Dino Crisis

Propuesto por Miquiprince en la edición ¿A Qué Juego Quieres que Juegue? #12: NeoJin I de Albacete, y por fin completado tras haber probado un montón de isos y emuladores donde no funcionaban. Legendario mi gafe con todo lo que tiene que ver con Sony.

Dino Crisis, junto a Resident Evil y Silent Hill, bien podríamos decir que componen la trinidad de los juegos survival horror de la época dorada de la primera Playstation. Los tres asentaron unas bases que ya vimos en Alone in the Dark (Infogrames, 1992) y que, con el pretexto del miedo, revolucionaban el panorama videojueguil de la época. Resident Evil y Silent Hill continuaron exprimiendo la gallina de los huevos de oro, pero Dino Crisis, que en su momento estaba tremendamente bien considerado, tan sólo tuvo una entrega adicional más antes de que la saga se parara y se convirtiera a día de hoy en casi culto.

El equipo detrás de Dino Crisis es el mismo detrás del de Resident Evil, Shinji Mikami incluido. Esta vez, gracias a la moda que instauraron las películas de Spielberg en la década de los 90, la acción nos llevaba a sustituir los zombies por dinosaurios, aunque esta vez en escenarios 3D a tiempo real en lugar de los pre-renderizados que veíamos en la saga estrella de Capcom. La llegada de Silent Hill en enero de 1999 sin duda daba un paso más allá en la tecnología aplicada a un juego de PSX, y Dino Crisis se encargó de seguir dicho camino.

¿Es un buen juego Dino Crisis? Sí, sí que lo es, pero al contextualizarlo pierde muchas de sus virtudes. Estamos hablando de un juego que salió después de que Capcom hubiera lanzado los maravillosos Resident Evil y Resident Evil 2, teniendo el 3 en camino, y que en todo momento se ve superado por los mismos. Dicho de otra manera, Dino Crisis parece un campo de pruebas para sacar posteriormente juegos bien pulidos como los mencionados. El diseño de menús -centrado sobre todo en el inventario-, la jugabilidad más robótica que se pone de manifiesto por culpa de unos enemigos mucho más agresivos y la composición de los puzles hacen de Dino Crisis una especie de versión inferior a todo lo que había sacado ya Capcom en materia de survival horror.

Imagina ser dentista

Dino Crisis está falto de enemigos y situaciones diferentes. Los enemigos se tornan pocos y también extremadamente pesados. Demasiados velocirraptores. Es algo así como si la mansión de Resident Evil estuviera llena de perros en lugar de zombies. Como digo, Regina, la protagonista en cuestión, está lejos de ser una delicia de cara al control y no serán pocas las veces que muramos en situaciones ajenas a lo que introducimos en el mando. El juego apuesta por salir corriendo siempre en lugar de luchar, pero esta vez, al contrario que en Resident Evil no es por ahorrar munición, es porque luchar contra los dinosaurios no suele aportar grandes beneficios. Eso sí, la dificultad incrementada por estas criaturas, muy lejos de los lentos zombies, se ve algo más aliviada por unos objetos que actúan como vidas y te resucitan al morir, además de no contar con un límite de grabado como ocurría con las cintas de máquina de escribir de Resident Evil.

Las rejillas láser son tus amigas

Otro de los elementos claves del género en esta época eran los puzles. La mansión de Resident Evil estaba llena de enigmas y los puzles te obligaban a pensar. En Dino Crisis encontramos muy aburridos puzles y una cantidad de tarjetas y llaves electrónicas exagerada que lían mucho tu inventario y tu cabeza. Si vas siguiendo el hilo no hay problema, pero como te despistes un poco te verás con una cantidad de objetos que parecen iguales.

Dino Crisis es buen juego por sí mismo, y sería fabuloso en un mundo donde no existieran precedentes como Resident Evil. También he de decir que, jugado en su momento, el juego debe ganar bastante, pero al contrario de los otros juegos de Capcom Dino Crisis envejece un poco peor porque basa su acción en unos controles cuyas carencias se ponen de manifiesto con mayor facilidad por la naturaleza de sus enemigos.