Assassin’s Creed: Revelations es el juego más continuista de
todos cuantos ha sacado Ubisoft de la saga. El juego
sirve de despedida para unos personajes con los que hemos pasado varias horas
de juego, y actúa más como un epílogo que como una prolongación de la historia
que vimos en Assassin’s Creed II y Assassin’s Creed: Brotherhood.
Debo ser de los pocos que disfrutó más con el primer Assassin’s Creed que con el segundo. Soy plenamente consciente de que el
primero era repetitivo hasta decir basta, pero Altaïr me encantaba. Luego llegó
Assassin's Creed II, objetivamente muchísimo mejor juego pero que a mí no me gustó tanto
porque conocí a Ezio, personaje con el que jamás llegué a encariñarme. Más
adelante caí en el error de que Assassin’s Creed: Brotherhood iba a ser una
especie de spin-off con el único objetivo de sacar cuartos y me llevé una
maravillosa decepción, siendo hasta la fecha mi Assassin’s Creed favorito. El
más completo y el más variado.
Assassin's Creed: Brotherhood |
Pero entonces anunciaron Assassin's Creed: Revelations. Cuando veía los
trailers no podía dejar de emocionarme ante la idea de volver a saber de
Altaïr. Al menos así lo vendían, un Assassin’s donde ambos protagonistas iban a
ir de la mano y los pasos de uno llevarían a los pasos del otro. La
introducción del juego, una excepcional secuencia de video, alentó esa
impresión, pero una vez comenzado el juego no pude más que decepcionarme. A
ver, lo ideal hubiera sido una historia donde manejaras a ambos, turnándose de
secuencia en secuencia o algo así, pero supongo que era demasiado pedir, así
que me hubiera conformado con que Ezio, único protagonista del juego,
deambulara por Masyaf, Acre o Damasco en busca de… algo relacionado con Altaïr.
Lo que tenemos en Assassin’s Creed: Revelations es en
realidad un Assassin’s Creed: Brotherhood 2. Si el salto del primer juego al
segundo fue brutal y el Brotherhood fue la perfección del segundo, este
Revelations toma la base de Brotherhood y la mejora muy minimamente. Es todo
como en Brotherhood con algunas que otras novedades jugables, pero desde luego
es el salto más pequeño de la franquicia en lo que lleva de vida. Era raro que
Brotherhood pudiera ser tan bueno, más todavía viendo el ritmo de juegos que
llevan (política de Ubisoft de siempre), pero lo consiguieron, y ahora
con Revelations me temo que no (quizá el hecho de que ni dejaran pasar un año desde su lanzamiento tenga algo que ver).
Pero aunque parezca que esté criticando de algún modo
Assassin’s Creed: Revelations en realidad lo estoy piropeando. Ya he mencionado
unas cuantas veces que su antecesor es una maravilla, y que este incluye
algunas mejoras, por lo que cualquiera puede deducir que no estoy diciendo que
sea un mal juego. Al ser tan parecido al Brotherhood el hecho de que te guste o
no va ligado a pequeñas cuestiones de gustos. Yo por ejemplo prefiero cien
veces Roma a Constantinopla, pero entiendo que pueda pasar lo contrario.
Porque Ezio tiene esta aventura en Constantinopla, donde
seguiremos encontrando todo lo divertido de Assassin’s Creed: Brotherhood.
Seguiremos renovando la ciudad, sus monumentos (todos placenteramente
escalables) y sus tiendas mientras vamos asentando nuestra hermandad de
asesinos por la ciudad y por el resto de Europa (esa "Guerra del Mediterráneo" es más pesada que lo que teníamos en Brotherhood, pero tampoco es que esté mal). No hay caballos, cosa que eché
en parte de menos, y el motivo es que la ciudad es infinitamente más pequeña
que Roma, aunque está muy bien detallada. Lo que sí echo de menos ya es ir
viajando de ciudad en ciudad como hacíamos en los dos primeros juegos. Ahora
parece que se elige una ciudad atractiva y ahí nos quedamos durante todo el
juego. Yo disfrutaba viendo nuevas ciudades y cambiando un poco los edificios
que veía, daban mucha más sensación de variedad.
