SLIDER

27 sept 2019

GEARS OF WAR 4 - LA SOMBRA DE UN GIGANTE

Y con una segunda vida por el lanzamiento del Gears 5.



Brazos más grandes que un bazooka, mazacotes de carne que necesitan de dos cargadores enteros para sentir cosquillas, dale al RB que si no media hora para recargar, hombros en carne viva por estamparse contra coberturas, correr amagado y con la capacidad de giro de un dinosaurio con ciática, cuellos de toro, no me quedan granadas y a ver cómo cierro el nido, Marcus Fenix y Gears of War.

Para un usuario de PC como yo, la saga Gears of War supone más lágrimas que felicidad. Jugué al primero un cuatrillón de veces, y hasta ahí. Veía a mis amigos ventilarse la saga y sus spin offs para Xbox mientras yo soñaba con poder volver a estampar mi lomo contra una cobertura. La experiencia de jugar Gears of War 4 es radicalmente opuesta, y a la vez es una trampa mortal para The Coalitio, desarrolladora del título.

Y es que alguien que viene de haber jugado a todos los Gears of War, puede decir que este Gears 4 no aporta nada, que a pesar de ser un título que se anunció con aires casi de reboot tras un descanso, no añadía nada a la fórmula que no viéramos en los anteriores títulos de la saga. Pero el PCero, ay amigos, ése es el que puede hacer daño con el comentario: Gears of War 4 se siente igual que el primer Gears of War, un juego que salió en 2006, diez años antes que esta cuarta entrega. Aquí llega la doble lectura, "se siente igual" significa que hay poca evolución y un estancamiento más que palpable y a la vez se lee como que se siente igual de divertido que la primera vez. Esto es fácil decirlo cuando vienes del PC y es tu segundo Gears of War, pero probablemente alguien que se haya tragado todos los anteriores te dirá que este efecto se ha mitigado bastante.


Gears of War 4 ni siquiera se molesta en dar una buena historia. Vuelve a ser una demostración gráfica bruta y sigue siendo uno de los mejores third person shooter que puedes encontrar, pero teniendo en cuenta el buque insignia que es para Microsoft y los aires de AAA que gasta, uno espera un poco más de trabajo a la hora de presentar algo más atractivo en cuanto a historia. En ese aspecto le salva la presencia de Marcus Fenix y un tono de comedia de acción que le viene maravillosa y que no sé en qué momento adquirió la franquicia. Ver a Marcus Fenix gritar porque sus tomateras han sido arrasadas por un ataque no tiene precio. Digamos que tiene todo suficiente carisma como para ser divertido, pero la historia no tiene chicha como para un producto de este nivel.

Jugué Gears 4 con el objetivo de llegar a Gears 5, juego que de verdad me interesa en su totalidad, aunque esto no me privó para que probara también su online durante bastante tiempo, el cual considero tremendamente divertido y accesible. Además, el juego tiene escenas de gran impacto, enemigos bastante inspirados y algunas fases de tower defense que, la verdad, hubiera eliminado por completo. Sin embargo se ve esfuerzo por cambiar un poco el ritmo.


Gears 4 ha tenido una segunda vida por parte de todos los que han llegado a él por el Game Pass y se prepararon para el lanzamiento de Gears 5. Es un juego que recomiendo, sin duda, pero que tampoco tiene la trascendencia que necesita una saga a la que le faltan ideas jugables. "Si no lo juegas no te pierdes nada" es el mejor resumen, pero si lo juegas te va a gustar, tenlo claro. Veremos si Gears 5 me aporta ese extra que necesito tanto yo como la saga.


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