juego. Nuestra función desde el punto de vista jugable no va más allá de elegir la respuesta que queremos dar y salir vivos de los QTE que nos rodean. Siempre he dicho que los QTE no son la mejor solución jugable del mundo, pero desde luego en The Walking Dead no se ven como algo malo. Nada que ver con la abominable sucesión que veíamos en Jurassic Park.  Son QTE pero bastante variados. De vez en cuando nos enfrentaremos a la clásica pulsación de tecla repetidamente sin más, pero muchas otras tendremos que hacer click en el lugar adecuado para salir vivos de la situación.

Los QTE marcan la acción

Las acciones, cada decisión, cada respuesta, influye sobre todo en la relación con los personajes y lo que les pasa. No es tan variado como para transportarte a otros escenarios en función de lo que pase pero sí que se llega a ese punto en el que andas con pies de plomo antes de decir cualquier cosa. No hay mejor respuesta ni peor por línea general. Cada posibilidad te lleva a un grado distinto del juego, con distintas consecuencias tanto positivas como negativas. Tendrás que posicionarte bastante, y si no lo haces es posible que todo te salpique a ti. Es mejor que te lo tomes como una simulación de lo que harías verdaderamente en una situación como esa. Pasarán los años y recordarás todavía la historia de cada uno de los miembros del grupo de supervivientes donde te metes, cosa que no consiguen otros juegos que tienen fácilmente cien horas de juego. Te tomarás cada decisión como tuya, y velarás irracionalmente por el bienestar de lo que únicamente te importe, la pequeña Clementine, que cuenta con el honor de ser una de las pocas niñas en el mundo de los videojuegos que va a explotar de adorabilidad.

El silencio a veces es la mejor opción

Clementine es prácticamente todo en The Walking Dead. Tiene esas dosis de ignorancia ante la vida pero a la misma vez no es en absoluto nada ñoña. Todo esto no quita para que vivas con ella momentos tiernos a porrillo. Tu personaje, o mejor dicho, Telltale Games, ha sabido no tratarla como un personaje tonto al que hay que engañar de continuo. Puedes hacerlo, pero Clementine no es en absoluto tonta. Yo tomé el camino de la sinceridad, o al menos casi siempre, y me llevé una sorpresa con ello. Esperaba que el juego me castigara de alguna manera por estar borrando la inocencia de una niña, por contestar a sus preguntas con demasiada sinceridad, pero no fue así.

Creo que todo el mundo hizo captura de esto

No me he planteado rejugarlo. No me he planteado cargar una partida para ver qué pasa. No me he planteado ver vídeos de youtube con las posibilidades del juego. Me gusta sentir que lo que he hecho en The Walking Dead es lo que ha pasado, sin más, y todo lo demás son posibilidades que ahora, una vez terminado el juego, no tienen sentido. Hasta ese punto es profunda la cosa que ni siquiera tienes esa sensación de querer saber qué habría pasado. No es un gran juego, porque incluso uno se plantea si está jugando a algo. Es una gran experiencia, y permitid que os diga que juegos ya hay bastantes en el mundo. Da igual que en la partida a veces nos cueste hacer click donde queremos, o que nos encontremos con cincuenta paredes invisibles, porque todo queda en un décimo plano en cuanto nos metemos en la historia de lleno. Cinco capítulos que componen la primera temporada de uno de los grandes del año, y que sólo necesita el primero de ellos para engancharte de lleno y jugar a todos casi de carrerilla.

Click aquí para el análisis de The Walking Dead: 400 Days.

PUNTUACIÓN

8