Un poquito más a la derecha.
Alex Blintsov está detrás de Furnish Master desde la figura de desarrollador único. Tras obtener experiencia modelando en 3D juegos para móviles en un estudio pequeño, Furnish Master es su nuevo proyecto en solitario.
Esto no es Unpacking
Aunque tampoco parece molestarle que se lo digan. La premisa de Furnish Master es, sin duda, mucho más sandbox que aquel Unpacking (Witch Beam, 2021) que nos enamoró a todos. Tanto es así, que dicho juego cuadraba y permanecía más por lo que contaba -y cómo lo hacía- que por lo que ofrecía, mientras que Furnish Master tiene en común con él la perspectiva y la parte más jugable. Sin embargo, si nos ponemos así, Furnish Master se acerca más a fenómenos recientes como los dos House Flipper o House Builder, si bien aquellos juegos están más orientados a la construcción de vivienda como tal, mientras que Furnish Master se queda en la decoración de interiores.
Que no podamos decir que Furnish Master tenga historia como tal, no priva al estudio de meter un llamado modo historia. Cuando recibí el juego, un mensaje alertaba de esto: "si bien el juego será lanzado el próximo día 20, la realidad es que este modo historia está en acceso anticipado". Hay, ya os adelanto, giro final con esto del acceso anticipado, pero sí, especialmente el modo historia se siente verde. Nuestra función es hacer misiones de diseño de interiores que nos van pidiendo por la ciudad. Nos dan los objetos y, básicamente, somos libres de colocarlos como nos dé la gana sin ningún tipo de restricción o comprobación. La propuesta nos llega por mensajes de texto, y nuestro cobro por completar la actividad se invertirá en una casa que, ahora sí, es nuestra, y a la que podremos comprarle muebles.
Llama la atención algún que otro giro que hay, como esos niveles de completar un puzle con las piezas que están escondidas en una habitación, convirtiéndose eso en una especie de yincana parecida a la que tienen unos padres cuando intentan guardar todos los juguetes de sus hijos. Además, Furnish Master va más allá de decorar habitaciones, y abre sus horizontes a tiendas y exteriores.
Recrea tu casa, o tu futura casa
El verdadero epicentro de Furnish Master se encuentra en el modo sandbox, donde se nos invita a crear distintas habitaciones a nuestro gusto sin restricción alguna. Reconozco que no sé afrontar un juego orientado al sandbox, ya que literalmente, no hay meta ni objetivo más allá de poner en la red social de turno lo bonita que te ha quedado una habitación, pero entre la existencia del modo historia, y la posibilidad de poder recrear mi casa con un nivel de acierto asombroso, encontré en Furnish Master ese pequeño oasis de paz.
Y ya que hemos llegado al oasis, nos pasa lo que nos pasa: que al principio agradecemos haber encontrado agua en el desierto, pero cuando estamos ahí un par de días empezamos a pensar sobre la mala suerte que hemos tenido de que aquella palmera que se ve al fondo no guarde una simetría perfecta con el resto de palmeras que hay delante de ti. La obsesión se empieza a apoderar de ti y, desgraciadamente, Furnish Master no tiene demasiadas tiritas al respecto.
Primero, vaya por delante que el nivel de personalización del juego es sublime, y es sin duda su principal baza. No es solo que haya una gran cantidad de objetos donde elegir, de manera que por sí mismo ya puedes recrear un alto porcentaje de lo que tienes en mente, es también, que permite crear figuras básicas para ir apilándolas y formar así, por ejemplo, un mueble que no veas en la lista. Además, puedes cambiar el color y material de los objetos, paredes y suelo (no se contemplan techos), para recrear, en un entorno hecho con Unreal Engine 5, la habitación de tus sueños.
El acceso anticipado que Alex no anticipó
Este galimatías es simple: Furnish Master iba a salir como juego completo el día 20 de febrero, y mi análisis iba a recogerlo como tal, pero hace escasos días, Alex Blintsov lanzaba un mensaje anunciando que Furnish Master saldría como un juego de acceso anticipado en su totalidad. Las razones son obvias al jugarlo, y ahora ahondaremos un poquito más, pero sabed que suelo intentar no hacer análisis de juegos en acceso anticipado y me espero a la fecha de lanzamiento como tal para ello. En cualquier caso, unido de por sí a que el modo historia estaba en acceso anticipado de manera oficial, tenemos una serie de problemas que convierten a Furnish Master en una experiencia un poco menos relajante de lo debido.
El principal problema de Furnish Master reside en la dificultad a la hora de ubicar los objetos. El punto de vista hace que algunos objetos jueguen malas pasadas, o que roten más de lo que quieres, giren inadecuadamente, o simplemente no entienda el juego que estás intentando poner un enchufe pegado a una pared. También llama la atención la ausencia de personalización de algunos objetos. Si te deja, por ejemplo, cambiar de color y material hasta la barra de las cortinas, no entiendo por qué no te deja hacer lo propio con algo más básico como puede ser una lámpara de mesa. Por último, los controles son algo mejorables, y la interfaz a veces sufre numerosos problemas de menús que se bloquean quedando inhabilitados, dificultando un tanto de más el proceso. Todos estos errores serían mucho menores de no ser porque hay un principal mal que se lleva todo por delante: el botón de deshacer no funciona correctamente. Si bien a veces te salva de un aprieto, muchas otras puedes comprobar cómo va varios pasos atrás, no solo no arreglando lo que quieres deshacer en el momento, sino estropeando algo que ya tenías hecho.
Con todo y con eso, me parece un juego de diseño de interiores bastante espectacular, capaz de recrear adecuadamente casi cualquier escenario que te propongas. Sus problemas son claros síntomas de su estado de acceso anticipado, y simplemente tendrás una fase de saber lo que no debes tocar para romper el juego, antes de empezar a disfrutar de todas las posibilidades que ya de base tiene.
Clave de prensa proporcionada por Alex Blintsov. En ningún momento este hecho ha condicionado las opiniones aquí reflejadas.
¿Dónde está mi silla patatera?
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