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12 abr 2022

SIGNS OF THE SOJOURNER


El género de juegos de cartas está alcanzando una gran madurez en los últimos años y está llevando a explorar maneras alternativas que retuercen la experiencia de juego. Es el caso de este Signs of the Sojourner, un juego que mezcla un juego colaborativo de cartas con una visual novel.




La premisa es sencilla, pero la idea es mucho más profunda. Echodog Games presenta los factores básicos de un diálogo, con un emisor y un receptor que intercambian un mensaje, pero sustituyendo esta comunicación por un juego de cartas básico donde tendremos que ir conectando símbolos para alcanzar una conversación y entendimiento fluido. Esta idea de convertir el canal de comunicación en una especie de minijuego da sentido a todo el producto, y es precisamente en ello donde más brilla, por ser capaz de hacerlo de una manera tan natural que entiendes perfectamente cada una de las situaciones que se dan a raíz de cada partida.


Es necesario describir un poco el núcleo del  juego, ni que sea superficialmente, para entender qué esconde. Las cortas partidas que representan conversaciones se presentan en conexiones de cartas con un lado izquierdo y derecho que gozan de distintos símbolos. Para progresar en la conversación tendremos que emparejar estos símbolos alternando con nuestro interlocutor, de manera que tras unas pocas coincidencias llegaréis a un entendimiento y la historia irá progresando. En ese sentido, el juego se encarga muy pronto de dejarte claro que a veces no es posible el entendimiento, y que no es una derrota, sino una oportunidad de obtener una experiencia que te servirá en futuras conversaciones. Así, el juego se va desarrollando alrededor de distintos símbolos que acompañan a distintas regiones por las que vamos viajando acompañando a una caravana, lo que nos llevará no a tener mejores cartas como tal, sino a ser capaces de adaptarnos a las distintas culturas que pueblan el mundo imaginario de Signs of the Sojourner.




Hay dos ideas principales que siempre me rondaron jugando al juego y que estoy seguro forman la parte central de lo que Echodog Games querían transmitir. La primera de ellas es la de que no estás ante una competición, simplemente estás delante de un juego de cartas cooperativo donde ganáis ambos, tal y como pasa en una conversación real. La segunda idea que sobrevuela jugando a Signs of the Sojourner es la de que los símbolos de cada zona no corresponden a distintas lenguas como tal, sino a un cúmulo de sus factores culturales y sociales arraigados. No se trata de aprender el idioma correspondiente, sino de conectar con la persona que te está hablando y alcanzar la sintonía con ella.


Si profundizamos en el sistema de juego, encontraremos que muchas cartas tienen habilidades especiales muy útiles que se introducen dentro de las mecánicas del juego de una manera tan natural que asusta, hasta el punto de que uno se plantea si un ente superior está dedicándose a jugar con nosotros un juego parecido en la vida real. Poderes como "aclarar algo" que nos permiten poner una carta entre otras anteriores a la que tocaba o "charlatán" que nos deja jugar dos cartas seguidas a la vez sin ceder el turno son ejemplos de un sistema de juego tan bien pensado que convierte un juego decente en uno notable.




A pesar de que como digo el juego se esfuerza por dejarte claro que un fracaso en una conversación es algo normal y que hay que aceptar, es cierto que sentí cierta frustración en algunos momentos, sentimiento negativo que se acabó uniendo con la sensación de que el juego podría haberse esforzado mucho más a la hora de su presentación en esas rutas circulares de ida y vuelta a casa. Quizá no estaba inspirado, o no presté la suficiente atención, pero tardé tres partidas enteras en entender cómo quería el juego que jugara en cuanto a cómo seguir las rutas y progresar por las distintas tramas que desembocan en los distintos finales.


No se trata de aprender el idioma correspondiente, sino de conectar con la persona que te está hablando y alcanzar la sintonía con ella.

 

Referente a esto, he de decir que la historia me decepcionó un poco, y que si tuviera que juzgarlo por cómo funciona como visual novel se me torna algo deficiente. El desarrollo de personajes es algo básico para un juego que debería tener en su historia uno de sus pilares, más cuando se le da tanta importancia con tantos diálogos que a veces rompen un poco el flow de un sistema de juego mucho más agradecido de lo que la propia desarrolladora deja entrever.




En cualquier caso, Signs of the Sojourner es una demostración de cómo funciona el lenguaje. Algo así como una demo reducida de los fundamentos de la comunicación que aquí se sienten tan naturales que diría que es uno de los mejores ejemplos sobre cómo adaptar algo tan cotidiano y habitual y transformarlo en un juego.




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