La torre del Gálata en la actualidad y en Assassin's Creed: Revelations |
La presencia de Altaïr se limita a misiones que se nos
venden como principales en cada secuencia pero que tienen un tufo a secundarias
muy grande. En todo momento parecen un extra más desbloqueable, como cuando
conseguíamos las llaves de Rómulo en Brotherhood. Ezio irá recogiendo
fragmentos pasados de la vida de Altaïr que revivirá llevándole a distintas
enseñanzas. Los fragmentos o llaves están escondidos en determinados lugares
donde tendremos que vivir aventuras como pocas veces he visto en los Assassin’s
Creed. Lo que conocemos como las catacumbas que nos llevan a los entresijos de
las ciudades y templos (para salir por las tapas de las alcantarillas) en esta ocasión son
magníficos, trepidantes y mucho mejores que en otras experinecias como
asesinos. Con estas llaves viviremos en pocos fragmentos toda la vida de
Altaïr, desde sus inicios hasta su final, y vuelven a dejarme claro que Altaïr
es cien veces más interesante que Ezio.
Ezio Auditore me cayó fatal en su primer Assassin’s Creed.
Del misterioso y serio Altaïr pasábamos a controlar a un niñato prepotente y
mujeriego que se burlaba constantemente de sus enemigos. En Brotherhood sin
duda se serenó, maduró y se tomó más en serio eso de ser un asesino (seguro que por eso me gustó tanto también), y en
Revelations ya está mayor, por lo que toda esa actitud del principio se ha
eliminado. Por cierto, debéis ver el cortometraje de animación Assassin’s
Creed: Embers una vez terminéis Revelations, porque merece la pena. La verdad
es que no sé si la evolución de Ezio estaba pensada en un principio, si se
tenía en mente hacerlo un niñato para que vaya madurando con el paso de los
juegos y se convierta en un Assassin insuperable, pero lo cierto es que su
madurez es uno de los atractivos del juego.
Esta imagen es GOTY |
Siempre hablamos de Assassin’s Creed y nos dejamos a
Desmond. Olvidamos que realmente el personaje principal es él, y que algún día
está llamado a ser el protagonista de un juego apoteósico donde le manejaremos. Por primera vez sabemos cosas del pasado de Desmond de una manera
bastante concreta. Revelations arroja mucha luz a varias preguntas que dejaban
los otros. La forma de saber de Desmond es mediante los conocidos como “viajes
de Desmond”, una especie de juego aparte que es consecuencia directa de la moda
indie en el mundillo de los videojuegos. En este modo manejamos a Desmond en
primera persona mientras surcamos los entresijos de su dañada memoria. A modo
de puzle, vamos insertando plataformas de dos tipos (una plana y otra con
rampa) para ir avanzando e ir resolviendo los problemas que se nos plantean. Es
bastante interesante, y está muy bien llevado, porque los escenarios están basados en fragmentos de su vida. Recuerdo las luces de las discotecas y la llegada a Abstergo como momentos memorables, pero son muy pocos los viajes
que hay disponibles y se pueden hacer casi nada más empezar el juego, por lo
que da la sensación de ser algo poco importante.
Cuando lo indie llega a Assassin's Creed |
La historia como dije sí que da un paso agigantado, al menos
refiriéndonos al final, porque las misiones son bastante intrascendentes.
Además, las principales son bien pocas, y teniendo en cuenta que todos los juegos
tienen más de la mitad de las misiones que parecen tutoriales la cosa se nos
queda en insuficiente. Tan sólo al final las misiones cobran un carácter más
atractivo (incendiar el puerto de Constantinopla es muy espectacular). Esta vez
conseguir la sincronización total en algunas misiones (matar a un objetivo de
la forma que te digan, no ser detectado, acabar una misión en un límite de
tiempo…) cuesta más, aunque la dificultad en ese sentido sigue estando muy
equilibrada.
