Analizamos Chenso Club, un juego que por desgracia destaca más por sus carencias que por sus virtudes.
Os invito a que veáis el análisis en vídeo, porque muchas de las cosas que menciono en el texto son muy difíciles de entender sin imágenes en movimiento que os den una verdadera idea de los problemas que arrastra Chenso Club.
Chenso Club tiene demasiados puntos negativos muy llamativos que eclipsan lo que, en un primer vistazo, es un juego divertido con toques retro de acción 2D con el pixel por bandera. Prueba de esto es que Chenso Club fue uno de los juegos que más me llamaron la atención en la pasada Gamescom 2022, por lo que, cuando se me abrió la oportunidad de analizarlo, entré con bastantes ganas al juego de Pixadome. Desgraciadamente, a pesar de haberle puesto todas estas ganas, Chenso Club me sirve más como un ejemplo de mal diseño de videojuegos que como el simpático juego de acción que estaba esperando.
Estamos ante un juego de acción con toques roguelike traducidos en una generación de pantallas aleatoria y, realmente, poco más. Las tiendas, desafíos y similares, también aparecen de forma aleatoria, y sí, antes de que lo preguntéis, estamos ante uno de esos juegos que producen alguna que otra situación absurda como que te salga dos veces seguidas la misma pantalla de desafío. Para mi entender, creo que es insuficiente como para catalogar esto de roguelike. Entiendo que se apueste por este matiz cuando tan de moda están estos juegos, y también entiendo que el cuerpo ya se nos ha acostumbrado a estas palabras mágicas de "generación aleatoria de niveles", pero empiezo a pedir algo más para poner la etiqueta de roguelike. En cualquier caso, sabed que es algo que está ahí, y que siempre es positivo porque implica una apuesta por la habilidad y no por la repetición.
Vamos con el elefante en la habitación. Chenso Club es un juego difícil, y lo es por las flagrantes fallas en el diseño. De hecho, Pixadome se ha encargado de incluir cuatro niveles de dificultad, por lo que no es su dureza el principal problema cuando basta con bajar sus exigencias desde el menú cada vez que volvamos a hacer otra run. Es en su diseño, donde encontramos un juego algo desquiciante. Vamos a intentar profundizar en esto.
Chenso Club incluye cinco personajes jugables con sus distintas habilidades y estadísticas. He de otorgar puntos a lo diferentes que se sienten los cinco personajes, pero he de restarle al hecho de que hay bastante descompensación entre unos y otros. Hay habilidades determinantes en algunos personajes que los convierten en claramente titulares, mientras otros solo son aprovechables en partidas en los niveles más suaves de dificultad. El principal problema de este desbalance no está tanto en las habilidades en sí, sino en los diseños de los enemigos y las propias trampas del escenario, llevándonos a demasiadas situaciones en las que sí o sí somos golpeados. De alguna manera, es como si no se hubieran tenido en cuenta los ataques de los personajes y cómo interactúan estos con los ataques de los enemigos, como si dos estudios independientes se hubieran dividido las tareas entre diseñar a los enemigos y diseñar a los personajes jugables. El típico "dividimos el trabajo y lo juntamos el último día".
Es difícil de explicar con palabras, pero en movimiento se ve bastante claro. Sensaciones muy negativas de enemigos, casi todos voladores para enfatizar la verticalidad, que disparan hacia abajo en cuanto te detectan, y que son atacados en su mayoría desde abajo, por lo que es casi imposible no recibir daño cuando simplemente estás atacando tú.
Además, Chenso Club destaca negativamente por mostrar demasiadas cosas en pantalla. No es un juego donde tengas control alguno de lo que está pasando, y el feedback es prácticamente nulo. Matar a un enemigo supone verle estallar en pedacitos que se dispersan por el escenario, con un baño de sangre correspondiente que en ningún momento casa con el tono ameno del juego, siendo patente que es una capa de violencia que le sobra. A esto se añaden virutas y trozos de un escenario rompible, por lo que cuesta, y mucho, diferenciar lo que es un proyectil enemigo, de un trozo de un enemigo anterior, de la sangre que todavía gotea o de un trozo de mueble que has golpeado en el proceso y se ha hecho añicos. Las sensaciones en ese aspecto son muy desagradables. Simplemente, en Chenso Club no se ve.
Tampoco encontramos equilibrio en los niveles ni en la estructura de juego. El primer nivel con su primer jefe es bastante más complicado que los que vienen después, quitando un infumable nivel final de dificultad prácticamente de chiste, donde las sensaciones de injusticia para con el jugador rozan la denuncia. El primer personaje que te dan, además, es de los más inútiles de todo el reparto, por lo que lo que tenemos ante nosotros es una puerta de entrada excesivamente costosa para un juego que en su tramo medio se suaviza.
Chenso Club me sirve más como un ejemplo de mal diseño de videojuegos que como el simpático juego de acción que estaba esperando.
Poco más podemos decir de Chenso Club, porque sus virtudes son un poco las de cualquier juego de acción. Aunque he querido que me gustase, el juego tiene demasiados argumentos negativos a sus espaldas en términos de diseño. Darle una valoración positiva, sería engañarme a mí mismo teniendo en cuenta las otras buenas opciones que hay en el mercado. Supongo que puedo decir, sin miedo a equivocarme, que Chenso Club es un juego malo aunque medianamente divertido. Esa diversión se minimiza cuando, en cada partida, estás expuesto a demasiadas situaciones injustas fuera de tu control.
Copia de prensa proporcionada por Pixadome. En ningún momento ese hecho ha condicionado las opiniones plasmadas en este texto.
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