A MEMOIR BLUE - ¿ESTÁ EL GÉNERO SATURÁNDOSE?

A Memoir Blue, el nuevo juego que llega apadrinado por el casi siempre fiable sello de Annapurna Interactive, me ha empezado a despertar dudas sobre el género.

Cloisters Interactive se estrena como desarrolladora en este 2022 para traernos una historia de realismo mágico que, en un par de horitas, nos promete bellas imágenes para acompañar un mensaje muy marcado, donde la depresión y los conflictos internos sin resolver sirven de barreras para el desarrollo personal de una exitosa nadadora olímpica. Así, Miriam tendrá que sumergirse en sus recuerdos para encontrar la paz que no le permite ser la mejor versión de ella misma.

Si habéis leído todo el párrafo de arriba sin tomar una pausa para pensar en lo que estaba diciendo, probablemente estéis en el mismo barco que yo. En ese barco donde hemos probado tantos títulos tratando estos mismos temas de una manera similar, que con haber leído todos esos ingredientes podéis decir que ya habéis jugado al juego. Me gustaría venir a deciros que no es así, que A Memoir Blue os va a aportar algo, o que como mínimo vais a sentir cierta profundidad, pero A Memoir Blue es una sucesión de clichés, tanto jugables como visuales, que han sido superados una y otra vez en otros títulos que comparten género, incluyendo títulos de la propia Annapurna Interactive.

Su duración escasa acaba siendo arma de doble filo. Primero, es tan corto que no sentiréis que estáis perdiendo el tiempo. Su apartado visual es lo suficientemente atractivo como para aguantar, pero también, y aquí viene el segundo punto, es muy poco tiempo para que consigamos empatizar de una manera profunda con los problemas de la protagonista. Así, nos limitaremos a ir clickando en las zonas interactivas para ver como se desarrolla una historia que simplemente avanza, sin importarnos demasiado, en una estética que mezcla de manera curiosa el dibujo a mano con el arte 3D de manera un tanto irregular.

Tengo la sensación de que el género está cayendo sin que haya una solución en el corto plazo. Un tipo de juego contemplativo, que se apoya en poca interactividad para justificar su existencia. Desde walking simulators a pequeños puzles, tengo la sensación de que estas historias tan profundas que pretenden remover conciencias están empezando a perder la chispa y frescura de la que tanto dependen. Esperemos que esté equivocado.