Diario de un GordoCheetos #3

A rejugar como un demonio lo que queda de año, y si es con lucecitas por toda la habitación mejor.

Tengo una manía terrible: no puedo acabar el año con un juego a medias. Para el 31 de diciembre tengo que haber acabado todos los juegos que tengo a medio. Esto, claro está, no incluye juegos determinados como Rocket League o PES y cosas así, hablo de, digamos, juegos con historia "acabables". Puede sonar coherente -no-, pero no queréis ver la cara que me ponen mis amigos cuando me proponen jugar a algo y les digo que no porque estoy ido de la cabeza.

Y este año he echado la persiana muy pronto. Para finales de octubre ya me había decidido a no probar más juegos hasta 2019, porque, la verdad, echo de menos rejugar. Es aquí cuando entran en juego segundas oportunidades para juegos que no me parecieron malos del todo. Así, he vuelto a darle una segunda oportunidad a Titan Souls, juego que se llevó un 4'5 y que planteaba cosas interesantes. Releído mi análisis, he de comunicar que no ha mejorad -ni empeorado, que tampoco es fácil-. Me sigue pareciendo una oportunidad desaprovechada por un mal diseño de juego. Tomb Raider en cambio, el primero de la nueva saga, sigue siendo tan bueno, quizá no tanto para la nota que le di entonces, pero igualmente un gran juego -mucho mejor que el segundo y parece que el tercero-. ¿Otras rejugadas? Bueno, de momento Closure, pero sigue sin irle bien la cosa.

Titan Souls no tendrá más oportunidades, pero no es tampoco un mal juego

¡¡¡Tiras LED!!! ¿No te gusta sentir que tu habitación es un sitio de lucecitas? A mí sí, qué demonios, y aunque tengo la sensación de que en cuanto corra medio mueble todo se va a desmoronar o que en cualquier momento mi casa va a salir ardiendo, me he agenciado unas tiras LED para pegarlas por ahí. El lugar indicado, como no podía ser de otra manera, era la mesa del escritorio y un mueble adyacente que bebe de las sobras de la tira. Me encanta. Es que hasta cambio el color en función ya no del juego si no del nivel. Me costó ponerlas un cojón y medio, pero oye, entre las tiras LED del escritorio, el teclado RGB, el ratón RGB y la alfombrilla RGB me he hecho aquí un imperio que me gustaría ver la cara del vecino cuando ve la fiesta de luces que se da en mi habitación. De camino vienen unos calzoncillos LED.

"Te dije que no metieras más tiras LED en el horno"

¡Ya tengo preparados los Premios Raul Minero 2018! La entrada no ha costado tanto porque, sabio de mí, me dejé todo ordenadito para todos los años. Aún así siguen habiendo infinidad de premios y las entradas me llevan bastante tiempo, pero este año he conseguido que sea más light. A finales de diciembre tendréis los premiados para cerrar el año en El BloJ.

Y hablando de premios... están a la vuelta los Game Awards y este año creo que no va a haber entrada al respecto. Voy a verlo en directo si puedo que estoy con un horario catastrófico y mira, ya que lo tengo así, pues me sacrifico. Espero que merezca la pena.

¿Os he dicho que estoy rejugando? Pues eso. Aprovechando este momento, me he puesto con Darksiders Warmastered Edition, que ya que lo dieron gratis a los que teníamos Darksiders había que amortizar la cosa. El caso, que como ya lo he jugado, decidí ponerme los diálogos en italiano, porque yo que sé, ángeles, demonios, pues italiano. Es lo mejor que he hecho en mi vida, hasta el punto de que me planteo muy seriamente que, de darme la opción, es una práctica que voy a repetir más de una vez dependiendo del juego.

Y con esto concluye el último diario de un Gordocheetos del 2018, porque mi vida no da para tanto como para meter otra entrada en lo que queda de tiempo. A ver qué me trae 2019.