No necesitas pedirle un deseo a una bruja para encontrar un nuevo juego ideal para Steam Deck (AKA: un nuevo juego ideal para el water).
Majotori es el juego más exitoso de Majorariatto, desarrolladora española que lanzó este juego de preguntas y respuestas en 2017. Decimos éxito un poco mirando la trascendencia que tuvo el título para el propio estudio, pero lo cierto es que, por la aleatoriedad de la vida, su Golfin Over It de 2018 fue un pequeño fenómeno por Corea del Sur. Detrás de Majorariatto figura Alva Majo, que además de desarrollar juegos es, a día de hoy, un popular creador de contenido que comparte sus experiencias como desarrollador a su extensa comunidad.
Quesito rosa
Puestos ya sobre contexto, nos centramos en Majotori, un simpático juego que puedes encontrar a precio bastante reducido, y que esconde detrás un juego de preguntas y respuestas de cultura general y, sobre todo, cultura popular. Así, desempolvad vuestros conocimientos porque delante tendréis preguntas categorizadas en cine, videojuegos, animación y miscelánea, las cuales se pueden alterar en frecuencia, para aquellos que cojeen especialmente de alguna de esas patas. No se puede, salvo que esté yo muy perdido, elegir una única categoría o anular por completo otra, y digo lo de "salvo que esté yo muy perdido" porque es algo tan básico que me llama la atención, más todavía cuando ni siquiera se puede hacer en el modo libre. En cualquier caso, no son preguntas muy enrevesadas, y a poco que tengáis una base, no sentiréis un enorme pico de dificultad o desconocimiento.
Cuidado con lo que deseas
¿Qué diferencia Majotori de cualquier otro juego de preguntas y respuestas? La estructura. Majotori cuenta pequeñas historias, muchas entrelazadas, donde un personaje desea con mucha fuerza algo, hasta el punto de que hace aparecer a Lariat, una bruja que concede el deseo a cambio de responder a nueve preguntas. Lo que desea este personaje puede ser algo muy nimio, como ayuda fregando los platos, o algo tan trascendental como rezar por salvar su vida. En ese sentido, Lariat se siente como una bruja que pulula sin grandes pretensiones, topándose con las necesidades de la gente sin ser un elemento empático en ningún momento. Sea como sea, nuestro deber como jugador será responder a las nueve preguntas para comprobar como al final se inicia una ruleta con nuestras respuestas acertadas y falladas, marcando el devenir del personaje. Así pues, acertar ocho de las nueve preguntas implica un gran porcentaje de éxito, pero no estaría asegurado, al igual que acertar una única pregunta de las nueve nos deja un hilo de esperanza de 1/9 de probabilidades de que nuestro deseo se cumpla.
Que se cumpla o no el deseo puede llevar, básicamente, a una serie de consecuencias que van desde que se acabe ahí la cosa, hasta que el personaje vuelva a aparecer con nuevos deseos más adelante, o que aparezcan nuevos personajes que estén vinculados a la nueva situación que se haya dado. Muchas veces, que no se cumpla el deseo puede llevar a un final muy trágico, pero también abre nuevos personajes y situaciones que antes puede que no hayas visto. Par que os hagáis una idea, uno de los primeros personajes desea con fuerza tener un hijo, pero no pude concederle el deseo, y lo que me tocó después fue una trama de adopción. En total, Majotori cuenta con más de cincuenta historias con sus ramificaciones -no es muy denso, tampoco nos vengamos muy arriba-. En cuanto a las preguntas, he jugado tres horas y le he dado varias vueltas al juego, y diría que todavía no he visto repetida ninguna pregunta. Además, aunque el juego salió en 2017, cuenta con preguntas actuales ya que va cogiendo actualizaciones.
El otro modo que ofrece Majotori es un juego libre, que se deja de historias para directamente empezar con preguntas de trivial. Ahora bien, no es tan libre como quizá se puede presuponer, y es que tan solo hace tandas de nueve preguntas para volver a lanzar la ruleta, a ver cuál es tu destino. Parece contraproducente, pero en realidad parece una forma de invitar al jugador a pedirle cosas a la bruja, a ver si se las concede o no, como si se tratara de una aplicación de móvil. Al fin y al cabo, el modo historia cuenta con historias muy cortitas que además se pueden pasar con un click, por lo que no deja de ser en el fondo un modo libre.
Por fin un juego donde puedes ver a alguien morir porque no se sabía el nombre de Saiyan de Goku. Lo merecía.
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