Fight fire with fire! |
El final, por primera vez, me pareció de lo más épico
(aunque últimamente todo me parece así), y no es una basura como el del resto
de Assassin’s Creed. Es inconcluso claro, pero no te deja con la sensación
agridulce como los otros. Ves un final y sientes que es un final aunque no sea
el fin de la historia, es algo difícil de explicar, pero yo quedé muy contento
con él, sobre todo porque hay más relación entre todos los protagonistas
implicados, que es como yo pensaba que iba a ser todo el juego. Eso sí, los
títulos de crédito son más largos que todo el juego.
La jugabilidad de Assassin’s Creed ha sido criticada en
muchas ocasiones. Que si es imposible morir, que si es todo el rato tener apretado
dos botones y ya se hace todo… Parece que en Ubisoft han tomado nota de toda
esa clase de impresiones y llevan intentando acabar con esa idea mucho tiempo.
Sigue siendo posible matar una cantidad ingente de soldados pero cada vez va
costando más. Más os vale aprender a ser silenciosos (sí, me refiero a vosotros, yo ya me siento como un ninja) porque me da que en el
Assassin’s Creed III poco os va a valer eso de ir de cara cuando los enemigos van
con rifles en lugar de cuchillos. En cualquier caso, en este Revelations cada
tipo de guardia tiene su “truco”, y si lo desconoces te costará mucho zafarte
de ellos. Lo de apretar dos botones y que se ponga a hacer todo sigue siendo un
poco así, pero han incluido alguna que otra novedad para que no sea tan
rutinario.
La principal novedad a nivel de combate y también
estratégico son las bombas. Al principio te asustan mucho, porque te dan toda
la información de una y no te enteras de nada. Hay una gran variedad de bombas,
y dominarlas es bien sencillo y muy divertido. Podemos echar esencia de mofeta
a un guardia para que se separe de todo el mundo y así poder matarlo, lanzar
bombas llenas de sangre para que se crean que están heridos y entren en pánico,
envenenamientos, bombas de abrojos, cables trampas que detonan al contacto,
bombas adhesivas perfectas para eliminar patrullas e incluso bombas de oro que
lanzan montones de oro para que los paseantes se crucen en el camino de los
guardias que te persiguen.
Bombas de sangre, la utopía vampírica |
El otro componente importante de Revelations son los “minijuegos”
de estrategia, pero me temo que no ha salido tan favorecido. Sí, está bien más
o menos, pero no llegó a gustarme (es que a mí los juegos de estrategia no me
gustan en absoluto). Cada vez que los templarios ataquen una de nuestras
guaridas nos veremos en la obligación de defenderla. Es entonces cuando
accedemos al minijuego donde tendremos que comandar las fuerzas defensivas
poniendo barreras en las calles, asignando asesinos a los tejados y montando
barricadas con armas de fuego y cañones que eviten el paso templario. Creo que
en Ubisoft se dieron cuenta de que no era una apuesta muy interesante y se ha
dejado como una penalización para aquellos que no consigan reducir su
notoriedad. Para reducir la notoriedad lo de siempre, sobornar heraldos y
asesinar a guardias templarios. Si no lo conseguimos en cierto tiempo tendremos
que hacer frente al minijuego, pero si mantenemos la notoriedad baja sólo
tendremos que hacerlo en la misión/tutorial del principio (a menos que queráis
los logros, como hice yo).
Ahora que digo eso, por supuesto volví a pasarlo al 100%.
Estoy particularmente orgulloso de decir que me paso un Assassin’s Creed al
100% (¡y sin guía! Que los de ahora vale, pero conseguir los estandartes del
primero sin guía… tela). Sigue siendo igual de divertido que siempre (menos en el primero) el ir
caminando y ver en el mapa algún indicativo de tesoro, páginas de un libro,
fragmentos del Animus y demás tonterías que los de Ubisoft nos ponen como
excusa para tirarnos diez horas más jugando. Por si no fuera poco, seguimos
contando con logros de cada gremio y los logros uplay (los más enrevesados pero
igualmente divertidos). Conseguir todo ello vuelve a hacerte sentir bien, y no
como otros tantos juegos donde hacerlo es más un sufrimiento que una diversión.
