Despiertas confuso, con la mirada nublada y con una sed infinita. El agua te rodea, pero no es eso lo que necesitas. Los latidos de la gente resuenan en tu cabeza, y su sangre es el único elixir que puede saciar esa sed. "¡Qué ironía!" -te dices-, "Jonathan Reid, médico experto en transfusiones de sangre convertido en vampiro". La sed es implacable. Sin tener tiempo para pensar, muerdes a la primera persona que se te cruza en tu camino. Eres tú o ella. Todavía notas el néctar recién salido de sus venas por la garganta cuando tu mente se despeja y pones cara a tu víctima. No es el reencuentro que siempre soñaste con tu hermana Mary, que ahora yace inerte delante de ti, y ni siquiera puedes llorar la tragedia porque la guardia cazavampiros nocturna lo ha visto todo.
Tu supervivencia se impone a cualquier lamento, y huyes por los callejones de una Londres donde todavía colea el victorianismo tardío. Una Londres que ya tiene bastantes problemas con una grave epidemia de gripe española, y que no tiene tiempo para fijarse en ti.
También podéis (¡y debéis!) ver el videoanálisis de Vampyr.
En este maravilloso contexto empieza Vampyr, y ya desde el primer minuto uno queda atrapado por su historia y su desarrollo. Tras un episodio introductorio, las aguas vuelven a su cauce y vuelves a encarnar a un Jonathan Reid que oculta su condición y su sed de sangre -o no- para intentar encontrar no sólo respuestas a su nueva condición, sino también una cura para una Londres en decadencia por culpa de la terrible epidemia.
En este maravilloso contexto empieza Vampyr, y ya desde el primer minuto uno queda atrapado por su historia y su desarrollo. Tras un episodio introductorio, las aguas vuelven a su cauce y vuelves a encarnar a un Jonathan Reid que oculta su condición y su sed de sangre -o no- para intentar encontrar no sólo respuestas a su nueva condición, sino también una cura para una Londres en decadencia por culpa de la terrible epidemia.
Dontnod (Life Is Strange, Remember Me) nos trae un juego irregular, tal y como hiciera con su anterior intento con los juegos de acción en Remember Me. Cargado de problemas, el que te guste o no dependerá de cuánto pesen esos peros a tu juicio. Ya os adelanto que soy de los pocos a quien no le ha pesado tanto.
Lo que más se ha criticado del juego de Dontnod son precisamente los combates, sin demasiada chicha, con poca precisión y que apuestan más por ir al bulto que por saber meter con cabeza mecánicas interesantes. Están ahí, no os engañéis, porque Vampyr tiene parrys, un sistema de debilidades a distintos tipos de armas/poderes, una doble barra que se divide en vida y resistencia de manera que si agotamos la segunda podemos realizar una mordida, y una variedad de enemigos relativamente variada como para hacer un sistema más profundo. Lo que ocurre es que al jugador no le acaba compensando aprender todo eso, y creo que hemos sido pocos los que nos hemos preocupado por "masterizar" este combate cuando ir más al machacabotones ofrece una recompensa casi similar.
Aquí entra en juego lo peculiar de Vampyr y es que por defecto es un juego que empieza en difícil, y tuya será la decisión de suavizarlo o no. Las misiones, los enemigos y todo en general te dará una experiencia residual que puede servirte para unos pocos primeros niveles, pero es entonces cuando aparece la verdadera necesidad -y es el único sitio donde aparece en el juego- de beber sangre, porque sacrificar a los NPC te otorgará cantidades de experiencia demenciales que jamás alcanzarás luchando o realizando misiones, a menos que estés un millar de horas jugando. Es posible terminar Vampyr sin sacrificar a nadie, pero el juego se os hará un verdadero suplicio, no por difícil, que también, sino porque aquí sí que aparecen sus carencias en el combate.
Y desde aquí, llegamos al verdadero entramado de Vampyr: la investigación, y no hablo de la trama principal sino de todo lo secundario. Londres se divide en distritos, y cada distrito tiene un número reducido de NPCs con los que interactuar, los cuales son bolsas de experiencia andantes, siempre y cuando decidas tomar ese camino. Pero no, esto no es tan sencillo como llevarte al ciudadano de turno a un callejón y empezar tu cena de nochevieja, y es que Dontnod ha metido un sistema curioso de recompensa. Esto es sencillo: si descubres todos los secretos mediante conversaciones, objetos del escenario como cartas y similares e incluso poniendo la oreja en el momento preciso, la experiencia que te dará ese ciudadano se incrementará sobremanera, por lo que más allá de que te interesen sus historias, que lo harán, tu objetivo es conseguir que esa sangre sea de la mayor calidad por medio de tu investigación.
