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9 oct 2022

X-MEN - SEGA MEGA DRIVE - ANÁLISIS


Puede que el X-Men de Mega Drive sea uno de los juegos más irregulares, toscos y a la vez valientes de todo el catálogo de la consola de Sega. Hoy, analizamos un viejo clásico, odiado y querido a partes iguales.




Tenéis también el análisis en vídeo de X-Men, en el canal de YouTube -que además estrena la sección Sega Retro para este tipo de análisis-.



Western Technologies Inc., una empresa con cierta especialización en juegos deportivos y que dos años más tarde también repetiría con superhéroes en el Spider-Man de Acclaim, nos trajo en 1993 esta, si no me equivoco, primera incursión de los X-Men en Mega Drive. Un juego que se siente tosco incluso para un 1993 donde tuvimos títulos tan sólidos en lo jugable como Rocket Knight Adventures (Konami), Shinobi III: Return of the Ninja Master (Sega AM7) o Disney's Aladdin (Virgin Games USA) por mencionar algunos. Si además le añadimos a todo esto, que vimos a los X-Men en un fantástico beat 'em up en recreativas hecho por Konami en 1992, la contextualización de este X-Men de Mega Drive nos deja una impresión negativa.


X-Men es un juego de acción con algo de plataformas, dependiendo del nivel que quieras mirar. Un juego que destaca por sus cuatro personajes personificados en Gambito, Lobezno, Cíclope y Rondador Nocturno, con bastantes matices jugables entre sí e intercambiables en medio de las fases -con limitaciones que se van endureciendo a medida que avanzamos-, y que a su vez cuentan con varios X-Men de apoyo que se invocan como ataques especiales con distintas habilidades, por lo que se crea un caldo de cultivo idóneo para considerar este X-Men un juego mucho más estratégico de lo que la etiqueta "acción-plataformas" deja entrever.



En lo técnico, estamos ante un juego con una paleta de colores un tanto fea, y sumido en la moda de mediados de los noventa de los sprites grandes, que se solía atribuir a mayor potencia gráfica en general. Entiendo esta asociación, pero para este caso, teniendo un diseño de niveles tan vertical, hubiera preferido unos sprites más pequeños que ayudaran un poco con lo laberíntico de los mapas. En lo jugable, algo obtuso, confuso y bastante malo en el feedback a la hora de pulsar interruptores y similares. Poco ágil de movimientos e impreciso con las hitboxes. Saltos incómodos, que incluyen saltos de fe al vacío sin saber la plataforma que tienes delante y un "Coyote time" inexistente, cruel e incluso diría que inverso a lo que los cánones del plataformeo piden. En definitiva, X-Men es de jugabilidad dura, y a día de hoy se hace todavía más fatigoso de jugar. De alguna manera me viene a la cabeza una sensación jugable parecida a la que tenías cuando jugabas a juegos como Chakan: The Forever Man (Extended Play Productions, 1992).




Toda esta mala capa jugable queda contrarrestada por un aspecto creativo sin duda avanzado a su época, dando como resultado un juego tremendamente irregular que no invita a ser jugado en los años en los que estamos, pero que sorprenderá a los que se aventuren a ello. Sus puntos creativos pasan por los seis niveles con unos mapas en su mayoría laberínticos, que guardan numerosas sorpresas entre las que destaca -y no creo que nadie se enfade por el spoiler que viene a continuación a estas alturas- el hecho de tener que presionar el botón reset de tu consola cuando el profesor Xavier te pide que reinicies el sistema antes de que Magneto se apodere de él. Esta, podríamos denominar, Kojimada, es un reflejo de lo creativo y a la vez tosco que es X-Men, en el momento en el que existían versiones de Mega Drive como la Sega Nomad que no incluían esta función de resetear y que no permitían, por tanto, avanzar en el juego.


Esta ambición, que también podemos ver por ejemplo en que los diálogos de historia cambian en función del personaje que llegue a ese punto de narración, choca directamente con lo parco que es el juego en lo jugable. Sin duda, adelantado a su tiempo en todo lo que no tiene que ver con lo técnico. El juego se completa con tres niveles de dificultad, con el nivel más fácil sólo permitiéndote acceso a los primeros niveles, y con un modo cooperativo que roza lo demencial, resultando forzadísimo y prácticamente injugable.




X-Men de Mega Drive gustó bastante en el mercado americano, pero no tanto en el europeo, con una cultura de los X-Men menos arraigada. En cualquier caso, ambos mercados hablaron ya por entonces de lo difícil y frustrante que era, siendo considerado uno de los juegos más duros de todo el catálogo de Mega Drive. A día de hoy, en 2022, podemos confirmar que el juego ha envejecido mal, y que son esos chispazos de creatividad lo único que puede invitar a alguien, más allá de hacerlo desde la propia nostalgia, de aventurarse a jugarlo.




4 comentarios :

  1. Yo sólo venía a preguntar si este era el de la frikada de reiniciar, pero ya veo que sí. Yo nunca llegué tan lejos las dos veces que lo arranqué en un emulador, porque se me hacía difícil de querer.

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    1. Si hasta en emulador era un suplicio, imagínate cuando lo jugué en la Mega Drive xDD

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  2. A mí es un juego que me gusta mucho, aunque sí que tiene algunos defectos. La secuela es genial.

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    1. La secuela la jugué muy de pequeñito, pero mi recuerdo es bueno. Desde luego mejor que el recuerdo de este, jaja

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