Echamos un vistazo al discreto juego del personaje de Disney Bonkers, para Sega Mega Drive.
Y además... ¡videoanálisis para quien lo quiera ver!
Bonkers es uno de esos personajes que aparecieron por la parrilla de la televisión de Disney a mediados de los 90. Un policía sacado del universo de ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (Robert Zemeckis, 1988) que contó con una serie homónima de animación con un total de 65 capítulos emitida en 1993. Un año después, en 1994, llegaría Bonkers, el juego que nos ocupa hoy, desarrollado por Disney Software junto a Sega Interactive Development Division, anteriormente conocida como Interactive Designs, y que destacó por, sobre todo, haber desarrollado Eternal Champions (1994).
Lo que tenemos ante nosotros es un cartucho de 8 megas que fue originalmente pensado para el llamado "Sega's New Kids Range", un proyecto que pretendía lanzar una serie de juegos diseñados para acercar de una manera más sencilla al público más infantil a los videojuegos. Es por esto que Bonkers se siente especialmente sencillo, y es por esto que su apuesta en pantalla pasa por presentar cuatro minijuegos que podremos completar en el orden que queramos. De alguna manera, Bonkers parece apelar a la época de las Game & Watch y los juegos clásicos de cristal líquido de pila redonda tan populares en los bazares de los años ochenta.
Los cuatro minijuegos que encontramos en Bonkers vienen presentados por cada uno de sus villanos. Harry the Handbag y su museo Disney donde tendremos que lanzar Donuts a los ladrones que intentan robar los codiciados objetos de películas Disney, The Rat y su máquina de lanzar basura, que debemos bloquear construyendo un muro a su alrededor a gran velocidad, Mr. Big y sus almacenes llenos de cajas que hemos de romper en búsqueda de las piezas de Conejo Separado para que neutralice una bomba y, finalmente, Ma Tow Truck, a quien tendremos que dar caza en nuestro coche patrulla. No existe un quinto nivel que aparezca al completar todos los demás como pasa en este tipo de juegos de libre selección de nivel. Cada uno de estos minijuegos, eso sí, presenta distintos niveles que básicamente van aumentando la cantidad de problemas en pantalla. Estos niveles enfocados en minijuegos se hacen un tanto irregulares, a destacar el de Ma Tow Truck, que presenta una jugabilidad tosca e incómoda. El resto de minijuegos se mueven entre lo anecdótico y lo decente, sobresaliendo quizá el de Mr. Big. Entre medias de todo esto, passwords para continuar en cualquier momento, lo cual suaviza su dificultad ya de por sí reducida, y niveles de bonus con plataformeo en su mayoría, que nos llevan a vidas adicionales.
En lo técnico, aceptable para la época. Bastante colorido y variado en sprites, además de decentes animaciones. También aceptable el apartado de sonido, destacando la inclusión de voces, siempre algo llamativo en juegos para 16 bits.
Bonkers es un juego para niños que a día de hoy no dice gran cosa. Tampoco parecía que lo hiciera en su época, como demuestran unas reviews considerablemente bajas y centradas en su enfatización de juego para niños. Meses después, en ese mismo año, llegaría el Bonkers de Super Nintendo, un juego de plataformas más inspirado con una desarrolladora tan potente como Capcom detrás, que dejaría claramente decantada la batalla entre la versión para Mega Drive y la de Super Nintendo. Podéis ver su análisis aquí. En cualquier caso, distintos targets para un mismo personaje, en juegos injustamente comparables.
Yo creo que no es mal juego, pero estaría muchísimo mejor un plataformas, porque técnicamente está muy bien. Pero el planteamiento no es llamativo, pero entretiene.
ResponderEliminarPierde más comparando con el Bonkers de SNES, claro. Es cumplidor, sí, pero hasta ahí!
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