White Night

Si me dicen que un survival horror neo-noir iba a convertirse en uno de los peores juegos que he jugado este año no me lo hubiera creído.

A continuación, en el cuaderno de bitácora, la crónica de una muerte no anunciada.

Lo reconozco, yo veo esto y dejo de leer al instante para ponerme a jugarlo

Día 1 (Tiempo de Juego - 00:45): ¿Es en serio un survival horror? ¿Un survival horror neo-noir en blanco negro de alto contraste? Es como si los responsables se hubieran juntado y hubieran dicho: "¿qué le puede encantar a NeoJ?". No tenía claro si estaba ante una interesante "aventura gráfica" simplificada, pero ha sido entrar a una mansión abandonada y empezar a encontrarme con enigmas, puertas cerradas y documentos que huelen a survival horror que no veas. Vale, todo eso y algún fantasma que se me ha aparecido de la nada y que he tenido que "combatir" asegurándome de llevarle hacia la luz -hola Alan Wake-.

Pinta bien pero en estos primeros 45 minutos ya hay dos cosas que creo van a ser determinantes de cara al final. Primero, la oscuridad es extrema y el uso de cerillas para ir iluminando -un poco a lo Amnesia- no es suficiente como para investigar todo lo que te gustaría, o por lo menos no con tranquilidad. El juego de cámaras estáticas cambiantes a lo survival horror clásico puede llegar a marearte y perderte en estos oscuros mundos en blanco y negro. Por el momento ningún mapa a mi disposición. Segundo, excesos textos que te sacan continuamente del juego. De momento cada habitación a la que he entrado ha tenido en torno a diez documentos, lo cual es una burrada.

Tiene pinta de que voy a quedar un poquito defraudado y por su culpa voy a querer un survival horror en este mismo plan pero mejor hecho jugablemente. Ojalá me equivoque.

(Tiempo de juego - 02:30): El horror se cierne sobre mí, y no precisamente por estar pasando miedo. Todo lo impresionante que tiene White Night visualmente -no hay más que ver las capturas- lo tiene de malo en su jugabilidad. Creo que es el survival horror más incómodo y peor manejable que he visto nunca. Los controles te venden todo el tiempo, los ángulos de las cámaras son despreciables y el hecho de no ver nada y que lo poco que veas sea en blanco y negro convierte a White Night en una tortura de la que creo no quiero ser partícipe.

No ha podido ser. White Night ha sido enviado al quinto infierno, un lugar al que casi ningún juego ha ido. Para que os hagáis una idea de lo grave que es la cosa, podéis ver en mi perfil de Howlongtobeat mi lista de juegos abandonados -a algunos planeo volver algún día-. 23 juegos mientras escribo estas líneas que han sido dados de lado, frente a más de 1.600 juegos completados. Repito: 23 de 1.600. White Night cuenta con el dudoso honor de entrar en esta terrible lista.

Ya podéis ver el cambio diametralmente opuesto que hay desde la primera entrada hasta el día de hoy. La conclusión es bien sencilla: la premisa es buenísima, y la ejecución es el peor de los desastres. White Night se acaba convirtiendo en un juego incómodo de jugar, pero incómodo de la leche. No me vayáis a venir ahora con que Silent Hill era un juego incómodo porque os destruyo la cabeza.

Sé que las imágenes llaman hasta el infinito. Por favor, no os dejéis engañar como me pasó a mí

Más allá de que en White Night haya demasiado texto que te interrumpe cada diez pasos -he jugado a visual novels con menos texto que White Night-, su esencia de survival horror está tan mal traída que no sé por dónde empezar. El control demencial, el mareo constante de cámaras o la presión continua de avanzar a cierta velocidad para no quedarte sin cerillas son motivos suficientes para abandonar un juego que tan sólo te aportará satisfacción en sus cinco primeros minutos.

Si alguien se atreve a probarlo, que vaya con Dios.