Enrique Segura Alcalde nos invita a subir en su DeLorean para darnos un paseo de 345 páginas con la nostalgia como banda sonora.
¿Os gusta el olor a libro nuevo? ¿Os gusta separar esas páginas que todavía andan pegadas por la compresión de la logística? Seguro que sí. Es una de las grandes sensaciones favoritas de todo lector, un momento especial que sirve de puerta de entrada al papel impreso. Bueno, pues tengo malas noticias para vosotros, porque Arcade Classics Collection: Las Máquinas Recreativas de Tu Infancia, no huele a libro a estrenar. Todo lo contrario. Juraría que hasta vi una bocanada de humo salir del libro cuando lo abrí por primera vez, y cuando me dispuse a dar dos pasos para esquivarla, mis zapatillas tenían una especie de pegamento adherido al suelo de dudosa pulcritud. Pronto entendí lo que estaba sucediendo mientras mis pulmones volvían a encontrarse con esa terrible sensación del humo recorriendo cada rincón de ellos. Estaba volviendo a atravesar la cortina de humo, como si fuera eso un programa de Lluvia de Estrellas, que precedía a entrar a unos recreativos/billares en los años 80-90, donde el precio a pagar por jugar a una partida de Street Fighter II era, aparte de la monedita, financiar la destrucción de tu pulmón como fumador pasivo. Locales atrapantes, ahora extintos en occidente, que no sé si lo eran por la cantidad de diversión que esperaba dentro o por ese suelo lleno de refrescos -y no tan refrescos- que aportaban una capa de pegajosidad extrema para tus flamantes nuevas zapatillas.
Enrique Segura Alcalde, junto a Dolmen Editorial que vuelve a editar bajo el sello Colección Dolmen Games, nos invitan a 345 partidas. Bueno, no a todas, porque entre las páginas del libro podemos encontrar varios invitados que aportarán un mayor dinamismo a la totalidad del título. Vamos, como solemos hacer en nuestras reseñas, a desgranar el libro en distintos bloques respetando los capítulos de la obra apoyándonos en el propio índice.
Las once primeras páginas del libro sirven a modo de introducción. El prefacio corre a cargo del propio Enrique Segura, y se centra en las dedicatorias entre las que destaca la de la Asociación Española Contra el Cáncer a la que Enrique le ha cedido los derechos de autor de este libro. Pronto, entra en acción una de las estrellas invitadas que no necesita presentación. Se trata de Pedro Vera, que se encarga de hacer un prólogo con el que yo no acabo de comulgar. Ya veréis que luego vamos a comentar cosas del libro que no me parecen demasiado bien, pero esto es puramente subjetivo. Digamos que el humor punzante de Pedro Vera me engancha en sus viñetas, que también están presentes, pero cuando se aplica ese humor al formato texto se me queda vulgar de más. Quizá si estuviera preparado para un tono diferente lo hubiera encajado mejor, pero contrasta con el resto del contenido. De nuevo, subjetividad pura y dura.
Enrique Segura entra en materia a partir de la página 12 y nos ofrece un plato principal que llegará hasta la página 289 antes de entrar en una considerable cantidad de contenido extra. Es aquí, en este gran bloque que forma el libro, donde tenemos la mejor versión de este Arcade Classics Coleection, para mi gusto muy por encima de todo lo demás. Teniendo en cuenta que es lo más cuantioso y lo principal, sin duda podéis celebrar las buenas noticias. El escritor empieza delimitando el campo de juego, poniendo unos marcos al lienzo donde va a expandirse la obra dentro de un campo tan extenso como es el del mundo de los videojuegos, el cual sigue siendo grande incluso si nos centramos en las máquinas recreativas. El pobre Enrique Segura es sabedor de esto, y casi se pasa el capítulo introductorio pidiendo disculpas por no haber podido incluir todos títulos que algunos echarán de menos. Demasiadas disculpas para mi gusto ante algo que es obvio, pero que a la misma vez comprendemos. Así pues, nos deja claro que aunque la importancia económica de este mundillo fue mayor en otras épocas, el libro quiere centrarse en el aspecto más cualitativo de la industria en esos años, y por ello, aunque las ganancias fueron inferiores, hay mayor presencia de títulos desde mediados de los 80 hasta principios de los 90. Para que os hagáis una idea, Donkey Kong (1981) es el primer título que aparece siguiendo estas normas, y Metal Slug (1996) cierra el listado, allá por el capítulo IX. Pero antes de eso, como no podía ser de otra manera, Enrique Segura se para en la década de los 70 para rendir pleitesía a los predecesores, y dedica sus primeras páginas a Pong, Space Invaders, Pac-Man y Phoenix.
