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3 ene 2024

LA RETRO-REJUGADA NAVIDEÑA Y LA LLEGADA DE PLAYSTATION 5 SLIM


En diciembre, rejugar siempre.




Diciembre es un mes donde suelo aparcar mi vida de actualidad videojueguil para darle a algún juego que me apetezca rejugar. Este año, ha habido una clara división en mi vida, rejugando a cosas modernas cuando estaba en casa y rejugando a cosas segueras cuando aparecía por casa de mis padres, lugar donde he estado más tiempo y por ende se ha llevado más títulos. A pesar de ello, por aquí he estado rejugando a The Deadly Tower of Monsters -un buen juego que empieza mejor que acaba, y al que se le hizo demasiado poco caso-, The Medium -me mantengo punto por punto en lo que dije de él- y Hi-Fi Rush -flamante ganador del GOTY 2023 en este BloJ, para qué decir más. Bueno, también se ha jugado a Rocket League e incluso Dead Cells, pero eso no es cosa de rejugar, eso es cosa de que siempre están conmigo, como mis dedos meñiques.




Pero lo gordo fue la parte retro. Volver a casa implica tener a mano las consolas viejas. Estas navidades me he pegado una panzada importante de rejugadas, todo de juegos que ya han aparecido por El BloJ.


Que me va el terror no es una noticia por aquí. Da igual que sea en una época donde los juegos de terror casi que ni existían, yo encontraba la temática como fuera. Así, estas navidades me he zampado cosas como Splatterhouse 2, un juego del que me maravilla su sentido narrativo. Porque sí, todos los juegos llegan al jefe final, lo matamos, y ves los créditos pasar, pero aquí no, aquí tenemos que hacer el camino de vuelta y enfrentarnos a los monstruos que siguen todavía ahí. Pero si no tuve suficiente, me fui también a rejugar el Master of Darkness de Master System, juego del que hablé ya maravillas en el análisis y me mantengo. Un Castlevania falso, al que solo le sobran murciélagos. Esas criaturas espantosas que siempre tienen rutinas de movimiento zigzageantes, y que en este juego están, literalmente, a cada paso que das. A pesar de eso, y del nivel del laberinto final, sigue pareciéndome de lo más sobresaliente de todo el catálogo, no como el Alex Kidd: The Lost Stars, el otro juego de Master System que volví a jugar para volver a ver lo flojo que es.


También hubo tiempo para dar palizas, ya sea con el Fatal Fury -que fue mi primer juego de Mega Drive junto a Sonic-, Fatal Fury 2 y el Mighty Morphin Power Rangers en el uno contra uno, o asolando ciudades enteras en Streets of RageStreets of Rage 2 y Streets of Rage 3. Sobre esto, cuando hice el análisis del 3 recibí varios comentarios que me decían que probara la versión japonesa. Así lo hice, aprovechando la rejugada, para comprobar que, efectivamente, las versiones occidentales son de pena de cárcel en comparación. Vamos, que si Streets of Rage 3 es un 7, Bare Knuckle III es un 8 mínimo. Aún así, sigo prefiriendo el 2. Más allá de dejarme los puños en todos estos juegos, también volví a coger el hacha del enano en Golden Axe II, para reafirmarme en lo insípido y extremadamente continuista con respecto a la primera parte. Más todavía si lo comparo con otro de los grandes reforzados de mis rejugadas: Castle of Illusion no es mítico porque sí, de verdad que ese juego es antológico.




Hubieron un par de juegos más que jugué, pero que no llegué a completar. Un Super Street Fighter II por allí, un Castlevania: Bloodlines por allá, un partidito al International Super Star Soccer, un par de niveles del Sonic: The Hedgehog para llegar a la Spring Yard Zone... El único juego nuevo que realmente jugué fue Enduro Racer de Master System, que ya volveré a jugar con mentalidad de análisis en 2024 para que se una a toda la lista de juegos analizados.


Y hasta aquí mis navidades y diciembre por extensión en cuanto a rejugar. Bueno, también puedo aprovechar para contaros que me ha caído del cielo una PlayStation 5 -amor eterno para los responsables-, y que eso ha hecho que me salte mi norma de no empezar juegos para que se queden sin terminar a mitad de año. Ya empezarán a llegar los primeros análisis al respecto. De momento me dedico a besarla fuertemente, duermo con ella, desayunamos juntos, tenemos noches de pasión desenfrenada... ah, la juventud.



6 comentarios :

  1. Esas noches de pasión de la mano de esa vibración.

    Pues aún no te ha hecho ni un wrap ni un cappuccino, no será tan buena.

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    1. Ni una chocotorta. Tú sí, pero no la llegué a probar.

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  2. Uy, se viene un análisis del astro bot, con mención especial al mando de la consola. Que luego no aprovecha así casi ningún otro juego, lastima

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    1. Lo tengo en borradores y has dado tan en el clavo que me preguntaba si es que lo había publicado sin querer xD

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    2. Es que si jugar a ese juego la sensación no es "que bien me lo voy a pasar con esta consola", sino "que bien me lo voy a pasar con este mando". Y por lo que tengo entendido, solo Returnal y Gran turismo 7 se acercan a ese nivel

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    3. Creo que el Ratchet también, pero vamos, que muy poco más.

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