Nuevamente llegando tarde a todo.
Hola, bienvenidos a 2018 para hablaros de un juego que sólo he tardado seis años en probar. Tiny and Big: Grandpa's Leftovers, de Black Pants Studio (About Love, Hate and the other Ones, On rusty Trails) llegó a nuestras vidas en 2012, cuando la marabunta de indies y el catálogo de Steam era todavía controlable. Probablemente hoy sería un juego más por dicha razón, pero en su día alcanzó cierto renombre llevándose varios premios y una buena crítica de público y prensa. Sí, Tiny and Big es un muy buen juego, aunque haya necesitado de seis años para jugarlo.
Bueno, todo esto es un poco mentira porque la verdad es que ya jugué Tiny and Big allá por 2014. Lo que pasa es que no lo llegué a terminar, y eso tiene delito porque estamos ante un juego que dura poco más de una hora. Quizá por algún formateo forzado, o por alguna otra razón que no recuerdo, interrumpí mi partida allá por el tercer nivel.
No ha sido hasta ahora que he vuelto a empezar el juego y, vaya, todas mis sensaciones de entonces habían permanecido intactas. Tiny and Big es un buen juego, un plataformas 3D basado en físicas que realmente funciona. Botón izquierdo para cortar cualquier objeto en pantalla, botón derecho para lanzar un gancho del que podemos tirar, y botón central para lanzar un cohete que empujará cualquier cosa que esté suelta.
Tiny and Big se entiende fácil combinando todas estas herramientas, ofreciendo un juego de plataformas mayormente vertical donde tendremos que construir nuestro propio camino a base de corte, empujón y tirón como si se tratara de un programa de Bricomanía. No hay grandes hostilidades más allá de las caídas y los "combates" con Big, nuestro adversario obsesionado con obtener el máximo poder a través de unos preciados calzoncillos.
Funciona porque es entretenido, porque hay una fuerte sensación de libertad que lleva a Tiny and Big a ser muchas veces un sandbox donde tu imaginación premia. Es mucho más cuadriculado que un sandbox, pero tiene esa capa que lo hace todavía a día de hoy un juego especial. También funciona porque es muy corto, insultantemente corto, y no hay tiempo para agotarse o resoplar ante el siguiente nivel.
Si lo tenéis enterrado en vuestra biblioteca de juegos sabed que es un juego rápido que se disfruta bastante. Avisados quedáis.
Me pareció un muy buen juego a nivel de diseño, jugabilidad y buena banda sonora.
ResponderEliminarGracias por tu comentario! A mí lo que más me llama la atención es que aunque tiene ya sus años jugarlo a día de hoy sigue aportando la misma sensación de originalidad. Es una idea que no se ha explotado. Estaría guay una secuela más extensa :D
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