Por último, el apartado técnico ha empeorado sensiblemente. Visualmente
no, sigue siendo igual y eso, pero la optimización ha bajado mucho. No sé si es
porque la gente se quejaba de que había bastante popping y han decidido
aumentar la distancia de objetos que cargan en pantalla, pero en ocasiones el
juego pide demasiada máquina. Si encima nos ponemos a llamar a nuestra
hermandad de asesinos y nos ponemos a lanzar bombas de humo los ordenadores más
potentes se las van a ver mal para mover todo con fluidez. Visualmente igual,
como dije, pero eso empieza ya a ser un problema. Bueno, tú te paras medio
segundo a admirar el paisaje y piensas que es insuperable, pero ha habido tantos
juegos en tan poco tiempo que ya estamos acostumbrando el ojo a los gráficos.
En cuanto al sonido, Jesper Kyd repite con éxito en la música, dando otra banda
sonora magistral. Todo lo demás, FX y tal, lo de siempre. El doblaje al español
sigue rozando un nivel excelente, aunque ya no contamos con el mítico “¡QUÉ
EMOCIONANTE!” de Leonardo da Vinci.
En definitiva, un juego muy bueno pero demasiado
continuista. El Brotherhood me pareció mejor, pero ya sólo por haber visto el
final me ha merecido la pena. Una despedida para Ezio y Altaïr antes de
involucrarse en Assassin’s Creed III, juego que por lo que parece lleva en
desarrollo más tiempo del que se creía y que arroja dos conclusiones. La
primera es que Brotherhood y Revelations lo han hecho en los recreos del
Assassin’s Creed III, y la segunda es que más les vale que el cambio sea significativo
o parecerá que Ubisoft quiere exprimir todavía más la gallina de los huevos de
oro. Espero que cuando acaben las andanzas del nuevo asesino, llamado Connor (y
todos los trescientos juegos que sacarán con él) empecemos de una vez con
Desmond, y no tengamos que irnos ya a la siguiente generación.
El rey ha muerto, larga vida al rey |
Aquí tenéis el ranking personal de Assassin's Creed hasta la fecha -de lo que podemos considerar saga principal-.
1 - Assassin's Creed IV: Black Flag. Si no cojeara en historia sería casi el juego perfecto.
2 - Assassin's Creed: Brotherhood. Sentó la estructura de los nuevos Assassin's.
3 - Assassin's Creed: Unity. Por momentos roza lo mejor de la saga.
4 - Assassin's Creed: Rogue. Si no existiera Black Flag, sería de lo mejor.
5 - Assassin's Creed: Revelations. El juego que me reconcilió con Ezio.
5 - Assassin's Creed: Revelations. El juego que me reconcilió con Ezio.
6 - Assassin's Creed II. La contestación a las críticas sobre lo repetitivo del primero.
7 - Assassin's Creed. Altaïr sigue siendo el mejor personaje de toda la saga.
8 - Assassin's Creed III. Imagina ser Mamá me gustó más.
Y aquí tenéis el resto de análisis de spin offs y similares.
Assassin's Creed Chronicles: China. Interesante nuevo sistema.
8 - Assassin's Creed III. Imagina ser Mamá me gustó más.
Y aquí tenéis el resto de análisis de spin offs y similares.
Assassin's Creed Chronicles: China. Interesante nuevo sistema.
Assassin's Creed Chronicles: India. Se le ven más sus carencias.
Assassin's Creed Chronicles: Russia. El cierre de la trilogía acaba siendo el mejor.
Assassin's Creed: Liberation HD. Primo hermano del III, pero con poco mejor.
Assassin's Creed: Bloodlines. La sosez hecha videojuego portátil.
Assassin's Creed: Bloodlines. La sosez hecha videojuego portátil.
PUNTUACIÓN
7.5
7.5
Iba a poner un comentario pero me lié a analizar un poco el juego así que lo he cambiado para dejarte este diciendo que ya lo he terminado y que lo poco que había escrito antes lo usaré para una entrada en el blog xD
ResponderEliminarOh, ya? Hiciste el 100%? Te ha durado poco no? A mi me duro bastante, 32:01:10 tengo registrado en How Long to Beat xD.
ResponderEliminarMe mantendre al tanto de la actualizacion *_*