THE LUCKY DIME CAPER STARRING DONALD DUCK - SEGA MASTER SYSTEM - ANÁLISIS

 Analizamos un clásico de plataformas para la Sega Master System.

Desarrollado por la propia Sega en 1991 y lanzado en Game Gear y Master System con licencia de The Walt Disney Company. The Lucky Dime Caper se lanzó a la misma vez que el mítico Quackshot (Sega CS, 1991) de Mega Drive, por lo que parece que fue una estrategia de dotar de un juego de Donald a cada sistema de la por entonces familia Sega.

En el caso del juego que nos ocupa hoy, en su versión de Master System, nos encontramos con un Donald que debe rescatar a sus sobrinos y a los centavos de la suerte de las garras de Mágica, la villana, que se ha asegurado de esconder todo en diversas localizaciones del mundo que incluyen sitios como las pirámides de Egipto o los Andes, entre otros, en una estructura que nos permite elegir el orden de los niveles a nuestro gusto. Dichos niveles se organizan de una manera un tanto abierta, especialmente en sus últimas fases, donde a veces se nos incita a encontrar el camino más allá de ser una experiencia lineal de avanzar hacia la derecha.

Bonitos gráficos y animaciones, bastante por encima de la media de Master System, en un juego simple en lo jugable pero algo engañoso debido a unas inercias que rozan lo criminal. Acostumbrarnos a ellas será nuestro principal desafío, ya que el resto de problemas en pantalla será fácilmente combatido con un ataque de salto básico y las dos armas con las que nos podremos defender: un martillo y un disco, siendo cada una ideal para según qué tipo de situaciones, pero que no podremos elegir en ningún momento ya que una reemplaza a la otra.

Los niveles, que tienen también como enemigo la presencia de una barra de tiempo anecdótica, incluyen enemigos que sueltan vidas con bastante frecuencia, y unos bosses un tanto fáciles de más. Esto, unido a las continuaciones infinitas -cuya única penalización es volver al principio del nivel con la puntuación a cero-, nos deja un juego bastante fácil, pero que funciona especialmente bien por una estructura y situaciones lo suficientemente variadas.

En cuanto a las críticas, el juego de Sega recibió análisis muy positivos tanto en Master System como en Game Gear. Jugado a día de hoy, sigue siendo una experiencia recomendable, especialmente sencilla, que prácticamente no ha envejecido ni un ápice. A The Lucky Dime Caper le siguió una secuela lanzada en 1994 llamada Deep Duck Trouble Starring Donald Duck, que también salió para ambos sistemas, y que también cosechó críticas bastante positivas. Desde aquí, nos unimos a esas críticas.