Recopilación de juegos flash de Edmund McMillen aparecida en 2012 que repasa la evolución del desarrollador en el mundo de los videojuegos añadiendo numerosos extras y alguna que otra mejora. Más allá de que te guste más o menos, es ideal para hacerse una idea de cómo funciona la mente de uno de los desarrolladores indie más reconocidos a día de hoy.
The Basement Collection funciona bien como juego casi fetiche, sobre todo para aquellos que disfrutaron de Super Meat Boy y posteriormente del maravilloso The Binding of Isaac. Ya pudisteis comprobar que el segundo fue uno de los juegos que más me ha gustado en los últimos meses, y por ello me mostraba bastante ilusionado a la hora de probar esta recopilación de juegos de su creador. El resultado ha sido bastante peor del esperado, y aunque es difícil hablar de un producto que recopila varios juegos las sensaciones finales fueron algo reguleras.
Básicamente falla en dos cosas. Primero, hay algunos juegos que son aburridos, aunque esto es muy disculpable en una recopilación de juegos de los comienzos en flash del señor McMillen. Otros juegos se quedan en aburridos, tediosos y pesados como es el caso de Triachnid. Lo que no es tan disculpable es que los controles sean tan nefastos en la mayoría de juegos. Sufriremos bastante del muy adorado input lag por la propia tecnología flash, y en algunos juegos la cosa llega a ser injugable por momentos.
Para lo que sí sirve es para darse cuenta del universo McMillen. Con la tontería ha diseñado una serie de criaturas que van apareciendo en muchos de sus juegos (The Binding of Isaac, después de haber probado estos juegos, parece un autohomenaje). Los hay más conceptuales como el muy recomendable Coil, puzles como Aether o Time Fcuk, los hay plataformeros como el popular Meat Boy o Spewer y también hay lugar para momentos más arcade en juegos como Grey-Matter. The Basement Collection es no sólo ya una buena recopilación de los juegos de McMillen, es además un ejemplo de todos los palos que se suelen tocar en el indefinido género indie.
Cada uno de los juegos tienen diferentes extras bastante suculentos, desde prototipos de los mismos, escenas eliminadas referentes a dichos juegos del documental Indie Game: The Movie y por supuesto la siempre presente galería de arte conceptual y comentarios de los desarrolladores. Los menús están bastante cuidados y merece la pena ir desbloqueando los extras que se nos van ofreciendo. Bueno, cuando digo eso me refiero a que los extras son muy buenos, no que merezca la pena echar tantas horas en juegos que puede que no te gusten.
Uno de esos juegos que rellenena bibliotecas de Steam pero que muchos ni han probado. ¿Merece la pena? Bueno... si tuviera que pronunciarme me dacantaré por el no a pesar de haber disfrutado bastante con algunos como Time Fcuck o Coil. Son ejemplos de juegos que van más allá de un mero juego flash, y que buscan una profundidad y un sentido diferente a lo que se nos tiene acostumbrados. Todos los juegos de McMillen transmiten esa sensación, pero es en estos donde más se ejemplifica. En cualquier caso, ya sabéis que yo no soy de los que piensan que todo lo indie es de oro, así que si os tira especialmente el mundillo es probable que gane varios puntos en "recomendabilidad".
Si no recuerdo mal Time Fcuck y Coil se pueden jugar desde el navegador, así que si alguien tiene curiosidad que busque en la web y quizás los encuentre para catar.
ResponderEliminarYo creía que estaban todos disponibles en navegador, o es lo que mi mente había creado mejor dicho xD, pero ahí queda el dato^^
EliminarPues a mi me encantan estos juegos ^^
ResponderEliminarSí, si la mayoría no están mal. Hay que tener en cuenta que yo venía del Isaac y claro, mis expectativas eran bastante grandes!
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