Vampyr va un paso más allá, y con la excusa de que eres un médico te proporciona un sistema de enfermedades muy básico pero resultón, que justifica un poco el looteo de toda la ciudad. Reid puede hacer remedios contra diversas enfermedades para curar a los ciudadanos afligidos, mejorando así la calidad de la sangre de los mismos y por tanto la experiencia final que te dan si al final decides hincar el diente.
Todo está muy pensado, y no nos engañemos, es una idea maravillosa. El juego en ocasiones rozó una puntuación muy alta, pero se acabó desinflando porque suena demasiado bonito para ser verdad. Vamos con la cara fea de todo esto.
El esqueleto de esta idea está ahí, pero a la misma vez es juez y verdugo. Pronto te das cuenta de que, en un juego tan serio que casi se recrea en sus cualidades narrativas, hay agujeros demasiado grandes por culpa de este sistema. Por ejemplo, tras matar a la pareja sentimental de alguien, ésta desaparecía y volvía a aparecer como cazavampiros para que todo se resolviera con una pelea sin ningún tipo de hilo argumental, como si me estuviera enfrentando al enésimo personaje de skin predeterminada. en el callejón de turno. Entiendo que esto es una solución fácil, y no me quejo demasiado de ello, pero lo que sí me chirría más es que por ejemplo nadie menciona nada en las conversaciones con el resto de ciudadanos. Un doctor desaparece del hospital y todo continúa igual, sus compañeros no lo mencionan, como si nunca hubiera existido. Es como si todo formara parte de una realidad paralela, no hay verdadera conexión con la historia más allá de ser un número que se tendrá en cuenta al final.
Relacionado en sensaciones con todo esto aparecen otros aspectos negativos del juego, o no negativos, pero que le dan un aire más amateur cuando su historia, ambientación y contexto rozan la excelencia. Por ejemplo, la presencia de vampiros se sospecha en Londres, pero está lejos de ser confirmada, pero a la misma vez entre barrio y barrio todo está plagado de vampiros, monstruos salidos de libros de cuentos y, en general, eventos sobrenaturales. Tan fácil como abrir una ventana o asomarse tras una reja para ver cualquiera de estas criaturas. Es como que existe una distorisón de la realidad tan extrema entre lo que se cuenta y lo que se ve que perjudica al producto final. Tienes enormes miramientos y un debate moral sobre si beber sangre o no de los NPC, descubriendo los secretos de cada uno para asegurarte más experiencia y conocer bien a quién estás sentenciando, pero luego te dedicas a morder a cazavampiros que merodean por la calle como si fueran meras ratas -y claro está, no te proporcionan ni un décimo de la experiencia de los otros-. En general, todo se resume a que hay demasiados agujeros lógicos en un juego que pretende, y es, un ejemplo a seguir en narrativa y personajes.
Dontnod separa en exceso todo esto, con descaro, con larguísimos periodos de conversación separados de no tan largas partes de combate. No hay equilibrio. Su mundo semiabierto sirve para marearte un poco en unas calles que parecen todas iguales en la mayoría de distritos, y que tengas que darte largas caminatas para entregar remedios para los ciudadanos antes de que empeoren en sus enfermedades -no existe viaje rápido-. Los gráficos se apoyan en una excelente ambientación que tapa las carencias técnicas obvias, pero considero que es lo de menos en un título como Vampyr.
El paquete se completa con un juego bastante más largo de lo que esperaba, sujeto a bugs que me obligaron a un reinicio en más de una ocasión. El encuadre en las conversaciones es directamente doloroso y todavía no le encuentro justificación. Eso sí, todo queda más suavizado cuando de fondo tienes la insuperable banda sonora de Olivier Deriviere.
Entiendo las críticas a Vampyr, y sin duda desaprovecha un sistema que ya de base es sensacional. Lo que está claro es que es un juego diferente en un mundo donde todo es igual.
Habrá que añadirlo a la lista de pendientes. En su momento sí que que le eché el ojo pero me olvidé de él (no se porqué). Pero bueno, que se ponga a la lista larga que tengo para jugar porque the witcher va primero XD
ResponderEliminarA poco que te guste el contexto... no lo olvides! Merece la pena sólo por eso, y ya, de ahí, con suerte caes en el saco donde estoy yo, de gente que considera sus errores no tan graves y compensados por todas sus buenas ideas.
EliminarConocía de la existencia del juego pero por algún motivo lo pasé de largo. Buena la premisa de su historia. Habrá que echarle el guante cuando se encuentre en especial :-D
ResponderEliminarCon las críticas tan regulares que se llevó, más allá del estreno no se le ha hecho mucho caso así que está quedando ya casi para juego de culto. Si te gusta la premisa no te sentirás defraudado!
EliminarGracias por tu comentario *_*