Hitman: Contracts

¡Malos tiempos para ponerse con Hitman! El otro día veía la película que me parecía una bazofia, y recientemente he acabado este Hitman: Contracts, que estoy plenamente convencido sin haber jugado a los otros dos que me quedan que es el peor de la saga. Señoras y señores, ¡qué vivan los refritos!

No hay Dios que deje la calva a la sombra

Antes de que el concepto de remake existiera como el pan nuestro de cada a día, a los chicos de IO Interactive se les ocurrió la terrible idea de que el siguiente juego de la saga Hitman fuera un refrito de misiones que incluía partes nuevas y un montón de encargos que le hicieron a nuestro querido agente 47 en su primer juego. Para colmo, Silent Assassin, el maravilloso segundo juego de la saga, terminaba con un final que dejaba todo por concretar. En Contracts avanzaremos un pasito más en ello, pero pronto entraremos en la mente de 47 para revivir a modo de flashbacks trabajos anteriores, así que id repasando vuestros chistes sobre calvos con códigos de barras y si jugáis a éste juego hacedlo porque os guste mucho la saga y no por lo que tenga que ofrecer.

También lo puedes jugar casi obviando el primero, ya que era ya de por sí soso y con el paso del tiempo imagino que lo será más. Estamos ante una especie de remake espiritual, que incluye muchas cosas nuevas y mapas que, aunque comparten misiones con el primer juego, son completamente distintos. Es por ello que Hitman: Contracts no llega a ser una estafa, pero sí que huele a sacacuartos para retardar el siguiente paso adelante en la historia de 47.

¿Que soy sospechoso? Que no hombre que no, que yo estoy de rave

No hay diferencias con respecto a Silent Assassin. Es como si ellos mismos fueran conscientes de que la segunda parte era muy buena y, siguiendo los mismos pasos, decidieron rehacer el primero con un par de añadidos nuevos. 47, también conocido como Mortadelo por su facilidad para disfrazarse, sigue siendo el mismo asesino letal que se dedica a obtener matarratas de las alcantarillas para envenenar la comida del chino triada de turno. Podéis estar tranquilos que la mariconada que era la película es sólo cosa de las necesidades cinematográficas.

¿Qué veneno ni qué mierdas?

Doce misiones, creo, y si me equivoco pues... ¡sorpresa! ¡había más (o menos)! Algunas más fáciles, otras directamente extrañas porque no puedes explicarte cómo es que una misión dure menos de tres minutos. Los de IO Interactive pensaron ademas en aquellos que no quieren ir poco a poco elaborando una estrategia, y crearon la posibilidad de que Hitman sea un pandiloco que se cargue a todo el mundo. Dispara bien (no como Sam Fisher, quiero decir), hay suficientes armas como para crear una guerra y, sobre todo, la resistencia a los balazos de 47 es inhumana. Puedes recibir como 100 balas que sobrevivirás. No me parece mal en absoluto algo así, por muy poco realista que sea, ya que es una manera de decirte "¿te lo quieres pasar así? pues vale". Pronto empezarás a sentir que no estás jugando al juego bien, y cargarás partida con las orejas agachadas como cuando esperas un broncuzo de tu padre y te dice el clásico "bueno hijo, tu verás lo que haces".

¿Que un carnicero no lleva armas? Bastante sabes tú como corto la carne

¿Qué es lo que más me llamó la atención de Hitman: Contracts? Lo de guardar partida. Llama mucho la atención (y no recuerdo un caso parecido) que en cada misión tienes un número limitado de partidas a guardar. No sé cuantas son, en torno a diez o así. Por supuesto, da igual que sobreescribas partidas, sigue contando igual. Ni siquiera tienes un contador que te avise, simplemente llegas la primera vez y te dice que no puedes guardar más veces en esta misión. No hay checkpoints y tienes que decidir tú cuándo grabar. Se acabaron esos guardados para ahorrarte una caminata y cosas así. Aquí grabarás cuando hayas hecho un par de pasos en tu misión, nada de guardados vacíos hacia tu siguiente objetivo.

¿Un rifle de francotirador en el maletín decís? Yo llevo el bocata del recreo

Lo mejor de Hitman es la variedad que te ofrece a la hora de cumplir tus asesinatos. De verdad que te hace sentirte como un profesional y no como un secuaz aleatorio. Eso de disfrazarte de cocinero para envenenar unas bebidas y llevárselas a tus objetivos es muy reconfortante, o hacerte pasar por jefe de las triadas para "firmar" falsamente los asesinatos (si lo habéis jugado estaréis notando cuál fue mi misión favorita). Por supuesto podéis parapetaros y aniquilar a todos los guardias del mundo mundial y cosas así, pero Hitman no está para hecho para ello.

Es indispensable en Hitman dominar los mapas y elaborar estrategias adecuadas. En los mapeados, enormemente grandes para lo que necesitas (a veces hay un barrio entero cuando sólo necesitas entrar en un edificio), se te indicarán los principales puntos de interés. Además de los objetivos a eliminar, se te marcarán objetos con los que interactuar e items indispensables para acabar con nuestros objetivos de la manera más silenciosa posible. Esta ayuda se agradece, sobre todo como ya digo por lo grande de los escenarios.

¿Que yo voy a ejecutar a este pobre hombre? Es que me va el sado

Todo está bien pero... ¿qué falla? Pues además de su naturaleza de refrito sacacuartos, está el hecho de que la IA es demasiado aleatoria. Una simulación algo mal entendida. Al jugar a un juego de estos exiges cierto realismo, pero no que pasen cosas que en Hitman: Contracts pasan muy a menudo. Pasar (disfrazado, se entiende) por el lado de un guardia puede resultar en que te detecte o que no, casi desde la aleatoriedad. Sería mucho más divertido poder andar seguros con nuestros disfraces siempre, y no depender de que la IA salte, aunque esto reste un poco de simulación. Lo más probable es que en Silent Assassin también ocurriera esto pero yo ya no lo recuerde, y como he dejado tanto tiempo hasta jugar a Contracts sea éste el que paga los platos rotos. Sin haber jugado al resto, estoy convencido de que la IA tornó hacia algo más como lo que yo digo. Puede que sea demasiado exigente, pero eso determina demasiado tu experiencia en Hitman. Si a eso le unes lo de las partidas guardadas tienes que sufrir todavía más esos saltos de IA. No puedes plantarte delante de una puerta, guardar partida, atravesarla a ver que pasa y, si te sale bien, volver a guardar, porque tienes los guardados limitados por misión.

¿Que llevo un armote? Que no, que sólo quiero frotarme la calva con él

Jugablemente, quitando ese gran detalle del párrafo anterior, sigue siendo bueno. Como digo te sigue transmitiendo esas sensaciones de profesional, y es lo que importa, pero si unimos todo eso a que Hitman: Contracts es un juego absolutamente prescindible en su trama y planteamiento nos queda un juego demasiado perjudicado. Tengo muchas ganas del Blood Money, eso sí, y por supuesto de llegar al Absolution.

PUNTUACIÓN

5.5