The Crooked Man es un juego que forma parte de una saga a la
que dudo que alguna vez le dedique más tiempo. No es que The Crooked Man sea un
mal juego, aunque llamarle “juego” se me antoja raro, es más que no me ofrece
nada que realmente pueda justificar extender mi tiempo en algo así, a menos que
alguien venga a decirme que el resto de juegos merecen la pena hasta el punto
de cambiar radicalmente.
Estamos ante el clásico juego de terror en RPGMaker, con un
puñado de ideas decentes ante un motor tan limitado pero que queda por debajo
de otros juegos en creatividad, como fue el caso del fabuloso Ib. The Crooked
Man es un juego que tiene tiempo dedicado detrás, sí, pero digamos que
simplemente está bien hecho, sin mayor cosa que añadir. La historia, principal
aliciente en estos juegos guiados casi lineales con, en este caso, algún pasaje
de acción al final de cada capítulo, acaba siendo una historia más de terror
adolescente con influencias de algunas obras de terror psicológico. En
definitiva, con 16 años me hubiera gustado bastante más que ahora, sobre todo
porque ya he visto demasiado del género en multitud de artes.
Podría pasarle sus problemas a la hora de presentar una
historia lo suficientemente atractiva. El juego está bien escrito, y aunque
como digo no pasa de esa categoría de teenager se ve la buena voluntad de hacer
algo bueno. El problema está en que The Crooked Man falla como juego en algo
muy simple, y es que marea demasiado al jugador y le hace perder el tiempo.
Profundizando, el juego se desarrolla en pequeños niveles
semiabiertos donde tendremos que buscar la típica llave para abrir la típica
puerta, o descifrar una serie de enigmas para obtener un código que desbloquee
una cerradura. Así, el jugador tendrá que ir de arriba abajo buscando el
siguiente paso. Son puzles simples, y a la vez van más allá del típico puzle
que encuentras en casi todos los juegos. Esta inspiración Resident Evilesca de
presentar mapas con habitaciones y enigmas que vas desbloqueando está bastante
bien, aunque eso sí, procurad tener tiempo por delante para completar una zona
cada vez que la empecéis, porque la ausencia de mapa puede hacer que os perdáis.
El gran problema de The Crooked Man es el mencionado: está
encantado de marearte. Y es que ocurren unos cuantos eventos donde no sabes
dónde ir. Un personaje ha salido de la habitación y te toca perseguirlo. ¿Hacia
dónde? Tú sabrás. Oyes ruidos lejanos y tienes que acudir a ellos. ¿Dónde? Tú
sabrás. Recuerdo mínimo cuatro veces donde me recorrí todo el mapa buscando el
siguiente punto al que ir, abriendo puerta por puerta y comprobando pasillo por
pasillo para encontrar el lugar donde tenía que ir para que el juego avanzara.
Esto no sólo supone un tedio importante para el jugador, sino que también
supone el romper el ritmo narrativo y la tensión conseguida. No hay nada peor
que una banda sonora de terror en momento de clímax repetida en bucle porque todavía
no has llegado a donde tienes que ir.
No sé de qué es esta clave, muy probablemente de un mierdijuego, así que aquí queda (Steam)
ResponderEliminar63F5Z-8WEJV-ZYN2F