GRACIAS, STARFIELD

Gracias, Starfield

"Hay más juegos que planetas en Starfield, y todos ellos merecen más tu tiempo".

Con esa lapidaria frase concluí lo que fue un pseudoanálisis/impresiones de Starfield. Conforme ha ido pasando el tiempo desde aquel 6 de septiembre, he tenido tiempo para digerir lo que ha sido uno de los peores lanzamientos que recuerdo, a título personal, en muchas décadas de videojuegos. Esto no es un texto de odio ni nada por el estilo. Creo que he demostrado durante todo este tiempo que eso de la guerra de consolas es algo que me toca muy de lejos. Starfield no me gustó nada, y ciertamente no comprendo cómo no hay un clamor más vivo sobre por qué este juego se siente, tanto a nivel técnico como de diseño de videojuego, como un producto de hace una década como mínimo, pero me alegro de que haya gente que lo esté disfrutando, al igual que yo disfruto de cosas que son indefendibles.

Así pues, la verdadera razón de este texto no es más que otro escrito de nuestro Diario de un GordoCheetos, donde voy contando anécdotas/vivencias relacionadas con el mundo de los videojuegos que no tienen cabida en otros escritos de El BloJ. Hoy hablamos de mi agradecimiento a Starfield echando un vistazo a lo que he llamado "los hijos de las estrellas".

Siempre me/nos quejamos del poco tiempo que tenemos para jugar todo lo que va saliendo. No hablemos ya de intentar vaciar el backlog, el cual crece a un ritmo imposible de contrarrestar, ni mucho menos rejugar, un término que no disfruto desde hace varios años -así parece que va a seguir siendo-. Por eso, muchas veces uno siente que lo mejor sería que existiera un añito de pausa en el mundo de los videojuegos. Hubo un amago, y de alguna manera se produjo, con la pandemia de 2020, pero lo cierto es que es imposible seguir el ritmo a poco que tengas determinados intereses videojueguiles. No solo por cantidad de juegos, sino también por su duración y ambición.

Un paréntesis tecnológico, una huelga, ¡qué se yo! Pues nada de esto, pero Starfield ha hecho que viva, durante lo que ha sido casi un mes, la situación más parecida a todo eso. No es ya que no me haya gustado Starfield y por ello me haya encontrado con un mes por delante para jugar a otras cosas cuando tenía ese mes pensado para el jugo de Bethesda, es también que la propia industria se ha encargado de mantener a Starfield como el juego del mes, llegando incluso varios títulos a cambiar su fecha de lanzamiento en septiembre adelantándola o atrasándola con el único objetivo de no coincidir con el mastodonte de turno. Así pues, llegamos a ese punto en el que no solo yo paré, sino que también paró la industria. El mundo dejó de girar, y yo aproveché para jugar cosas que tenía en mente desde hace mucho tiempo.

Por aquí tendréis todos los análisis de todos estos juegos. Algunos ya están publicados. No todos han salido buenos, ya os aviso, pero la mayoría han servido para afianzar eso de "hay mejores sitios donde invertir tu tiempo". Un mundo abierto estridente como es Judgment, el JRPG clásico de Sea of Stars, lagunas importantes que por fin he podido jugar como Uncharted, Devil May Cry 5 o los dos Blasphemous, unos ratos de cooperativo con el -ya adelanto- flojete Payday 3, la secuela del mítico To the Moon llamada Finding Paradise y la que considero que es la joya oculta del año llamada Ugly. Nueve títulos que he jugado a lo largo del mes que iba a dedicar a Starfield. He puesto el fin de este paréntesis aquí, porque es justo ahora cuando viene el siguiente juego que tenía apuntado en mi calendario: Cocoon, además de otros títulos que asoman por el horizonte que me ilusionan sobremanera, como Alan Wake 2, antes de que llegue el fin de año con la sobredosis de Like a Dragon (Ishin y Gaiden han sido confirmados para Game Pass) y el comehoras que me van a meter con Persona 5 Tactica.

Reconozco que los primeros días fueron duros tras mi abandono de Starfield. Sentía que me estaba saliendo de lo que debería hacer, no desde el punto de vista de la sociedad, sino de la industria. No jugar a Starfield, abandonarlo, es una decisión que no se toma a la ligera cuando quieres estar al día, pero me fue absolutamente imposible digerir lo que tenía delante. Cuando empecé a jugar a todos esos juegos tuve claro que hice lo correcto, y de alguna manera, aunque parezca un comentario ácido, le estoy agradecido a Starfield por haber hecho de dique de contención de la actualidad para que haya podido llevar a cabo mi pequeño oasis videojueguil.