A partir de aquí, el libro empieza a pillar el ritmo con un tono extremadamente ameno, que mezcla nostalgia con datos objetivos e información muy interesante. Si echáis un vistazo a los capítulos del índice, veréis que la distribución es cuanto menos peculiar. Sí, Arcade Classics Collection es, en su esencia, una lista de juegos elegidos como representantes de las recreativas de una época concreta. Una cápsula del tiempo, o una buena selección de títulos que mandar al espacio como ejemplo de nuestro ocio interactivo. Es todo esto y probablemente más, pero sobre todo es una historia, una narración de acontecimientos y casi un libro biográfico de una generación. Hubiera sido muy fácil agrupar los capítulos por años, por géneros, por influencia convirtiéndola directamente en un top, pero Enrique Segura brilla por usar como capítulos el propio contexto, lo cual es peligrosamente subjetivo, y consigue así acabar contándote una historia que va más allá de una enumeración y que acaba pareciendo más un diario que encuentras que una lista genérica. Bravo por apostar por este formato.
Los juegos, eso sí, quedan bien separados y delimitados con distribución variable. No hay ataduras de espacio, pero sí una voluntad de hacerlo todo muy ameno gracias a una maquetación sobresaliente. De todos los libros que he leído de Dolmen Editorial, ésta edición es la que más me gusta de lejos. Podemos decir que cada juego contiene por una parte un texto más contextual que podemos definir como un análisis del mismo, y muy habitualmente un pequeño texto aparte que entraría en el capítulo de curiosidades y que le da un dinamismo a la lectura superior. Además, aunque alguno parece un poco más forzado, estos "anexos" por llamarlo de alguna manera suelen contener información muy interesante y acaban siendo casi un incentivo a seguir leyendo las siguientes páginas por ver con qué te sorprenden. Todo acaba, siempre, con una ilustración final que roza en muchas ocasiones la excelencia, y que aunque engorda el volumen final de páginas se siente como algo especialmente generoso por parte de la edición. Muchas de estas portadas directamente justifican el precio del libro.
Ejemplo que incluye parte del texto del juego Marvel Super Heroes, un cuadro anexo y una de las flamantes portadas que incluye la edición |
Me he saltado, a idea hecha, uno de los apartados de estas fichas porque es uno de los lunares que tengo que ponerle al libro. Tenemos en cada juego un recuadro final a modo de resumen, con el clásico "Lo Mejor - Lo Peor" que no siento que esté a la altura de todo lo demás, ni siquiera en edición. Esta sensación se va disipando conforme avanzas en el libro, pero se hace especialmente llamativo cuando Enrique Segura, probablemente por dar una cohesión al asunto, lo hace desde el principio. Para que nos entendamos, se me hace increíblemente raro, casi anacrónico, encontrarme con "Lo Mejor - Lo Peor" de un juego como, por ejemplo, el Pong. Se siente raro, se siente fuera de lugar y es algo tan chocante que yo hubiera optado por prescindir de ello. Como digo conforme se avanza en el libro acaba sintiéndose más natural, pero en los primeros análisis es un choque importante.
Ejemplo de análisis que encontramos en la página dedicada a Pong |
Así pues, con esta estructura, vamos avanzando por un libro que da gusto leer. Podría citar algunos de los juegos que vais a ver a modo de ejemplo, pero es mejor ir a ojos cerrados y descubrir cuál es el siguiente título que espera detrás de la flamante portada conclusiva. Creo que es parte de la sorpresa. Eso sí, un aviso para los que esto de las máquinas recreativas os suene como un submundo dentro de los videojuegos: no temáis en absoluto. La lista de juegos es muy reconocible, y diría que el 90% o más han tenido versión para consolas, por lo que aunque el tono es el de nostalgia por el salón recreativo, potenciado sobre todo por su contenido extra, la lista bien podría funcionar simplemente como recopilación de videojuegos que marcaron aquella época.
El contenido extra se inicia en la página 290 abriendo el capítulo X y justifica, como dije previamente, ese matiz de que estamos ante un libro sobre el mundo de las recreativas y no simplemente sobre los videojuegos. Enrique Segura "viaja" alrededor de España para realizar una serie de entrevistas a diversas personalidades dedicadas a la preservación y reparación de las máquinas recreativas a día de hoy, y de alguna manera promocionar las iniciativas que se van dando en formato de exposiciones o ferias hasta la página 328 (326 en el índice, pequeño error que perdonamos con cariño al libro). Estamos hablando de casi 40 páginas dedicadas a entrevistas que también incluyen anécdotas y recuerdos, con lo cual se hace menos denso de lo que puede parecer, pero para mi gusto algo largo y, sobre todo, con un regustillo a promoción que, sinceramente, no me gustó. Por ejemplo, hay lugar para mencionar exposiciones y cursos concretos que se van a celebrar próximamente que para mí no tienen cabida en un libro así por lo efímero de su utilidad, y que ya de por sí interesará a un número muy limitado de lectores. De nuevo entramos en cuestiones muy subjetivas, pero para mí un libro tiene que tener un carácter más estático, y la información que se recoge a veces en estas páginas es demasiado puntual e inmediata haciendo que pierda el valor y el sentido en más corto plazo.
