Darksiders

Estáis probablemente ante uno de los juegos que menos ruido hizo para lo que realmente merece. Darksiders era en mi mente (y probablemente en la de todo aquel que lo haya visto de pasada) un clon de God of War. Eso no tenía que ser malo, pero al poco de jugarlo me di cuenta de lo equivocado que estaba, y muy pronto me vi atrapado por su mecánica de juego. Darksiders es fácilmente uno de los mejores juegos que he jugado en todo este año.

Definir el género de Darksiders es complejo. ¿Cómo definiríais el género del Zelda? Darksiders no es más que un Zelda oscuro, o un Metroidvania como dicen algunos, con un universo que puede dar para miles de millones de secuelas y spin offs. Su historia es, por primera vez en esta clase de juegos, bastante trascendente e interesante. En serio, recuerdo muy pocos juegos del género donde la historia estuviera tan bien hecha, y sobre todo, tan bien contada. A mí me pilló a contrapié, y lo cierto es que acabé perdiéndome un poco porque no le presté una atención especial al principio del juego. Cuando me di cuenta de que la historia tenía el suficiente atractivo fue un poco tarde para mí. Así que ya sabéis, si os adentráis en el juego no dejéis de lado la historia.

Sin destripar gran cosa, manejamos a Guerra, un jinete del apocalipsis en el típico escenario de la batalla entre las fuerzas angelicales del Cielo con las del Infierno. Guerra es traicionado (al principio del juego, tranquilos), y ve como sus poderes son arrebatados (¿God of War?). Lo cierto es que, como Guerra, acabamos más dando palos a demonios que a ángeles, pero no es que haya un posicionamiento por ninguno de los dos bandos. De esta manera tendremos que ir resolviendo la trama, más cercana a la de una película de mafiosos que a otra cosa, y recuperando nuestros preciados poderes. Un universo que puede recordar a más de uno a Spawn con tanto ser de los círculos del infierno y tantos ángeles que no son tan buenos. Todo es bastante McFarlane y bastante Greg Capullo.

Wallpapers no os van a faltar

¿Zelda? Pues sí, aunque no pueda parecerlo Darksiders es muy Zelda, aunque tardas unas cuantas horas en darte cuenta de ello. Lo bueno es que cuando te da el chispazo te gusta todavía más. El mundo se divide en distintas zonas que bien pueden ser catalogadas como mazmorras, donde encontraremos no sólo un mapa que nos ayudará mucho en el progreso, si no también una brújula que nos revela si en la habitación queda algún cofre de tesoro oculto. Por supuesto conseguir dicho mapa y dicha brújula debe ser el objetivo primordial para todo aquel que busque el ansiado 100% (del cual hablaré después). Por si esto no es poco, en las mazmorras encontramos armas y utensilios que nos ayudan a avanzar, y siempre nos encontramos con un jefe final el cual debe ser vencido, habitualmente, empleando el utensilio que hemos encontrado. Cuando lo vencemos nos permite teletransportarnos al principio. No, no nos da contenedores de corazón al vencerle, pero sí que en el juego hay distribuidas piedras de vida que, al reunir cuatro, aumentan la vida de Guerra en una unidad. Incluso el menú recuerda en su disposición al que podemos encontrar en cualquier Zelda.

El citado 100% es de los que da verdadero gusto obtener. Debemos regresar más de una vez a zonas ya visitadas para llegar a los cofres que tuvimos que pasar por alto, pero es un placer que merece la pena. No nos molesta volver a pasar por dichas zonas para completarlas. Hay muchos objetos adicionales y poderes desbloqueables. Además, una vez avanzado en el juego, tendremos una habilidad de marcar todos los cofres sin necesidad de brújula, por lo que no tienes que estar realizando búsquedas interminables y estúpidas ni es necesario mirar guías para encontrar todo. Aunque bueno, en este aspecto sí que me quejo un poco porque no se puede consultar el mapa de un lugar hasta que llegas a él, así que alguna caminata hasta el lugar sí que tienes que pegarte. De todas formas lo más importante es que sabes perfectamente cuando tienes el 100% del juego, y si no lo tienes también sabes a dónde acudir.

Primicia mundial. Mis estadísticas del final

Darksiders coge lo mejor de muchos juegos, y la fusión acaba siendo algo divertidísimo y con una curiosa personalidad que no obtiene ninguno de los juegos que pretenden lo mismo. Quizá el éxito radica precisamente en no tener complejos, porque el juego de THQ se muestra tal y como es, y si alguien quiere pensar que es una copia, pues él se lo pierde. Por ejemplo, cogemos cierto artefacto que nos permite crear portales para transportarnos. Sí, Portal total y absoluto, y ni siquiera se han molestado en ponerle otros colorines. Disponemos de un portal naranja y otro azul. Otro ejemplo lo tenemos en los movimientos de ataque, que se parecen mucho al estilo de combate de Kratos, haciendo sierras en el aire y cosas de esas chulas que son más vistosas que destructivas.

The cake is a lie

Son varios los juegos que se me pasaron por la cabeza. Como ya dije, el Portal se le pasa por la cabeza a todo el mundo, el ya mencionado Zelda o el God of War, aunque a mí sólo al principio cuando todo parecía lineal. Otro juego que hizo que me derritiera vivo que recordé gracias a Darksiders fue el Shadow of the Colossus. Aquella batalla con un gusano de arena a lomos de Ruina, el precioso caballo de Guerra, hizo que recordara uno de los momentos más épicos de uno de los mejores juegos de la historia.

Grandioso

Darksiders es un juego tremendamente jugable. Guerra se mueve con mucha agilidad, tanto a pie como a lomos de Ruina. El caballo nos permite usar con cierta soberbia la pistola que nos entregan a medio juego (sí, la que cuando te dan la ves muy fea pero cuando vas a caballo te sientes Billy el Niño). Sólo tuve problemas con los saltos en ciertas ocasiones, pero nada que empañara mucho la experiencia de juego. El sistema de combate se pudo haber complicado algo más, pero al fin y al cabo en aquellos juegos donde hay gran variedad siempre acabamos usando el mismo ataque, el más efectivo que encontramos, y obviamos el resto. Podemos mejorar tanto los ataques con los que contamos como las armas con los que los ejecutamos.

La espada de Guerra es más grande que cualquier criatura del juego

La banda sonora es también sorprendentemente buena. Va un poco más allá del genérico cántico de batalla continuado y cada parte tiene su propia orquestación. El doblaje al español es bastante acertado, pero imagino que en inglés será todavía mejor. Gráficamente es más vistoso que potente, más de gran nivel de detalle y diseño por encima de definición y calidad técnica. Ya sabéis que creo que esa es la clave para que el aspecto técnico perdure en el tiempo y no se quede en el éxito momentáneo de una tecnología puntera.

De compras por Nueva York

Darksiders es un juego que se perderá mucha gente, aunque con la llegada de su secuela en Agosto quizá cobre un mayor protagonismo. Secuela que por cierto el juego prepara de una manera grandiosa con el final del juego. Poca cosas se pueden decir negativas de Darksiders, así a botepronto únicamente recuerdo que no me gustó la batalla final, aunque el resto de los jefes de mazmorras sí. Una maravilla videojueguera que hay que agradecer que saliera en PC, porque la verdad es que tiene un alma muy consolera. Recomendable a más no poder. Podési fiaros de mí que no regalo notas tan altas. Y eso que he dejado pasar muchos días a ver si era cosa del momento...

Imagen que transmite paz y amor

PUNTUACIÓN

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