Lanzado en 2015 por Rainbow Train desde Polonia, Hook se presenta como un juego de puzles relajante que es más un juego que un desafío. "Sin menús, sin logros, simplemente tú y el puzle".
A veces simplemente hace falta una idea y no enrevesarla demasiado para ofrecer una experiencia redonda. Estamos hablando de un juego que cuenta con 50 niveles de los cuales un montón son meros tutoriales para ir presentándote nuevos giros en la mecánica principal. Un juego que en poco más de una hora deberías haber completado, y que por tanto deja con esa sensación de que podría haber dado un poco más de sí, pero que tengo claro que, de haberse extendido, me hubiera gustado bastante menos. Hook es un juego recogido, un juego que, por qué no decirlo, puede acompañarte en algunas sesiones en el water o ser el mejor compañero de viaje posible. Su naturaleza de juego para móviles enfatiza más la sensación de que Hook es un compañero puntual más que un juego donde puedas pararte más de un par de días, y no hay nada malo en ello.
La premisa de Hook es sencilla, y recuerda a los pasatiempos/puzles clásicos donde teníamos que averiguar cómo desenredar una maraña de, normalmente hilos. Basándose en ello, y traduciendo eso a un sistema de garfios, lo que tendremos que hacer en Hook es básicamente tirar de hilos de manera que estos no tropiecen con ningún otro, necesitando de una secuencia prefijada para poder sacar todos los hilos y terminar así el nivel.
Esta mecánica principal, que no nos abandona en ningún momento, acaba introduciendo elementos distintos para realizar desconexiones entre los hilos que queremos tirar, y acaba complicándose lo justo como para suponer siempre un incentivo al jugador para continuar. Queda muy claro que Maciej Targoni no quiere complicarte la vida y lo único que hace es introducir más "juguetes" a su puzle. Hook acaba definiéndose como un puzle con sentido y con todas sus letras, que gana muchos puntos gracias a su minimalista presentación y a una música que más que ayudarte a concentrarte te ayuda a relajarte por completo. Ninguna presión, ninguna frustración, y sin embargo un juego con el suficiente ingenio para no ser un aparcacerebros sin más. A la mente se te vendrán otros títulos de puzles minimalistas, como por ejemplo el Circuits (Digital Tentacle, 2014) que también tuvimos por El BloJ.
Si tenéis el juego a mano, daos una alegría y tomaos Hook como ese paréntesis que hay que hacer de vez en cuando. Dentro de un año quizá tenga hasta problemas para recordar cómo era Hook, pero en el momento, me entregó exactamente lo que buscaba.
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