¿Sabéis que es lo bueno de los spin off? Que cuando salen todo el mundo los ve como un saca cuartos pero con el paso del tiempo, cuando la emulación llega a las generaciones perdidas, uno se alegra de poder jugar a juegos de sus sagas favoritas. Vale, esto no me lo creo ni yo, pero la verdad es que estoy muy contento de ver tanto título de Pokémon que todavía no he jugado y que quiero jugar. Al menos así ahogaré un poco la pena no poder jugar a X/Y.
Y uno de estos spin off era este Pokémon Pinball: Rubí y Zafiro, para Game Boy Advance (2003). Es curioso que un juego tan adictivo tuviera su fin aquí y no se siguiera apostando por el formato. No sé como le fue en ventas, pero teniendo en cuenta que no soy un gran experto en pinballs estoy convencido de que no hay en Game Boy Advance otro juego del género que le vaya a la zaga, o por lo menos no en lo que yo quiero cuando juego a un pinball.
A mí, para que un juego de pinball me atraiga, debe tener una serie de objetivos a cumplir muy claros. En este caso es atrapar a todos los Pokémon y completar la Pokédex, pero hay otros juegos del género que también tienen detrás su propio entramado, por decirlo de alguna manera, y nuestro objetivo dista mucho de conseguir la mayor puntuación posible a base de mantener la bola en el tablero (¿tablero? ¿se dice asi?). En este caso, siempre sabremos dónde acudir, ya que son dos los ejes básicos que componen estos tableros (dos mesas, una para rubí y otra para zafiro).
Debemos empezar con el modo caza, para atrapar así a un Pokémon aleatorio en función del escenario donde estemos. Una vez lo tengamos, si nos interesa, podemos evolucionarlo llevando la bola al pasillo lateral opuesto. La evolución debemos conseguirla siempre una vez hayamos capturado al pokémon que queramos evolucionar en la misma partida, por lo que es muy aconsejable intentar evolucionarlo antes de morir, no vaya a ser que no volvamos a toparnos con él. Podemos acumular tantos Pokémon como queramos. Una vez conseguimos tres de ellos (por evolución o por modo caza), se nos abrirá una pantalla bonus donde podemos incrementar nuestra puntuación. La pantalla bonus es distinta según el tablero. Una vez hemos atrapado seis Pokémon, se nos aparecerá un bonus especial con Groudon o Kyogre (legendarios de las ediciones), los cuales podemos capturar una vez los hayamos visto dos veces en esa pantalla de bonus. Esta "batalla" contra ellos requiere de estudiar bien sus movimientos. Conforme vamos avanzando en pantallas bonus capturando Pokémon y todo eso, conseguiremos llegar al nivel final que incluye un Rayquaza también atrapable tras una serie de enfrentamientos.
Ya que hablo de todo eso, voy a soltarle el primer palo al juego, y es que se echa en falta más variedad en los bonus. Hablamos de que en cada tablero solo hay un bonus para conseguir puntos que sale cada tres Pokémon, lo cual es demasiado pronto, y luego aparte la batalla contra el legendario de la edición. Así todo el rato repitiendo lo mismo. Lo bueno es que puedes pasar de entrar en el bonus, pero así renuncias a cantidades sustanciales de puntos, si es que los puntos en algún momento te importan.
Llama la atención lo seguro que es jugar a Pokémon Pinball: Rubí y Zafiro. Es muy difícil que la bola se caiga por un agujero gracias a un pikachu que siempre debemos recargar cuanto antes y que evitará que salga por los laterales. Además, Latios y Latias se encargan de dotarte de invencibilidad cada vez que consigas hacerles aparecer. En definitiva, partidas eternamente largas donde puedes conseguir casi todos los Pokémon en una misma partida, con una duración cercana a la hora como media por cada una de las partidas. El juego, consciente de ello, te ofrece la oportunidad de grabar y seguir más tarde.
Falta un poco de originalidad en los tableros. En todos ellos hay las mismas cosas, incluyendo el modo huevo (una variante del modo caza) y una tienda donde comprar periodos de invencibilidad o vidas extra entre otras cosas además de la evolución y el modo caza. Hay algunos Pokémon que no encontraremos en la otra mesa, pero más allá de un gusto estético no hay gran diferencia a la hora de jugar en ambas. Es como que el juego se queda a medio camino y le falta algo más, pero tampoco sabría decir qué es.
Lo que sí sé es que es bastante adictivo. Cuando jugué por primera vez a Pokémon Pinball (el primero que salió) sí que sentí que era un poco sacacuartos, y no nos engañemos, éste también lo es, pero un sacacuartos bastante divertido y una manera distinta de ver el universo Pokémon. A pesar de su poca variedad puedes echar unas cuantas horas sin darte cuenta y completar la Pokédex antes de lo que te pensabas en un principio. Eso sí, si no te gusta Pokémon no tiene mucho sentido ni que pruebes, aunque como pinball me parece correcto.
PUNTUACIÓN
7
Yo me pegué una viciada de chico de loco. Y mira que no me gustaba los pinballs, y nunca había conseguido dominarlos.
ResponderEliminarPero al final conseguí lo que nunca hice, entender bien en que consiste un pinball, como se controla la bola y todas esas cosas. Siempre había jugado al tun-tún xD
Aun así a día de hoy tampoco es que me hagan mucha gracia los pinballs pero bueno, este me pareció por aquella época muy bueno, sería porque era de pokemon y porque realmente descubres que más que hacer puntos lo que engancha es completar la pokedex, cosa que no tienen el resto de pinballs. ^^
Yo tampoco soy un seguidor de los pinball como digo, o mejor dicho no entiendo al respecto. Mi primer pinball fue uno en gameboy que venía en uno de estos cartuchos de 100 in 1. No recuerdo su nombre y me encantaba, sólo recuerdo que salían cocodrilos por la mesa de pinball, tengo que encontrarlo alguna vez *_*
EliminarLo encontré *_* http://www.youtube.com/watch?v=NKeoPSPm4kw
EliminarPues que buenas animaciones tiene para ser de gameboy, me ha sorprendido eso y que se ve realmente divertido xD
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