Se hace extraño ver este tipo de contenido dentro del libro |
El siguiente contenido extra abarca el capítulo XI y trae de nuevo a un Pedro Vera que, ahora sí, cae en mejor saco al presentar dos páginas con viñetas que vienen a reflejar la fauna -y a veces flora- que podías encontrar cada vez que entrabas en un salón recreativo. Entran muy bien como contenido extra, y no he querido reflejarlo visualmente en esta reseña por no estropear la sorpresa. El único problema es que este capítulo se siente un poco redundante, porque además de las dos páginas tenemos 6 páginas más donde se profundiza en cada una de esas viñetas, haciéndoles, para que nos entendamos, una especie de zoom, y donde desgranamos a cada uno de los personajes que salen dibujados. La sensación es la de que están explicando un poco el chiste, pero no es algo muy importante donde debamos pararnos demasiado. José Manuel Fernández Spidey es el último invitado a esta fiesta, y la cierra usando en su epílogo el arma más poderosa y a la vez obvia: la nostalgia. Tranquilos, no esperéis una gran sucesión de topicazos porque su texto emana sinceridad, y a poco que tengas algún recuerdo de aquellos años ligado a algún familiar, incluso relacionado con los videojuegos o no, sentirás que estás empatizando con ese montón de letras que tienes ante ti. Un cierre tremendamente acertado.
La conclusión final es que el contenido principal de la obra brilla con especial luz, y el contenido extra, tiene claroscuros. La maquetación y la edición es de sobresaliente, y no puedo dejar de agradecer lo generoso que es el tema de las ilustraciones que acompañan a los textos. Parece ser que Enrique Segura Alcalde tiene entre sus planes realizar para 2022 un Arcade Classics Reloaded donde se incluirán -suponemos- aquellos títulos que se han quedado en el tintero. A poco que repita fórmula y ajuste un par de cosas, será tan digno como éste, que no es poco.
Copia de prensa proporcionada por Dolmen Editorial. En ningún momento las opiniones vertidas en este texto se han visto influenciadas por este hecho.
¿Qué dices? Que yo soy fan de Pedro Vera. Lo llevo siendo desde pequeña, primero leía la Mega Top y luego El Jueves.
ResponderEliminarQue las viñetas y los extras sí, es el texto del prólogo lo que me descuadra xDD
EliminarPues es muy bien precio, y el libro tiene una pintaza extraordinaria. Nº 1 en mi lista de deseados desde ya
ResponderEliminarCon lo que sé de ti, eres target total! Gracias por tu comentario.
Eliminar¡Muchísimas gracias por esta maravilla de crítica y de reportaje! Me siento profundamente agradecido y honrado por recibir semejante revisión de un libro escrito por mí. Mil gracias de todo corazón, mi enhorabuena por el trabajo realizado y como digo mi más sincero agradecimiento por la crítica. Valiente, independiente, completísima y ante todo muy bien argumentada. ¡Fuerte abrazo!
ResponderEliminarVaya, ¡qué sorpresa! Muchísimas gracias a ti por tomarte el tiempo en leer esta reseña y haber dejado un comentario. Para mí ha sido un verdadero placer haber leído y escrito sobre el libro. De nuevo, muchas gracias por tus amables palabras.
EliminarEstaré al tanto de tus futuros libros tal y como digo en el texto, y me gustaría también escribir una reseña de 1980-1990 La Década Dorada de los Videojuegos Retro, del cual, si no me equivoco, creo que estás trabajando en una secuela. Con lo que me ha gustado éste, seguro que está a la altura.
¡Mucha suerte y que vaya todo muy bien! Si puedo ayudarte en cualquier cosa no dudes en hacérmelo saber.
¡Cuídate!
Muchísimas gracias, eres muy amable y escribes de maravilla, da gusto leerte. Te dejo mi correo electrónico por si quieres ponerte en contacto conmigo, me encantaría poder colaborar contigo para alguno de mis próximos libros. Tengo varios proyectos abiertos y seguro que tendrías cabida en más de uno.
EliminarMi correo es enriquesegura78@hotmail.com
Si alguien más se anima a escribirme será un placer contestarle y estar en contacto. Un abrazo.
¡Un placer! Gracias por pasarte, leer la reseña y molestarte en dejar un comentario.
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